Este segundo juego no es otro más que Inkulinati, título de estrategia por turnos desarrollado por el estudio polaco Yaza Games y distribuido por Daedalic Entertainment, a quienes seguramente reconoceréis por la serie Deponia y por… Bueno… Por El Señor de los Anillos: Golum. Pesadillas aparte, no se puede negar que Daedalic está construyendo un buen catálogo de juegos como distribuidora, e Inkulinati ha acabado resultando uno de sus juegos más populares y originales. Lanzado en Early Access el 31 de enero de 2023, rápidamente cosechó opiniones positivas de los jugadores, quienes alababan su humor, su sistema de combate y, por supuesto, su inmejorable estilo artístico. ¿Estarán en desarrollo más juegos con un estilo gráfico similar? Quien sabe, pero lo que ahora nos interesa es que, tras un año de espera, por fin se ha lanzado la versión completa de Inkulinati, y hoy vengo a contaros qué tal está y si mantiene el buen nivel visto en su primera versión. ¡Dentro análisis!
Un estilo de combate basado en la tinta
Inkulinati nos transporta al místico y regio ámbito clerical, y más concretamente a las secciones de los monasterios dedicadas a la escritura y al copiado de textos. Nos encontramos en la época medieval, un momento histórico convulso en el que la información solo era compartida y conservada por unas pocas mentes. No todo es trabajo, por supuesto, y estas mismas mentes tenían que divertirse de alguna forma… De ahí que naciera el Inkulinati, una suerte de competición en la que los escribas pelean haciendo uso de “bestias” creadas a base de tinta. En el modo Periplo, los jugadores nos pondremos en la piel de un joven aficionado al Inkulinati quien tendrá que abrirse camino entre bestias salvajes y luchadores de toda clase mientras escala puestos y conoce a grandes héroes de la historia de esta competición, entre los que destacan figuras de la talla de Dante Alighieri. La estructura de este modo de juego sorprende por su sencillez, pues solo consiste en avanzar de forma lineal mientras intercalamos combates con diálogos y algún que otro evento extra. Si bien esta idea no es mala sobre el papel, el problema surge rápidamente al comprobar que no hay mucha variedad de acontecimientos y eventos. En un par de partidas podremos comprobar todo lo que el juego tiene que ofrecer, lo que puede hacer que este modo de juego llegue a agotar más pronto que tarde.
¿Y qué hay de la historia que plantea el juego? Bueno, hay que decir que esta es poco más que nula, ya que el principal propósito del juego es hacer disfrutar con sus combates y con su diseño artístico. Esto podría ser un problema si no contara con un sentido del humor tan bueno, presentando en todo momento chistes, juegos de palabras y referencias visuales que encajan bien con las tendencias actuales y con el humor moderno. Me he reído en muchas ocasiones con sus diálogos, sus acciones y con incluso algunas mecánicas, siendo un juego ideal para desconectar y echar unas risas. Por supuesto, a todo esto ayuda que el juego llegue a nuestro territorio haciendo gala de una genial traducción al español que respeta y adapta de forma ideal ciertas frases hechas. ¡Ah, y mención especial a los cameos! Poder volver a ver al bueno de Andreas Muller le saca a cualquiera una lagrimita…
Bestias a mí
En cuanto a la jugabilidad de Inkulinati, tal y como os comentaba en la introducción nos encontramos ante un título de estrategia y gestión por turnos en el que tendremos que confeccionar a un pequeño ejército que defienda a nuestro escriba mientras derrota a las bestias enemigas y al escriba rival. Sobre el papel suena como algo sencillo, y no os negaré que durante sus primeras horas el juego no plantea ningún desafío memorable o exigente, pero eso es porque no ha puesto todas las cartas sobre la mesa. Lo que en un principio parece un juego de estrategia simple pronto se muestra como algo profundamente complejo en el que cada acción puede ser desencadenante de una victoria o una derrota. Esto se debe a la enorme variedad de bestias disponibles, cada una de estas dotadas de habilidades y estadísticas únicas, así como a la gran variedad de escenarios que podemos encontrar. No es lo mismo luchar en un escenario lineal y plano que en uno compuesto por tres plantas distintas, pues se deben tener en cuenta el movimiento de las unidades, la posibilidad de estas de atacar a distancia o la capacidad de empujarlas fuera del escenario. Inkulinati es un juego que ofrece grandes posibilidades acerca de su combate, siendo este un elemento increíblemente adictivo que mejora aún más en su vertiente multijugador. Y es que, aunque el juego pueda llegar a hacerse repetitivo en los modos de juego individuales, es en el multijugador donde más brilla. La versión completa ha potenciado el contenido general del juego, mejorando el componente multijugador y ahondando aún más en las diversas mecánicas que hacen que brille con fuerza su sistema de combate. Sin embargo, esto no quita que el juego deje de presentar problemas. Por ejemplo, considero que el combate podría hacerse algo más ágil, sintiéndose pesado realizar cualquier acción por mínima que sea. También se podría haber aumentado la cantidad de personajes disponibles, que aunque cuenta con algunos rostros muy reconocibles, se sigue sintiendo sorprendentemente escasa.
Es en el apartado visual donde el juego más sobresale, pues como os contaba en la introducción se recrea de forma fidedigna el estilo artístico presente en el arte medieval. Ojo, porque no solo se imitan ciertas formas y colores, sino que también se recrean de forma fiel las texturas e incluso el diseño de los personajes presentes en ciertas obras reales, como es el caso del mítico Yoda medieval. Todo esto se combina con el genial uso de fondos “realistas” que permiten sumergirnos aún más en la idea de que estamos ante obras de arte en movimiento. El resultado es un juego vistoso y muy, muy original, que hace un genial uso de su estilo artístico sin imitar lo visto en otros juegos. El título consigue innovar de forma satisfactoria, si bien los diseños de los menús me resultan algo… irregulares, no encajando del todo con la estética general. La llegada de la versión completa del juego viene acompañada de una limpieza general de bugs y errores, haciendo que nos encontremos ante una experiencia bastante pulida y con un rendimiento decente. Su tratamiento musical es sólido, presentando temas pausados que hacen gala de instrumentos de la época, pero que no terminan de destacar.
Conclusión: El arte de la guerra
Inkulinati es un juego atípico que consigue impulsar un sistema de combate sólido y adictivo salpicado por un estilo artístico original. Si bien el juego no difiere mucho de su versión en Acceso Anticipado, es innegable que nos encontramos ante un buen juego de estrategia que ofrece una enorme profundidad jugable. Aún con sus fallos, me es imposible no recomendarlo a cualquier fan del género.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.