[Análisis] Sorcery Saga: Curse of the Great Curry God

[Análisis] Sorcery Saga: Curse of the Great Curry God

PlayStation Vita fue una consola con bastantes problemas de catálogo para los gustos del grueso de jugadores occidentales, pero no así para los aficionados al manga/anime. Al final, quedó como una consola ideal para este tipo de jugadores que, aún a día de hoy siguen recibiendo videojuegos de corte japonés en la portatil de Sony.

A lo largo de los años, algunos de los títulos que fueron lanzados en PS Vita, se fueron adaptando a otras plataformas más mayoritarias. En algunos casos como Gravity Rush, la beneficiada fue PlayStation 4, pero en otros como el caso de Ys: Memories of Celceta o este Sourcery Saga: Curse of the Great Curry God, se han trasladado a PC.

Sourcery Saga: Curse of the Great Curry God es un videojuego que apareció inicialmente en PS Vita en 2014, fue desarrollado por Compile Hearth y ahora ha llegado a PC. Se trata de un dungeon crawler cargado de humor y repleto de personajes carismáticos, y una estética que, aunque sencilla, es muy agradable a la vista.

Historia

En el videojuego encarnamos a una muchacha llamada Pururu, una chica que tiene como objetivo convertirse en maga, y para ello, está cursando sus estudios en una escuela de magia para llegar a conseguir algún día su objetivo.

No es la estudiante más hábil, pero de una forma u otra consigue ir superando todas la pruebas que le van poniendo, y consigue llegar al final. Para ser oficialmente una maga, tiene que superar una última prueba que le servirá como graduación.

Dicha prueba consiste en llegar y adentrarse en una torre para conseguir una piedra, pero su objetivo se ve truncado por algo que evidentemente no os vamos a “spoilear”. Lo que parecía ser la linea de meta para covertir a Pururu en la maga que tanto ansia, termina con ella suspensa. Pero como no todo podría ser malo, ese viaje fallido a la torre nos hace conocer a Kuu, un extraño personaje con pinta de peluche al que su aspecto aparentemente inofensivo, contrasta con su apetito voraz.

Esto es más o menos el prólogo, la historia en realidad gira en torno al curry. El restaurante predilecto de Pururu -especializado en ese tipo de ingrediente- se encuentra en peligro, pues, una gran cadena de restauración amenaza con condenarlo al cierre. Para evitarlo, nos ofrecemos a buscar los ingredientes necesarios para elaborar la receta de curry definitiva. Y bajo esa premisa, se desarrolla toda la trama.

La historia está muy presente en todo momento, no es demasiado original ni inolvidable; los diálogos se llevan buena parte de las horas de juego, y por ello tener un cierto nivel de inglés es importante.

El humor es la parte más destacable, pero hay que tener en cuenta que es humor típico de la cultura, y no es apto para todo el mundo. Está repleto de excentricidades y clichés típicos de los videojuegos o animes de este estilo.

Jugabilidad

Como ya hemos mencionado antes, se trata de un dungeon crawler. Está compuesto de una sucesión de mazmorras que se forman de manera aleatoria cada vez que entramos, y ofrecen un nivel de reto bastante elevado. Más, de lo que nos puede parecer de primeras al ver la estética; pero eso se tratará más adelante.

Está curva de dificultad viene dada porque, cada vez que salimos de una mazmorra tanto el nivel nivel como las estadísticas de nuestros personajes se reinician. Conservamos cosas como el equipo o los objetos, pero el resto vuelve a como era en un principio.

Esta repetición es importante, pues la rejugabilidad de las mismas es inevitable a la hora de ir consiguiendo mejor equipo y objetos que combinar para seguir avanzando más y más en el desarrollo de la trama.

En los diferentes niveles tienen lugar ciertos diálogos, tanto entre nuestros personajes como con los diferentes secundarios que nos vamos encontrando. Ahí, es donde tienen lugar los momentos más jocosos de la trama. Un humor repleto de excentricidades.

Kuu, nuestro pequeño compañero, también toma protagonismo en las mazmorras luchando a nuestro lado, pero su sistema de progresión avanza de forma diferente. Su nivel aumenta según le vamos dando diferentes objetos que nos vamos encontrando en las mazmorras; bueno, más que dárselos se los lanzamos para que se los coma.

Gráficos y sonido

En cuanto al apartado gráfico no hay nada destacable. Es bastante modesto, y se nota a la legua que es un juego de PS Vita. Los diseños de personajes tienen un estilo claramente basado en manganime, y las mazmorras, que como ya hemos dicho antes se generan de forma aleatoria, se llevan el poco esfuerzo que la gente de Compile Hearth parece haberse tomado a hora de desarrollar todo lo tocante a lo técnico.

El port para PC no dispone de selector para los gráficos, hay que conformarse con poder elegir si queremos jugar en modo ventana, a pantalla completa o la resolución. El resto, tiene unos parámetros definidos por defecto.

El sonido sale bastante mejor parado, pues, aunque el listado de canciones no tiene ninguna memorable que nos vaya a volar la cabeza, son variadas y cumplen su función. Las voces están en japonés y los efectos de sonido también lucen a un nivel notable.

Conclusión

Finalmente, estamos ante un videojuego claramente de nicho, tanto en su historia, apartado gráfico o jugabilidad se queda muy lejos de cualquier referente en el género. La historia es sencilla, y se sigue con interés gracias a los toques de humor, pero no es épica ni cuenta nada mínimamente interesante.

La jugabilidad me parece de largo lo mejor del título, no tiene unas mecánicas profundas, pero si se hace muy entretenida, y lo mejor de todo es la dificultad, que te pone en situaciones bastante dramáticas en las que un error, puede condenarnos a volver a la aldea de forma prematura y, por supuesto, perdiendo irremediablemente todo lo conseguido en esa mazmorra.

No es un producto redondo, pero puede mantenerte entretenido durante las 10-15 horas que puede durar. Si te gusta la cultura japonesa es probable que te divierta, si prefieres algo más serio, Sorcery Saga: Curse of the Great Curry God no es tu videojuego.