![[Análisis] DreadOut 2 [Análisis] DreadOut 2](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2020/02/dreadout-2-review.jpg)

¿Por qué os hablo de esto? Bueno, intento allanar el terreno para hablaros de DredOut 2, el último título del estudio independiente indonesio Digital Happiness. Si no conocéis mucho de DreadOut, sabed que cuenta con un título principal y otro intermedio, así como cómics y una película. ¿Es casual mi mención a Project Zero? Para nada, la obra de la compañía de Bandung comparte bastante con la de Koei Tecmo.
Linda contra el mundo de los muertos
En DreadOut 2 volvemos a ponernos en los zapatos de Linda, una joven estudiante algo traumatizada (no sin razón) debido a los acontecimientos que tuvieron lugar en el primer juego. La historia es una continuación directa que tiene lugar cronológicamente tras el final verdadero del título original. Linda sigue con su vida, pero como era de esperar, parece que la pobre muchacha tuviese un imán para atraer todo lo negativo y grotesco del otro mundo. En busca de respuestas a los extraños acontecimientos que vivió, Linda tendrá que lidiar con topo tipo de infra seres del averno que la arrastrarán y se interpondrán en su camino.
En términos narrativos, no esperéis mucho, incluso aunque hayáis jugado a los anteriores. DreadOut hay que tomárselo como lo que es, una obra dividida en varios actos que presenta diferentes escenarios en cada uno de ellos. Algo oscuro y poderoso acecha a nuestra estudiante, sirviendo esto como detonante para todas sus desventuras entre espíritus, muertos vivientes y otras monstruosidades.
Tu smartphone es tu mejor aliado
DreadOut es en cuanto a jugabilidad se refiere, la propuesta más parecida dentro del género a Project Zero. El arma principal de Linda es su teléfono móvil, más concretamente, la cámara de este y el flash. El dispositivo será nuestra única y mejor baza para derrotar a los terroríficos seres que aparecen a nuestro paso, al menos, así es para los espíritus, ya que en esta entrega se introduce una nueva mecánica de combate de la que hablaré posteriormente.
El smartphone nos proporciona luz gracias al flash, haciendo las veces de linterna. Asimismo, puede recargarse para lanzar un haz de luz circular que aturde a los enemigos, dándonos así la oportunidad de golpearles con cierta seguridad o castearles una habilidad (en el caso de algunos jefes). Para liquidar a los entes espirituales, toca echar fotografías al más puro estilo Project Zero. Hay que hacerlas a una distancia concreta, ni demasiado cerca ni demasiado lejos, si queremos ir erosionando su salud. Además de la fotografía normal, se puede mantener pulsado el botón durante un lapso superior para hacer una algo más dañina que la simple.
Aunque la cacería se había reducido únicamente al uso del teléfono móvil en los títulos anteriores, en esta entrega se suma un combate físico con armas. No hay mucho más que comentar en este sentido, puesto que hay un único botón de ataque con arma y, en fin, las aberraciones corpóreas tipo zombis/esqueletos caen gracias a 3-4 golpes. Aunque es recomendable mezclar esto con un deslumbramiento de flash, para aturdir así al contrario y darle un golpe con mayor seguridad. De hecho, en determinados enemigos que cuentan con un punto débil concreto, esta es prácticamente la única forma de alcanzarlo (generalmente, la espalda). El arma se proporciona en cada acto, no esperéis nada similar a coleccionar un arsenal más o menos potente, nada que ver con eso, esto no es un RPG.
A los enfrentamientos paranormales, hay que sumarle una pequeña dosis de exploración en busca de ítems para avanzar, así como un par de puzles sencilletes ya casi en los coletazos finales del juego. El juego tiene alguna que otra misión secundaria y escenarios ocultos, que pueden ayudar a rellenar nuestra Ghostpedia (una enciclopedia con los espíritus que derrotamos) y darnos unos minutos de juego más. La aventura principal puede completarse en apenas unas 4 horas, una duración similar al primer DreadOut y DreadOut: Keepers of The Dark.
Los combates contra jefes tienen sus altibajos. Algunos son más desafiantes que otros, pero en principio no hay ninguna memorable. Dicho esto, tampoco vayáis buscando en DreadOut 2 el terror y la ansiedad que pueden generar otros juegos como Outlast, Alien: Isolation o Amnesia, por poner algunos ejemplos, ya que no vais a encontrarlo. No obstante, en su defensa diré que consigue crear un atmósfera densa y tenebrosa que puede atraparte fácilmente.
Mayor variedad de escenarios y fallos
DreadOut 2 ha mejorado no solamente a nivel gráfico, sino también en cuanto a localizaciones. Mientras que DreadOut tiene lugar en un colegio abandonado (gran clásico del terror del Sudeste Asiático) el 90% del tiempo, esta apuesta por una localización diferente cada capítulo que avanzamos. Visitamos desde un colegio, hasta un hospital, un hotel abandonado o una ciudad poseída por los espíritus. Esto es de agradecer, puesto que, aunque a nivel visual y de bugs tiene unas cuantas fallas que más adelante comentaré, esto le dota de una variedad la mar de interesante. Quizás, posiblemente, esta sea una de sus mayores virtudes. No será el juego más pulido ni te contará una historia interesante, pero por lo menos, puede verse como un compendio de lugares tenebrosos a visitar recreados decentemente.
Por otro lado, aunque los seres normales no destacan en demasía, ya que además se reciclan con cierta frecuencia, los jefes tienen un diseño bastante más destacable. Además, gracias a la Ghostpedia podemos saber más sobre ellos y si nos pica el gusanillo, solamente queda buscar el nombre en Internet y descubrir más sobre la historia que ha dado vida al monstruo.
Tristemente, la obra centrada en el tenebroso folclore de Indonesia no está exenta de errores. Unos meses más de trabajo no le habrían venido mal, y es que, hay desde problemas menores como pérdidas de texturas en elementos al ver a través de la cámara, hasta desapariciones de los subtítulos o la imposibilidad de ver las fotos de las galerías del móvil. Otros, ya algo más graves, tienen que ver con caídas de FPS, enemigos que desaparecen o la obligación de reiniciar el juego para coger un objeto necesario para avanzar, ya que no se nos da la opción de hacerlo. Por otro lado, y aunque no afecta en lo jugable, no llego a entender que se creen habitaciones en el juego que van a dejarse completamente vacías, a sabiendas de que vas a dejar una ventana que permite al jugador mirar en su interior. Igualmente, me sorprendió ver que algunos NPCs tienen rasgos faciales y detalles, mientras que otros, parecen maniquíes que quedan totalmente inmóviles y no tienen rasgos de ningún tipo.
Conclusión
Digital Happiness firma una entrega de su franquicia basada en el terrorífico folclore indonesio, que añade alguna mecánica nueva y despierta interés por su atmósfera. Si sois fans de Project Zero y del horror ligado al Sudeste Asiático, posiblemente os interese darle una oportunidad. Eso sí, tened en cuenta que hay una buena variedad de bugs y fallos gráficos, que aunque generalmente no rompen el ritmo de la aventura, están ahí.

Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.