Sueños de infancia
En Kamaeru: A Frog Refuge seguiremos la historia de Cleo, una chica que de pequeña, junto a su amigo Alex, exploraba los humedales en busca de ranas y las admiraba. Ahora, ya más crecidita, se ha enterado de que su amigo quiere abrir un santuario para ranas, como soñaban de pequeños, por lo que no duda en ir a echarle una mano a cumplir ese sueño y, de paso, seguir admirando las ranas y ayudando a su conservación.
La historia se mueve alrededor de eso en líneas generales. Iremos conociendo personajes y avanzando en la creación del santuario y las historias que nos vayan contando tanto los visitantes como personas que ayudarán a los dos chicos a aprender más sobre la biodiversidad para ayudar a las ranas tanto a asentarse como a procrear y tener un sitio donde no sentirse amenazadas.
La verdad es que la trama no es lo más profundo del mundo y, más pronto que tarde, dejas de prestarle hasta atención porque en realidad las mecánicas del juego son lo más importante y lo que aporta de verdad algo. Lo otro parece más una excusa para que el juego marche.
Creando el santuario
Kamaeru tiene diferentes secciones que engloban llevar el santuario de ranitas y hacerlo crecer. Lo primero con lo que nos encontramos es el refugio, en él podremos poner muebles e instalaciones de diferentes tipos para atraer a las ranas de diferentes tipos. Una vez veamos una rana, tendremos que darle de comer para domarla, cada rana tiene un tipo de alimentación preferente y tardaremos menos en domarla cuantos más de esa alimentación le demos. Una vez domada, ya podemos hacer crianza de esa especie de rana en concreto.
La crianza se hace con un mini juego. Elegiremos dos tipos de ranas para criar, y nos llevará a un mini juego estilo tres en raya donde tendremos que encontrar tres características iguales para que esa característica se le pasa a la nueva rana que estamos criando. La verdad es que con el tiempo se hace un poquitín repetitivo, pero bueno, en cierto modo entretiene.
Otra parte del juego es la de rehabilitad unos pantanos cercanos al refugio, de forma que nos sirve para conseguir ingredientes, tanto para alimentar a las ranas, como para crear objetos que vender para financiar el proyecto. En los pantanos tendremos que crear biomas que estén equilibrados para conseguir nuestros propósitos, por eso no podemos ponernos a colocar mil de la misma planta o el mismo tipo de estanque, hay que ponerlo todo en su justa medida para poder conseguir lo que buscamos.
Cuando vayamos consiguiendo ingredientes, podremos transformarlos en objetos que venderemos para financiar el refugio. Para ellos tendremos otro mini juego que nos dejará crear los objetos, así como otro para venderlo todo en la tienda de Alex al precio que marque, tendremos más y menos caros, y contaremos con diferentes tipos de mini juegos dependiendo de los tipos de objeto que queramos crear. Por ejemplo, si es comida, tendremos que hacer un juego para calentar una olla, pero si es textil, el juego tendrá que ver con una rueca, todo tematizado. Tendremos otras formas de conseguir dinero, pero se irán desbloqueando poco a poco y prefiero no quitar el factor sorpresa.
¿El juego tiene mucho más? No, la verdad es que no, es prácticamente esto pero cada vez a mayor escala y con más ranas y personajes, aunque tengo que decir desde ya que los personajes pasan sin pena ni gloria, ya que los presentan rápido y sin muchas ganas y no conocemos mucho sobre ellos durante el juego. Es entretenido y está bien planteado, pero es verdad que tienen que gustan de más las ranas para no aburrirte con el tiempo, ya que al final no es una jugabilidad que exija demasiado y es siempre muy parecida, por lo que a no ser que tengas alma coleccionista y te encanten las ranas como para conseguirlas a todas, seguramente es posible que te acabe por aburrir como a mi.
Un diseño de cuento
Nadie puede decir que Kamaeru no tiene un diseño salido de un cuento de hadas. Todo es precioso, como dibujado a mano y muy cuqui, incluyendo las ranitas que, aunque son de diferentes especies, son todas iguales menos por el color prácticamente. Hecho un poco de menos un poco más de variedad en los diseños, pero bueno, aún así casan bastante bien con el tipo de juego y cualquiera se enamorará de sus elementos gráficos, incluyendo personajes, ranas, muebles y todo lo que conlleva el propio refugio.
En cuanto a la música, su OST es muy normalita, y pasa desapercibida puesto que está creada para dar ambiente de tranquilidad al juego. Esto hace que al poco de empezar a jugar te olvides de ella fácilmente, que tiene mucho sentido por el género al que estamos jugando pero la verdad que he echado de menos un poco más de variedad musical y algo más llamativa, ya que si no, al final, tampoco aporta demasiado.
Conclusión
Kamaeru: A Frog Refuge es un juego estilo cozy donde en vez de una granja de verduras, tendremos una de ranas. Tendremos que criarlas y crear un buen ambiente para conseguir domar todas las posibles. La jugabilidad es tranquila, aunque repetitiva y puede aburrir si no eres mucho de este tipo de juegos, eso si, se ganará tu corazón con su precioso diseño.
Yukop_
He visto más animes de los que puedo recordar. Con un mando entre las manos desde que tengo uso de consciencia. Maestra y futura especialista en Asia Oriental. Tengo demasiados hobbies para el poco tiempo que tengo.