[Análisis] Namco Museum

[Análisis] Namco Museum

Los seres humanos somos muy dados a recordar, nos gusta sentarnos y mirar hacia atrás en ciertas ocasiones, ahondar un poco en nuestro pasado con cierto sentido de la nostalgia, y anhelamos una manera de poder viajar atrás en el tiempo y disfrutar, poder revivir algo que parece que ya se ha ido por completo… Esto es algo que sucede mucho cuando se trata de videojuegos, y las compañías están encantados de aprovechar este sentimiento con remasterizaciones y colecciones de juegos clásicos. La gente de Bandai Namco han sido los últimos en subirse a bordo de este tren, con Namco Museum para Nintendo Switch. En cualquier caso, es importante saber que esta no es la primera vez que un se lanza un Namco Museum, de hecho fue hace casi 20 años que el primer juego con este nombre salió en la PlayStation original, pero los juegos clásicos son atemporales, y desde Bandai Namco lo saben.

¡CLÁSICOS Y NO TAN CLÁSICOS!

Namco Museum incluye 10 juegos de arcade clásicos: Pac-Man, Galaga, Galaga ‘88, Dig Dug, Druaga, Skykid, Rolling Thunder, Rolling Thunder 2, Spatterhouse y Tank Force. Personalmente, veo un pequeño problema en esta lista, y es que dos de estos juegos son secuelas, y para ser justos, no todos ellos son lo que yo llamaría un “clásico”. ¿Y por qué sólo 10 juegos? La compañía tiene una rica historia en el terreno de las arcades, ¿por qué faltan juegos como Pole Position, Pac Mania, Mr. Driller o Galaxian? Parece que hay algunos títulos que extrañamente se han omitido en esta colección, probablemente con la opción en mente de sacar otros volúmenes en el futuro para la máquina de Nintendo. Por lo menos incluyeron Pac-Man Vs, una versión multijugador del archiconocido juego que permite jugar hasta a 4 jugadores al jugar con otras Switch, o 3 jugadores cuando disponemos de una sola consola.

Aunque sólo hay 10 juegos, se nota que cada juego ha sido tratado cuidadosamente, y los ports, según lo que yo recuerdo, son fieles a los originales. Pero esto trae consigo un pequeño problema, y es el tamaño del área de juego. Como éstos eran todos originalmente juegos de arcade, el área de juego real de los juegos ocupa solamente un tercio de la pantalla, con el resto cubierto con un fondo específico del juego. Las opciones de visualización parecen que pueden ayudar, con cosas como posicionamiento vertical/horizontal, relaciones de aspecto y tamaño de punto fijo. Pero todas estas opciones se aplican a la pantalla del juego y no están en relación con la pantalla Switch, lo que significa que son un añadido bastante inútil. El juego nos permite girar la pantalla 90 grados y, a continuación, potencialmente jugar con una mayor área de juego, pero curiosamente esto no ayuda demasiado, puesto que tenemos que jugar con la Switch de lado (en caso de estar en el modo portátil) y a la hora de echarle mano a los controles todo se complica por la posición de la consola, y por supuesto, porque al girar la pantalla los controles cambian de posición en los Joy-Con.

También vale la pena recordar que todos estos juegos se hicieron con la intención de acabar con los pocos ahorros que tenían los niños en sus bolsillos. Juegos como Pac-Man y Galaga no se sienten injustos en cuanto a dificultad se refiere aunque hayan pasado unos cuantos años, ya que eran juegos de habilidad y práctica. Pero otros como Splatterhouse, Rolling Thunder y Tank Force se sienten por el contrario injustamente difíciles. Por lo menos podemos insertar una cantidad ilimitada de monedas en cada juego, pero eso no lo hace menos frustrante.

El juego cuenta con una buena presentación, cada uno de los juegos que van en Namco Museum están bien porteados y tiene dos modos, original y desafío. El aspecto, la sensación y los sonidos de los menús son bastante apropiados y están bien diseñados.

CONCLUSIÓN

No estoy totalmente seguro de a qué clase de público va dirigida esta colección. Los jugadores mayores que hubieron disfrutado de estos juegos en una máquina arcade, probablemente han tenido varias maneras de jugar muchos de estos juegos a través de los años, aunque en caso de no haber sido así, poder jugar a estos títulos en una portátil siempre representa un aliciente de interés. Los jugadores más jóvenes, que nunca han jugado ninguno de estos juegos, difícilmente disfrutarán de la mayoría de estos juegos debido a su diseño arcade. Sin duda animaría a a aquellos que no han tenido la oportunidad de hacerlo, a probar Pac-Man, Galaga y Dig Dug, ya que son auténticos clásicos, pero probablemente recomendaría esperar a una futura rebaja debido a su elevado precio de salida.

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.