Dentro de la historia del cómic europeo, y realmente del cómic mundial, pocas son las historias que consiguen mantenerse vigentes con el paso del tiempo. Y es que, en toda Europa podemos destacar, como mucho, unas pocas obras por país (y según que país) que sean aclamadas en todo el mundo y que a día de hoy influyan a otros autores, manteniéndose como una marca fuerte que ha superado el paso del tiempo. Y más allá de nuestra querida Mortadelo y Filemón del genial Ibáñez, o de la legendaria Las Aventuras de Tintín del genio Hergé, posiblemente la serie de cómics más importante, fuerte y valorada a día de hoy, sea la francesa Astérix el Galo, creada en el año 1959 por el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo, en donde se nos presentaba a una pequeña, entrañable y, sobre todo, pintoresca aldea de galos en el año 50 a.C que resistía los ataques del ejército romano a los mandos del César gracias al uso de un brebaje mágico creado por el druida Panorámix. En este contexto encontramos a Astérix, un pequeño y astuto soldado galo que repelerá los ataques de los romanos junto a la ayuda de su mejor amigo Obélix, un fuerte galo que, al caer en la marmita de brebaje de chico, siempre tiene el poder del brebaje y no necesita tomarlo (sin olvidarnos de su perro Ideáfix, un simpático cánido ecologista).

Con un gran número de colecciones caracterizadas por su alto nivel de calidad, humor paródico e inteligente, y por contar con un gran plantel de personajes cada cual más curioso que el anterior, las aventuras de Astérix el Galo crearon escuela y consiguieron una gran popularidad en todo el mundo. Y como es lógico, poco tardaron en llegar las adaptaciones a otros medios. ¿Y cómo creéis que salieron? Pues por lo general, sorprendentemente bien, ya que en todas se trataba el material original con un profundo respeto, y eso hacía que se dieran obras buenas e interesantes. Destacamos así grandes películas de animación como Astérix y las 12 pruebas (os la recomiendo muchísimo, por si no la habíais visto antes), buenas películas live-action como Astérix y Obélix Contra César (1999, Claude Zidi), y, como no, buenos videojuegos, entre los que destacamos la saga XXL, cuya primera entrega, lanzada originalmente para PlayStation 2 y GameCube en el año 2003 y distribuido por Atari, ha recibido un remaster para las consolas de la actual generación de la mano de la distribuidora Microids, habiendo lanzado antes la tercera entrega de esta saga y una remasterización de la segunda entrega. ¿Qué tal está esta remasterización, se adapta bien a la industria actual? ¿Gustará a los fans del material original? ¿Qué tal se mueve en Switch? Todo esto, y mucho más, en el análisis que podéis leer a continuación.

 

Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor

¿De qué trata la historia de Astérix y Obélix XXL? Pues como os he mencionado en la introducción, nos encontramos en la pequeña aldea de galos pacífica y tranquila hasta que un día es atacada por sorpresa por los soldados romanos. Estos acaban secuestrando a la gran mayoría de la población, aunque no contaban con que Astérix, Obélix e Ideáfix estarían fuera de esta. Al regresar y encontrar todo patas arriba, estos se embarcarán en una aventura en la que deberán encontrar a sus compañeros y liberarlos de las garras de los romanos. La historia, como podéis observar, es bastante sencilla pero interesante, y se adecua perfectamente a la idea que se establece en los cómics. Vaya, que se trata de una historia decente que no desencaja para nada con estos personajes o con este mundo. Sin embargo, y a pesar de que está bien, creo que podría haber dado mucho más de sí. Y es que, teniendo en mente lo interesantes que son las historias de este dúo, en el juego encontramos una historia sencillita y que tiene una importancia menor, dando pie a que el juego se centre principalmente en su jugabilidad y niveles. Y lo entiendo teniendo en cuenta el contexto de la época, en donde los plataformas 3D estaban en auge y se jugaba más con la idea de ofrecer una variedad de niveles interesante antes que una historia más profunda, pero teniendo en cuenta la licencia ante la que nos encontramos, hecho en falta una mayor profundidad y, sobretodo, un mayor sentido del humor en cuanto a diálogos.

Aún así, todo esto no implica que el universo de Astérix no esté bien representado, pues para nada esto es así, realmente en todo momento el juego te demuestra que sí que nos encontramos ante el mismo mundo de las historietas. Y en cierto sentido, algunos gags visuales sí que son bien representados, como por ejemplo, la idea de representar el mundo antiguo fusionado con ciertos elementos actuales, o la mezcla tan curiosa de culturas. Son pequeños detalles que funcionan muy bien y que encantarán a los fans de los cómics. En general, la representación de la historia y de los personajes es buena, pero podría haber dado mucho más de sí, pues encontramos en muchas ocasiones a los protagonistas callados, cuando creo que se podría haber aprovechado para soltar alguna coña, o alguna ocurrencia que demuestre lo interesantes que son ambos personajes. Si buscáis una trama como la de los cómics aquí no lo encontraréis, pero tampoco considero que sea decepcionante. Creo que está bien, pero podría haber sido mejor.

