[Análisis] Little Big Workshop

[Análisis] Little Big Workshop

¿A quién (no) le gustaría trabajar gratis en una fábrica? Pues con Little Big Workshop es posible, ya que su principal objetivo es el de gestionar una fábrica. Dirigir a nuestros empleados y sacar el látigo del amor para hacer todos los pedidos posibles y que lleguen al dueño sin demora. Pero no todo es explotar a los empleados digitales en el mundo de la empresa, habrá que tener muchos factores en cuenta, no es fácil llevar un negocio.

Escalar a lo más alto

Little Big Workshop nos enseña a crear una fábrica desde cero y hacer que sus beneficios vayan aumentando para que no nos acaben cerrando el negocio. Ya en el inicio, nos dicen qué hacer, cogidos de la mano, para que no nos perdamos, pero una vez acabado el tutorial tenemos total libertad para pensar el rumbo a tomar.

Empezaremos con tres salas, aunque más adelante podremos construir a nuestro antojo según prefiramos y hacer una ampliación. Poco a poco, iremos decorando esas habitaciones con las cosas básicas, y a partir de ahí, ya iremos adquiriendo máquinas mejores, más trabajadores y una máquina de café (parece una broma, pero es lo más importante).

Todos los trabajadores tienen una resistencia, y al acabarse, no van a casa, es como si no tuvieran familia, lo que hacen es ir al comedor y tomar café. Es el único alimento que recupera su energía, y aunque se puede poner una máquina de aperitivos, no le echarán mucha cuenta. A final de mes, tendremos que pagarles el sueldo, eso sí, que se nos descontará del presupuesto que tengamos en ese momento. Tocará ahorrar para no quedar en números rojos.

En Little Big Workshop, tendremos que saber gestionar el dinero, así que no tenemos que emocionarnos y hacer el pedido más caro, porque acabaremos en bancarrota. Para hacer un pedido, tenemos que tener en cuenta diferentes factores: el tiempo que tardaremos en realizarlo, el dinero que gastaremos, el coste de los materiales y algún gasto extra (nuevo empleado, reparar máquinas, comprar herramientas). Para empezar, lo mejor es hacer tareas pequeñas, pero que den suficiente dinero para adaptarnos y estar en positivo.

Creando los pedidos

Irán llegando pedidos, normales o especiales, cuya diferencia es que los normales tienen una fecha límite lejana y los especiales son urgentes  pero pagan mucho más. Al decidir el proyecto, escogeremos los planos y decidiremos de qué material estará hecho el producto y en qué mesa se fabricará. Una vez decidido todo, toca ponerse manos a la obra.

Nos llegará un camión con todos los materiales que hemos pedido, y nuestros esclav… digo trabajadores, cogerán esos objetos y los llevarán al taller. Hay que establecer una zona para colocar lo que llega y lo que ya está hecho, y entonces empezará el trabajo y no se detendrá hasta acabarlo. Una vez finalizado, se envía el producto en camión al cliente y ya nos olvidamos de ello para siempre, pero con nuestros bolsillos llenos.

Entendiendo los menús

Little Big Workshop puede parecer muy complejo en primera instancia, hay mucho por hacer y creeremos que nos acabará estallando la cabeza si tenemos que estar pendiente a todo. Tranquilos, no hay de qué preocuparse, ya que tiene un escalado de dificultad perfecto. Nos enseñarán lo básico y tras varios pedidos, nuestra empresa subirá de nivel y desbloquearemos las habilidades. Así que podemos ir o muy lentos o muy rápidos, lo que más nos apetezca.

Todo lo demás que necesitemos, lo tenemos bien explicado, no solo con los símbolos, sino también con un breve texto para saber qué es lo que podemos crear en ese apartado. Aunque también es bueno ver las máquinas y todo lo que hay, para que no nos pille de nuevas y nos acabemos perdiendo.

Una gran maqueta bajo nuestras manos

Little Big Workshop tiene una perspectiva aérea que nos facilitará tener todos los pedidos bajo control y ver la mesa de trabajo, ya que no controlamos una empresa “real” sino una maqueta. En la mesa vemos lápices, planos y demás utensilios de un tamaño descomunal. Nuestros esclavos son pequeños muñecos hechos a mano y de madera (de la buena) y el juego en general tiene un gran colorido, lo que hace que sea más bonito a cada segundo que estemos montando la siguiente estantería del IKEA.

De fondo escucharemos una alegre melodía, que al principio va genial con todo, pero cuando ya llevas unas horas se hace repetitiva, ya que solo está esta música. Cabe decir que los efectos sonoros de los clientes, creación de pedidos y montaje son geniales.

Modo de gestión

Little Big Workshop es un juego en el que la gestión y mecanización de recursos está bien planteada. Siempre tienes alguna cosa que hacer y puede llegar a ser muy adictivo o desafiante conseguir tener la mejor empresa que ha visto en el mundo, junto con nuestros empleados y con la total libertad que tienes para crear.

 

Jorcelo

Jugador que ha atravesado Green Hill, el árbol Deku, las ruinas de Zanarkand, Anor Londo y lo que queda. Todo a bordo de una nave poligonal, con un perro que habla y un pato que no cura. Cojo una patata y me la como