[Análisis] Finding Paradise

[Análisis] Finding Paradise

Todos hemos querido cambiar algún hecho o mala acción que hayamos cometido. Es natural, ya lo decía el bueno de Miguel en La ruta hacia el dorado: “errar es humano”, y ese hecho intrínseco nos lleva a desear corregir las malas decisiones que tomamos. El cómo actuamos en la vida determina en cierta manera qué y quiénes somos. De eso mismo trata Finding Paradise, –secuela directa de To The Moon-, un título cuyos temas orbitan sobre la madurez y la confianza necesaria en uno mismo para afrontar los obstáculos que depara el mundo en el que vivimos.

El esquema es el mismo que en el anterior juego de Freebird Games: Sigmund Corporation es una empresa que se encarga de modificar los recuerdos de una persona para que, en su lecho de muerte, tengan unas memorias idílicas de su vida. El modus operandi para la modificación de las memorias es la búsqueda de los mementos, es decir, objetos que tienen o han tenido relevancia en la vida del paciente y que suponen un nexo de conexión entre los diferentes períodos de su vida por los recuerdos que evocan.

Los agentes de Sigmund encargados de lidiar con el nuevo caso que acontece son los habituales: el Dr. Neil Watts y Eva Rosalene, unos personajes muy carismáticos y hacedores de humor y guiños mediante el fan-service, que relaja el efecto dramático de la trama en los momentos oportunos.

A nivel jugable estamos ante el clásico “point and click” que ya estaba presente en el primer título, permitiéndonos explorar el escenario a un simple toque de ratón. También siguen siendo protagonistas los sencillos “puzles” de los mementos, mediante los cuales podremos recorrer las memorias del paciente. Por otro lado, la experiencia de juego no se limita solo a lo anterior, sino también a diferentes modalidades de géneros de videojuegos a los que Finding Paradise rinde homenaje, pues, a través de guiños a sagas como Street Figther, Dragon Ball o los RPGs de antaño, podremos experimentar parte de la esencia inherente de algunos títulos de esta clase.

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El problema que tiene el fanservice o guiños en Finding Paradise es cuando este lo utiliza para cimentar algunas bases de la historia que se está tratando de contar. Por ejemplo, en un punto concreto de la trama, se muestra un homenaje a la mítica saga de El Padrino. El inconveniente no es tanto que Freebird Games quiera rendir tributo al señor Don Vito Corleone. El meollo es que un acontecimiento que determina en cierta manera el primer paso para que se produzca la evolución de un personaje sea mediante algo que se ha sacado de otro sitio. Es como si el título no tuviese suficiente identidad propia como para contar los elementos importantes de manera original. Por lo demás y obviando esto último, estamos ante un título muy bien hilado narrativamente.

El paciente al que debemos atender se llama Colin, un piloto de aviones retirado que se encuentra en sus últimas horas y cuyo deseo no es otro que cambiar pequeñas elecciones y detalles que, en su momento, impidieron que todo saliese de manera perfecta. La ambigüedad de tal deseo y las complicaciones que surgen en el camino traerán de cabeza a los expertos Sigmund.

Más allá del oficio

Si vas a ver una película al cine lo más probable es que tras su visionado no te quedes como un mero espectador, sino que compartirás tu punto de vista con tus amigos o conocidos sobre la peli en cuestión. En Finding Paradise– y en To the Moon– ocurre lo mismo con Neil y Eva, su papel no se limita a observar de manera anacrónica la vida de Colin, sino que frente a los conflictos que se plantean en sus memorias, tratan de esbozar qué es realmente su trabajo y su funcionamiento a la hora llevarlo a cabo.

Además, de alguna manera, cada caso que atiende el dúo de Sigmund Corporation, aparte de quedar datado en su historial, también permanece impregnado en su cabeza. Y, por tanto, afecta a su manera de ver las cosas a través del prisma que les ofrece cada trabajo, poniendo así de manifiesto la complejidad de su labor que, a priori, podría parecer sencilla si somos simplistas.

El trasfondo

La obra de Kan Gao (director creativo) va ligada a diversos temas como la soledad, la inocencia y la confianza entre otros. De hecho, al ahondar sobre la inseguridad en uno mismo, se utiliza la figura de Colin para proyectar ese reflejo con el que todos podemos sentirnos identificados por esa vacilación o titubeo que alguna vez cometimos, reseñando cómo de esencial es tener convicción a la hora de lograr nuestras metas y objetivos. Sin embargo, este indie juega con ese mismo concepto, puesto que la confianza y el esfuerzo no siempre son una garantía de que vas alcanzar “el éxito”-entendiéndolo como la realización personal-, en lugar de eso, el título recuerda al jugador que la propia vida se las apaña para dar un golpe de realidad a nuestras expectativas y que, con esforzarse y poner ganas, a veces no basta.

Por otra parte, uno de los aspectos que también abarca Finding Paradise es a la madurez, mostrando que el inevitable paso de los años implica la ineludible obtención de responsabilidades que van ligadas a eso que llaman “ser adulto”.  Es ley de vida, creces, cambias, y poco a poco todo se torna más serio mientras desaparece la magia de la niñez. Pero tras todas esas 7 horas aproximadas que ofrece esta historia, lo que realmente se quiere transmitir es que el camino por el que avanzamos está lleno de piedras que a veces nos harán caer y otras aprenderemos a no volver a tropezar.

No todas las historias tienen por qué ser contadas

 

Conclusión

Finding Paradise es, en definitiva, un título que como mínimo merece una oportunidad por parte de quienes les gustan los videojuegos muy enfocados en el apartado narrativo. Tiene muy buenos momentos en los que relaja el drama de la historia rompiendo la cuarta pared y haciendo muy amena la experiencia. A pesar de que puedes jugar esta entrega de manera aislada, lo recomendable sería empezar por jugar To The Moon (su antecesora). Kan Gao comentó en su momento que para bien o para mal Finding Paradise iba a ser comparado con su anterior obra, y quizás eso mismo sea lo que la afea, el no contar con ese factor sorpresa y, por el contrario, poseer unas altas expectativas.

La intención de Gao nunca ha sido igualar a To The Moon o hacer llorar a la gente, sino contar una historia que tenga un significado. Y, a mi parecer, lo consigue. Quizás su trama sea inferior a To the Moon y tal vez es cierto eso de que “no todas las historias tienen por qué ser contadas”, pero claramente lo que se cuenta tiene un fin acorde a lo que se plantea y su apreciación va en base al juicio de cada persona, ya sea por sus propias experiencias personales o expectativas. Sea como sea, Finding Paradise no dejará a nadie indiferente.

Al igual que cuando se estrenó su precuela, el título está localizado solo al inglés, aunque dada la notoriedad de los trabajos de FreeBird Games la espera para poder disfrutarlo en español probablemente no será por mucho.

HeavySoul

Tercero de periodismo.Tinerfeño y de ahí que se inventaran su nombre. En las comidas familiares siempre le preguntan cómo va ganarse la vida escribiendo sobre las maquinitas.