Se han visto muchas obras que han partido de esta base, ya sea alejándose de esta con éxito (como ocurre, por ejemplo, con Hollow Knight) o manteniéndose fiel a la misma (como es el caso de Nioh). El juego del que hoy vengo a hablaros es un caso la mar de interesante, pues busca plasmar la filosofía de diseño de niveles y de combate de From Software dentro de un juego de acción y plataformas en 2D. Desarrollado por el estudio japonés One or Eight Inc., Lost Epic se plantea como un título de fantasía épica especial y único, que busca triunfar tanto por su tratamiento épico como por su acción desenfrenada, todo ello aderezado por una dificultad elevada y un diseño de niveles laberíntico. ¿Tendrá lo necesario para triunfar en un género tan trillado? ¡Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación!
Un mundo al borde del abismo
La historia de Lost Epic nos traslada al decadente mundo de Sanctum, en donde la humanidad ha quedado relegada a un segundo plano tras la llegada de los dioses. Estos, dotados de un inmenso poder, sometieron a la población al mismo tiempo que otorgaron un enorme poder a los seres más despiadados y crueles de toda la creación. Nosotros nos pondremos en la piel de un caballero anónimo que deberá alzarse como el Asesino de Dioses, explorando el mundo mientras encuentra a cada uno de los seis dioses principales para… Bueno, ya podéis imaginarlo. La historia es sorprendentemente sencilla, pero engancha desde un primer momento gracias a la forma en la que se cuenta: alejándose de una narrativa convencional, la historia se diluye pronto para contarse a través de pequeños detalles, objetos y diálogos. Quizá más de uno quede insatisfecho ante la forma en la que la historia se pierde, pero lo cierto es que este juego no necesita de una historia convencional, siendo el foco principal su jugabilidad y su exploración de niveles.
El elenco de personajes no está nada mal, si bien considero que no habría sido algo negativo darle un mayor desarrollo a ciertos personajes secundarios. Los dioses, esos poderosos antagonistas que nos harán la vida imposible, son los grandes protagonistas del juego, presentándose como criaturas interesantes y atrapantes de los que querremos conocer mucho más. La ambientación está especialmente lograda, siendo uno de los grandes alicientes del juego, y nos atrapará desde el primer momento. ¿Lo malo? Pues que, si bien el juego llega traducido al español, peca de tener una traducción problemática, en la que se eliminan ciertas palabras o en la que se presentan algunas faltas de ortografía. Una pena, aunque se agradece que se haya buscado una traducción a nuestro idioma.
Llevando la lucha hasta los dioses
Pasando a hablar de apartado jugable del título, nos encontramos ante un RPG de acción con desplazamiento lateral que apuesta por el combate como su elemento principal. Esto quiere decir que iremos avanzando por escenarios laberínticos mientras derrotamos a todos los enemigos que nos encontremos para ir obteniendo experiencia. Esta se podrá canjear por nuevos niveles que nos aumentarán las estadísticas, al mismo tiempo que podremos ir desbloqueando nuevos movimientos para nuestras armas. Al respecto de estas, lo cierto es que encontramos una gran variedad de armas a nuestra disposición que, además, no son precisamente iguales. El funcionamiento de estas varía, lo que nos invita a descubrir nuevas formas de afrontar cada batalla a través del uso de distintas armas. La variedad es bastante buena, si bien me habría gustado que hubiera más variedad desde un inicio, pues se tarda bastante en desbloquear nuevos tipos de armas. Por otro lado, el diseño de niveles peca de ser algo repetitivo y pesado, sintiéndose a ratos incluso como un beat ‘em up.
Nada más comenzar el juego, podremos elegir entre una gran variedad de personajes para afrontar la campaña… Si bien ninguno de estos cuenta con una habilidad única o con algo que destaque más allá de su diseño, lo que es una auténtica pena, haciendo que todas las partidas sean desde un primer momento la misma. Por suerte, el sistema de combate es sorprendentemente entretenido y adictivo, pues ya sea contra enemigos normales o contra grandes jefes, siempre tendremos un buen desafío al que hacer frente. A fin de cuentas, no nos encontramos con un juego fácil, y es más que probable que os quedéis atrapados en algún sector del mapa en vuestras primeras partidas intentando derrotar a uno o varios enemigos. Y recordad: vuestro mayor aliado (y vuestra mayor debilidad) es la barra de resistencia, que deberéis ir vigilando en todo momento si no queréis palmar con un par de golpes.
Un diseño de personajes fantástico
Uno de los apartados que más llama la atención del juego es, sin duda alguna, su estilo visual. A fin de cuentas, el título opta por alejarse del pesimismo para presentar un apartado colorido y vivo, en el que los personajes brillan con luz propia. No es un secreto que la mano de Namie ha ayudado mucho en el título, y su experiencia (recordemos que ha ayudado en el diseño de series tales como Fate/Grand Order y Azur Lane) se ve reflejada en una variedad enorme de diseños de personajes vivos y detallados. Los escenarios también destacan por su variedad, y da gusto ir conociendo las diversas zonas que tenemos que recorrer en nuestra travesía. Eso sí, las animaciones de los personajes son excesivamente toscas y poco orgánicas, lo que hace que destaquen para mal en cada partida. Estas están muy por debajo del nivel gráfico y técnico que ofrece el título, y no se entiende la decisión de mantenerlas así. Y hablando de lo técnico, el juego se mueve bien en Nintendo Switch, y no presenta problemas destacables. Ni bugs, ni tiempos de carga excesivos.
En lo referente al apartado sonoro, encontramos un tratamiento más que decente de la banda sonora musical, puesto que esta entra en los momentos adecuados y ayuda a potenciar de sobremanera la épica del título. Así, cada combate gana mucho gracias a las composiciones del título, y el tratamiento de los efectos sonoros es más que decente.
Conclusión: Es hora de acabar con los dioses
Lost Epic se presenta como un juego de acción adictivo y frenético, que engancha más por su sistema de combate que por su diseño de niveles, puesto que este acaba sintiéndose algo repetitivo y tedioso. La ambientación del juego es excelente, y si bien la historia podría ser algo más profunda, sus antagonistas os convencerán. No se puede obviar el excelente trabajo visual del juego, siendo un juego precioso de observar… A pesar de que las animaciones están muy poco trabajadas. Un título ideal para los amantes de la acción y los «soulslike».