Evidentemente, el representante más popular de este subgénero no es otro más que Undertale, la joya del RPG underground lanzada en 2015 y realizada, curiosamente, por un ex-modder de Earthbound, Tobyfox. El éxito de este título hizo que se abriera camino a una nueva oleada de “quirky RPG” en donde la experimentación va un paso más allá, lo que parecía en un primer momento algo imposible. Así, durante la última década hemos visto proyectos de todo tipo, pasando de juegos que apuestan por los juegos por turnos convencionales hasta proyectos en los que los géneros convencionales se diluyen para dar forma a un entorno completamente experimental en donde todo vale. En este contexto encontramos al juego del que hoy vengo a hablaros, Athenian Rhapsody, un curiosísimo título que mezcla ideas de diversos RPGs y que ya se encuentra disponible en todas las plataformas actuales, incluyendo dispositivos móviles. Desarrollado por Nico Papalia, ¿estará a la altura de las expectativas y de sus principales influencias? ¡Veámoslo en el análisis completo, que como de costumbre podéis encontrar a continuación!
Elige tu propia aventura
Si los JRPGs se han caracterizado por contar con una trama lineal, Athenian Rhapsody ha buscado romper con los esquemas impulsando una narrativa moldeable que varía con cada una de nuestras decisiones. Así, encarnaremos a nuestro avatar, un personaje editable (si bien las opciones son realmente escasas) que contará con nuestros propios gustos, miedos, e intereses teniendo que escribirlos al iniciar la partida para forjar una suerte de personalidad que afectará enormemente al desarrollo del juego. El objetivo será crear nuestra propia Rapsodia, es decir, nuestra propia aventura, para lo cual habrá que explorar Atenas mientras interactuamos con toda clase de personajes, cada cual más raro que el anterior. Ojo, cualquiera puede ser tanto nuestro amigo como nuestro enemigo, variando esto según las decisiones que tomemos, las acciones que realicemos y la forma en la que afrontemos cada combate. He de decir que la historia del juego va de menos a más, pasando de ser aparentemente una propuesta sencilla que no busca sorprender en su historia principal, dando más importancia a los diálogos y a las rupturas de la cuarta pared, a una obra sorprendentemente compleja y divertida que pilla a cualquiera desprevenido.
A lo largo de sus poco más de cinco horas, Athenian Rhapsody presenta momentos variados que nos harán reir, emocionarnos y… Bueno, enfadarnos con las respuestas de algunos personajes. El título de Nico Papalia rezuma un espíritu irónico y humorístico que se ve perfectamente reflejado a través de los diálogos, pues los personajes responden en múltiples ocasiones de forma mordaz e irritante a nuestras acciones. No somos el héroe elegido ni un superhéroe, por lo que nadie tiene por qué tratarnos por encima del resto. Las interacciones sociales que presenta el juego son su aspecto más memorable, ofreciendo una aventura divertidísima y satírica que nunca deja de divertir, si bien nunca deja de salir de la alargada sombra de Undertale, juego del que toma prestadas muchísimas bromas, arquetipos de personajes y giros de guion. Tristemente, el juego llega a nuestro territorio sin traducir al español, pudiendo jugarse en un inglés algo complejo que puede echar para atrás a más de un jugador, especialmente si no entienden bien el idioma de Shakespeare.
Un RPG que tiene un poquito de todo
Si pensáis que los “quirky RPG” pueden parecerse mínimamente a los juegos convencionales de rol, mal vamos, y Athenian Rhapsody es un ejemplo perfecto de esto. En el RPG de Nico Papalia tendremos que explorar un entorno algo lineal plagado de criaturas extrañas que no dudarán en enfrentarse a nosotros, lo que nos abre un pequeño abanico de posibilidades. Así, podremos luchar y partirles la cara para demostrarles quién manda, o hacer uso de nuestros encantos para convencerlos y forjar un duradero lazo de amistad. Independientemente de lo que elijamos, para sobrevivir a cada turno tendremos que superar pequeños desafíos que recuerdan, por ejemplo, a los juegos “shooter” y “bullet hell”, teniendo que esquivar diversos tipos de proyectiles para que nuestra barra de vida no se reduzca. Cabe destacar que no solo encontraremos esta clase de desafíos, siendo uno de los grandes aciertos del juego la variedad jugable presente durante las batallas. Como podréis imaginar, cada decisión tiene un enorme peso en el desarrollo de la aventura, pudiendo contar con más o menos aliados según nuestra inclinación moral quienes nos podrán ayudar durante la batalla. Quizá un aspecto que no me ha convencido tanto sea su diseño de niveles, siendo este especialmente lineal y carente de la creatividad vista en su sistema de combate o en su escritura, pues aunque hay secciones que pondrán a prueba nuestros reflejos o que impulsan mecánicas originales, estos son mucho más limitados y similares a los vistos en otros juegos.
Y quizá este sea el punto más controvertido de todo el juego, su originalidad. Creo que, con ver un par de imágenes, queda bastante claro que este juego parte de las bases técnicas, visuales y mecánicas de Earthbound y Undertale, utilizando el aspecto gráfico y la aleatoriedad del primero con la escritura y el diseño jugable del segundo. No es malo que haya juegos inspirados en otros, pero lo que aquí encontramos es una suerte de secuela espiritual que no arriesga tanto como me gustaría, especialmente en lo que a tratamiento gráfico se refiere. Así, encontramos un precioso trabajo pixel art que hace gala de una paleta de colores realmente variada y detallada y que presenta una enorme variedad de elementos en pantalla, dando pie incluso a objetos en alta calidad que, si bien chocan con el estilo, se sienten naturales dentro del contexto. Sin embargo, muchos de los elementos visuales parecen sacados directamente de Earthbound, tal y como ocurre con el modelo del protagonista o con los regalos, lo que resulta cuanto menos cuestionable. En general, se trata de un juego vistoso y bonito que se ve algo condicionado por su excesiva necesidad de imitar a sus referentes. En lo técnico la versión de Switch presenta pequeños problemas de rendimiento, si bien no es nada que arruine la experiencia, y en cuanto al trabajo musical lo que encontramos aquí es una excelente variedad de composiciones que acompañan a la perfección este alocado viaje.
Conclusión: Una aventura inolvidable e incorregible
Athenian Rhapsody se trata de un juego muy particular que fascinará a los amantes de los “quirky RPG”, presentando un universo alocado y creativo repleto de personajes memorables y giros de guion sorprendentes. Su sistema de combate y su banda sonora enganchan desde el primer minuto, si bien su diseño de niveles demuestra que aún hay cosas por pulir. Por desgracia el juego no llega en español, pero si se os da bien el inglés no dudéis en darle una oportunidad.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.