 

Hora de tomar la poción mágica

Siguiendo con la jugabilidad, nos encontramos aquí ante un juego que sigue los esquemas clásicos de los plataformeros en 3D que reinaron las consolas a principios del milenio. Así, podemos controlar tanto a Astérix como a Obélix en largos niveles que se subdividen en fases en el mapa general. Es decir, podemos pasarnos un nivel del tirón, y nos puede llevar completarlo más o menos una hora, o podemos dejar de jugar y seguir en ciertos checkpoint, apareciendo en el mapa general distintos niveles. Los niveles son interesantes y no están mal diseñados, aunque en algunos momentos pecan de ser poco intuitivos. Algo más de señalización no habría venido nada mal. Pero en general, el diseño de niveles me ha parecido bastante decente, en ningún momento aburre, manteniendo en general un ritmo bastante bueno. Los fans de los plataformeros encontrarán aquí algo cercano a, por ejemplo, los Crash Bandicoot en 3D o el primer Jak & Daxter, donde las claves están en los puzles, el plataformeo y los mamporros. Y creo que lo que mejor sale parado en este título es el tema de los rompecabezas, que me han parecido muy bien diseñados y me han gustado mucho.

El control de los personajes es, al mismo tiempo, simple e intuitivo. Contamos con un doble salto, un botón para lanzarnos en carrera, otro para golpear y otro para agarrar. No hay muchas mas opciones, salvo un par de combos, y aunque por lo general creo que no harían falta muchos más, no habría venido mal algo de variedad en el combate, pues se basa única y exclusivamente en machacar el botón de ataque, por lo que hay 0 estrategia. Y sí, sé que le pido peras al olmo y que es muy divertido aporrear romanos y lanzarlos por los aires… pero creo que le habría venido bastante bien algo más de variedad en el combate. El cambio en el control de personajes no es manual, y depende de la zona o el momento en el que nos encontremos, no habría estado mal poder cambiar al instante en cualquier momento. Esto no es una queja, más bien un pequeño resquemor que me surge, ya que en ciertos momentos me habría apetecido apalizar romanos con Obélix, pero el juego simplemente no lo permite. Una pena, pero entiendo que por temas de diseño no se pueda. Por último, comentar que he encontrado más de un bug, algo que sería conveniente repasar de cara a una futura actualización, y que los detalles nuevos que se incluyen en esta remasterización, como el medidor de fuego de las antorchas, por ejemplo, son bastante buenos y ayudan a hacer de esta la edición definitiva.

 

Dos galos contra todo el imperio romano

El apartado gráfico es uno de los que más destacan de esta versión, y no es para menos, pues se trata del reclamo principal para todo aquel jugador amante de la saga que en su día no pudo disfrutar de la entrega original. Y es que, nos encontramos ante un lavado de cara completamente impresionante y ejemplar, que demuestra el buen hacer del estudio desarrollador y que da una lección a otras compañías de cara a como tratar con mimo y cariño sus productos. Por supuesto, no todo es perfecto, pues la resolución se podría haber mejorado un poco y quizá los modelos, pero por lo demás todo el juego se ve muy bien y se siente, a nivel gráfico, como un juego competente en la actualidad. De hecho, un pequeño detalle que me ha parecido fascinante y que aprecio mucho, es el de incluir un botón con el que cambiar en todo momento y sin ningún tipo de pantalla de carga o ralentización, la opción de alternar entre los gráficos modernos o los de la versión original, demostrando la clara mejoría gráfica que se ha dado con esta remasterización. Los frames se mantienen estables, y en general, todo ha mejorado de forma clara y detallada. Así que, chapó por el equipo que se ha currado realmente este apartado.

Ojalá pudiera decir lo mismo del apartado sonoro, pero no está tan currado ni es tan bueno. Nos encontramos ante una banda sonora sencillita pero que tiene muy poca fuerza, apareciendo en momentos puntuales y quedando en segundo plano. Los efectos de sonido sí me parecen más decentes, habiendo sido mejorados con respecto al juego original de una forma notable. Por último, el juego cuenta con doblaje al español, algo muy de agradecer a pesar de que su calidad no sea la más óptima, con unas voces algo acartonadas.

 

Conclusión: Astérix y Obélix, es hora de ir a Roma

Astérix & Obélix XXL: Romastered se trata de un buen ejemplo de cómo remasterizar bien un título clásico, aportando los suficientes cambios y mejoras gráficas como para justificar su compra a todos los poseedores del título original. Así, estos encontrarán un viejo amigo en mejor forma que nunca, con sus cosas buenas y sus cosas malas, mientras que los nuevos jugadores encontrarán un simpático juego de plataformas y acción que representa de forma correcta el rico universo creado por Goscinny y Uderzo que, a pesar de sus fallos y de quedarse corto en ciertos aspectos, acaba resultando una buena aventura que podrá disfrutar el público de todas las edades.