[Análisis] Harvest Moon: Light of Hope Special Edition

[Análisis] Harvest Moon: Light of Hope Special Edition

Harvest Moon es una de las sagas más conocidas y longevas dentro del género de los juegos de gestión, recolección y simulación de granja. Desarrollado por Rising Star Games, y producido por Natsume, llega a nuestras consolas una colorida y alegre aventura a través de las estaciones. Estamos hablando de Harvest Moon: Light of Hope.

 

Esta vez nuestra misión no es solo reconstruir y mantener nuestra granja, sino devolver a la vida la isla entera. En esta versión del juego se ha incluido nuevo contenido como nuevas opciones de matrimonio, así como historias adicionales sobre un par de personajes secundarios.

Tras la tormenta siempre llega la calma

Comenzaremos el juego despertando en una isla desconocida. Ha habido una tormenta, y no sabemos como hemos llegado aquí. Al mismo tiempo conoceremos al primero de los personajes secundarios del juego, que nos introducirá a las mecánicas básicas jugables.

A partir de ese momento, y por decisión propia, haremos de la reconstrucción de la isla nuestro principal objetivo. Y hablamos de reconstrucción porque la isla estará prácticamente vacía. Será gracias a nuestros esfuerzos, y a la reparación de numerosas estructuras y edificios que la vida volverá a este lugar, poblándose cada vez más de pintorescos y extravagantes personajes.

La premisa del juego es simple, y nos da el empujón necesario para ponernos en marcha, aportando poco o nada a lo largo del desarrollo de la “historia”.

En seguida nos engancharemos a sus mecánicas que, si bien pueden hacerse adictivas con facilidad, no nos han parecido lo suficientemente profundas o elaboradas como para mantenernos enganchados en todo momento. Podremos plantar y recolectar frutas, semillas y hortalizas, criar animales, excavar en busca de minerales o pescar. Realizando estas acciones conseguiremos distintos materiales, necesarios para algunos crafteos o reparaciones, además de oro. El oro a su vez será necesario para mejorar nuestras herramientas o comprar nuevas semillas y materiales.

La granja con menos vegetales de la historia

Algo que nos ha chocado es que, a pesar del nombre del juego, la cosecha es realmente ineficaz como forma de negocio, valiendo más la pena actividades como la crianza o la minería, quedando la plantación relegada a un método para cumplir alguna misión específica.

Conforme avancemos en la historia desbloquearemos nuevas áreas y regiones, donde podremos encontrar nuevos materiales o nuevas formas de monetización (previo pago o arreglo casi siempre). Sin embargo, estas ampliaciones de las mecánicas se hacen toscas, y siguen sin profundizar a un nivel de diversión superior. El sistema de gestión de la energía del juego no ayuda a esta sensación de monotonía, pues la energía se agota rapidísimo y tendremos que volver a descansar rápidamente tras unas cuantas actividades.

Algo que ayuda a la experiencia es el modo cooperativo del juego, que desbloquearemos ya adelantada la aventura. En este modo, un segundo jugador controlará a una pequeña hada a la que veremos “nacer” de una gema. Esta hada, uno de los pocos personajes carismáticos del juego, podrá realizar las tareas del día a día con una facilidad mucho mayor que nuestro personaje, pero desaparecerá después de un rato, no pudiendo volver a invocarla hasta el día siguiente. Esto fuerza que el modo cooperativo sea pausado e interrupto, no generando una auténtica sensación de cooperación.

En esta versión del juego se han añadido nuevos contenidos tales como el pack de matrimonio o algunas nuevas misiones que crean nuevos arcos de personajes secundarios. Así podemos conocer aún más a algunos secundarios como Doc o Melanie.

Unos personajes y relaciones que rayan la línea más plana del horizonte

Pero no todo será cosechar, labrar y construir, pues Harvest Moon: Light of Hope vuelve a presentar, como es habitual en la saga, un sistema de relaciones y vínculos entre personajes. Sin embargo, no os creáis que aquí el juego va a pegar una vuelta de tuerca, pues los personajes que conoceremos son un conjunto de estereotipos y tropos tan manidos y planos que costará encontrar alguno que sobresalga entre los demás.

En relación a estos personajes, podremos aumentar nuestro vínculo y nuestra confianza con ellos mediante misiones. Cuantas más misiones completemos, más contento estará el encargante de dichas misiones, pudiendo forjar amistades con ellos o incluso pudiendo llegar a casarnos. Aquí voy a permitirme un pequeño matiz, y es que, por si alguien se lo estaba preguntando, el juego solo permite casarnos con personas del sexo opuesto.

El apartado artístico de Harvest Moon: Light of Hope es, como mínimo, olvidable

Y es que estamos ante un apartado gráfico y visual completamente desfasado. El juego es colorido, si, pero tanto sus modelados como sus escenarios podrían pasar perfectamente por los de un juego para móviles. No estamos ante un pixel art pulido y preciosista, como podría ser el de Stardew Valley, sino ante unos personajes y escenarios modelados en 3D, un 3D pobre y falto de ganas. Esto puede verse en los modelos de elementos como piedras, plantas, arbustos etc. No existen varios modelos para cada una de esas cosas, sino que tendremos un único modelado genérico de piedra, arbusto o planta que se repetirá una y otra vez hasta la saciedad.

A su vez, los diseños de personajes, edificios u objetos son desganados y sencillos. Y no os lo vais a creer, pero las animaciones siguen el nivel de detalle mostrado por los gráficos o el diseño artístico. Una pena, muchos de estos juegos basan gran parte de su encanto en gráficos y arte coloridos y preciosistas, o en un pixel art trabajado y llamativo.

Notas perdidas en el viento

Por su parte, la banda sonora vuelve a mostrar una mediocridad difícil de igualar. Los efectos de sonido del mundo que nos rodean se repiten una y otra vez, echando de menos varias notas o sonidos para una misma acción, que pudieran entremezclarse para paliar la sensación de repetición continua. El juego tampoco cuenta con doblaje, siendo la totalidad de los diálogos transmitidos mediante cuadros de texto y “animaciones”.

La música de Harvest Moon: Light of Hope tampoco va a hacer ganar puntos al juego. Alguna tonada, como la que suena en los días de verano o la bso de la mina, parecen tener algo más de pegada, pero en su grandísima mayoría estamos ante composiciones melódicas simples y planas, que acompañan de manera discreta nuestras tareas del día a día, variando entre cada una de las estaciones.

Conclusión

Harvest Moon: Light of Hope es un título que ha perdido gran parte de la esencia de la saga, dejando que esa alma sea “robada” por juegos como Stardew Valley o Story of Seasons. El loop jugable se queda corto y su apartado artístico, pobre en su totalidad, no ayuda a paliar esta sensación. Estamos ante un título que puede llegar a gustar a los amantes del género, pero que es fácil y sobradamente superado por muchísimas de las propuestas del mismo corte que pueblan el mercado actual.