Una clásica historia de terror asiática
The Bridge Curse: Road to Salvation lleva a los jugadores a la Universidad de Tunghai, lugar en el que asumirán el papel de un grupo de amigos que transmiten en vivo su intento de realizar un ritual que es parte de una leyenda urbana en el campus sobre un puente donde, al parecer, se aparece el espíritu de una mujer vengativa. ¿Y de dónde sale todo esto? Bueno, hay una leyenda que cuenta que un chico y una chica estaban perdidamente enamorados y acordaron fugarse, encontrándose en dicho puente a medianoche. Por desgracia, el niño nunca apareció, y ya sea por la tristeza o el desconcierto, la chica termina quitándose la vida al arrojarse por el puente. ¿Y después? Bueno, el espíritu de la joven decide perseguir y aterrorizar a los estudiantes del campus universitario… Una decisión cuanto menos curiosa, desde luego. Retomando el hilo, ya habréis adivinado llegados a este punto que las cosas comienzan a irse de madre y todo sale mal muy rápido para este grupo de amigos, pues antes de darse cuenta las tonterías y los sustos falsos dejan paso a un verdadero mal del que tendrán que intentar escapar y sobrevivir. ¿La única forma de detener la locura resultante de sus acciones? Realizar un exorcismo antes del amanecer.
Un grupo de amigos contra una entidad maligna
Inicialmente se propone una breve recreación de lo que será el verdadero ritual de invocación que se lleva a cabo en los primeros minutos de juego a modo de tutorial previo a lo que está por llegar. En cuanto a los controles, están limitados a interactuar con objetos, andar, correr o agacharse, lo esperable en un walking en primera persona. En cierto modo, será factible apuntar que la jugabilidad se divide en tres vertientes, a saber: interactuar con los compañeros, explorar y resolver algún rompecabezas muy puntual, y por último, correr y esconderse durante las persecuciones de los entes malignos. El primero, el drama estudiantil, es sin duda el que más tiempo consume de esta corta experiencia. Podrás ponerte en la piel de los seis estudiantes involucrados y experimentarás de primera mano cómo se enfrentan a esta situación de vida o muerte con un espíritu maligno suelto por la universidad, mientras descubres sus rasgos de personalidad. Cada uno lleva consigo un teléfono móvil que se actualiza periódicamente con mensajes de chat grupal. Son un grupo bastante sociable y a ratos, también disfuncional. En ocasiones, las conversaciones incómodas sobre las relaciones entre ellos, dejan paso a momentos absurdos e hilarantes, pasando del dramatismo propio a no entender nada o simplemente plantearte si realmente algunos de estos comentarios tienen cabida cuando tu vida está al filo de la navaja.
La exploración por el recinto de la Universidad de Tunghai y las inmediaciones del puente implican realizar diversas investigaciones en la penumbra, reunir los elementos necesarios, resolver algún que otro puzle que suele reducirse a dar con un objeto concreto y utilizarlo en otro lugar (una llave o un fusible, por ejemplo). No hay nada del otro mundo, estos rompecabezas sencillos se cuentan con los dedos de una mano y, por lo demás, mucha exploración de ritmo amenizada con algunos coleccionables que pueden servir para dar algo más de información, aunque son completamente opcionales, puesto que son bastante secundarios e inncesarios para aquellos que buscan hacerse con todos los trofeos. De vez en cuando somos testigos de algún que otro sobresalto, momentos de terror ocasionales como apariciones rápidas o movimiento de mobiliario. Todos estos eventos tienen lugar alrededor de los dormitorios de varios pisos, varias aulas, la oficina de seguridad y un parque público cercano.
Por último, hay que hablar de las partes que engloban las persecuciones, ese juego del gato y el ratón en el que el espíritu maligno busca acabar con nosotros. Estas secciones que también son escasas, consiguen producir, sobre todo al principio, una cierta mezcla de frustración y ansiedad. ¿Por qué? Bueno, a veces basta solamente con correr, pero en otras, el espíritu puede aparecerse por uno de tus caminos de huida o incluso, algo común dentro de las aulas, el mobiliario se moverá para cortar tu camino durante la huida, lo cual derivará en una muerte segura, pues no hay tiempo suficiente para reaccionar y regresar sobre tus pasos sin toparte de frente con tu perseguidor. La idea es huir hasta dar con algo que sirva de escondite, un baño portátil o una taquilla, mientras confías en que la escasa visión que tienes del exterior sea suficiente para ver si el ente está o no por la zona. De nuevo, salir y repetir hasta que consigas dejar la zona de influencia atrás y vuelvas a la exploración normal. Obviamente, si el espíritu te ve entrar en estas zonas seguras, te sacarán instantáneamente abriendo y tirando de ti hacia el exterior. Si bien estas secciones son las únicas con cierta chicha en la experiencia, no dejan de ser puro ensayo y error, pues nunca sabes cuándo van a cortarte un camino mágicamente o si al final del aula habrá una puerta abierta o cerrada.
Sensaciones extrañas
En lo relativo al plano gráfico, The Bridge Curse: Road to Salvation está impulsado por Unreal Engine 5, lo que permite una combinación de efectos realistas de iluminación y sombras, aunque al final del día, la experiencia deja unos resultados mixtos. Los entornos tienen bastantes detalles, incluida basura esparcida, estantes abarrotados y numerosos carteles que adornan las paredes del campus, lo que aumenta la credibilidad de estas ubicaciones. No obstante, el problema viene al hablar de los protagonistas, ya que los personajes no están a la altura en relación a lo anterior, con menos detallismo del que uno esperaría, dejando esa sensación de estar al nivel de una o dos generaciones anteriores. En cualquier caso, todavía funcionan lo suficientemente bien como para que todo el juego tenga éxito, pero la disparidad visual entre el escenario y los personajes es casi evidente, principalmente debido a lo impresionantes que son los lugares.
En la parte de sonido, hay buenas y malas noticias. La buena, que el juego dispone de subtítulos en español, la mala, que vaya traducción se han marcado… Si dijese que es mediocre creo que estaría siendo generoso con mi juicio. Desconozco si la traducción se habrá hecho directamente del chino mandarín o del inglés, aunque por lo que he podido leer, la traducción al inglés también es ciertamente deficiente, por lo que poco importa. En este punto y entre errores y sinsentidos, podría llegar a creerme que la traducción hubiese sido hecha con Google Translate. Igualmente, la sincronización labial no va acompasada la mayor parte del tiempo. En fin, supongo que habrá que agradecer que al menos llegue en español, aunque sea de aquella manera…
Conclusión
The Bridge Curse: Road to Salvation es una experiencia complicada… Durante su breve duración hace algunas cosas bien y otras mal, mientras intenta combinar algunos elementos bien conocidos del género con otras ideas modernas que son bienvenidas. El folclore, las leyendas urbanas y los exorcismos, se entremezclan con los móviles, el streaming o los chat grupales. Esa una experiencia artificial que mediante exploración, resolución muy limitada de rompecabezas y un rudimentario sistema de correr y esconderse que funciona a base de frustración y constante prueba y error, se posiciona como una experiencia que puede llegar a disfrutarse, pero muy seguramente, no vayas a acabar recordando con el paso del tiempo ni mucho menos recomendando a amigos y conocidos.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.