Si me paro a pensar en los grandes videojuegos protagonizados por Cthulhu, Nyarlothotep y compañía, lo cierto es que no termino de encontrar un título que haya sobresalido por su calidad. El consenso general con respecto a estos juegos es que “no están mal”, si bien no ha habido aún un juego capaz de estar a la altura de la obra literaria. A mi parecer, la mejor “adaptación” realizada del autor es un juego que ni siquiera se presenta como una adaptación, si no que coge de forma sutil ciertas ideas de uno de sus libros: Shin Megami Tensei Strange Journey, en donde se plantea una misteriosa expedición a la Antártida en donde se esconden extrañas criaturas al más puro estilo de En Las Montañas de la Locura. Pero hoy no he venido a hablaros de esto, si no de un nuevo juego que busca romper los esquemas al adaptar el universo de Lovecraft a un género poco visitado por el imaginario del autor: el roguelike de acción y desplazamiento lateral. Desarrollado por el estudio Overflow, Madshot se presenta como un título frenético y adictivo en donde nos veremos cara a cara con el mismísimo Amo de R’lyeh. ¿Queréis ver qué tal está el título? ¡Pues dentro análisis!
El tiroteo que vino del cielo
La historia de Madshot nos pone en la piel de un lunático interesado en obtener la vida eterna. En su insaciable búsqueda, el investigador acaba desatando fuerzas terribles que amenazan con destruir a la humanidad, siendo estas controladas por el terrorífico y poderoso Cthulhu. Aceptando su culpa, y haciendo uso de sus recién adquiridos poderes, nuestro protagonista tendrá que abrirse paso a través de hordas de enemigos para poner fin a la tiranía de Aquel de vive y vivirá, salvando el mundo en el proceso. A pesar de que la premisa resulta interesante, lo cierto es que el juego prescinde desde el primer minuto de su historia, dando pie a un universo atractivo pero exento de cualquier ápice de desarrollo. No comprendemos quien es nuestro protagonista o dónde se encuentra, así como el por qué ha decidido utilizar el conocimiento de los Antiguos. Y es una pena, pues el universo lovecraftiano da mucho juego para presentar historias complejas, oscuras y retorcidas, además de que el imaginario del autor está sorprendentemente bien representado, dando una mayor sensación de que falta algo más de trabajo en su narración. Por otro lado, es importante aclarar que el juego llega a nuestro territorio traducido al español, lo que quiere decir que ningún jugador debería tener problemas con la barrera del idioma a la hora de darle una oportunidad al título. Viendo lo poco importante que es la historia dentro del juego, uno podría pensar que no afecta mucho la traducción… Y esto es un gran error.
A fin de cuentas, durante nuestras partidas tendremos que estar muy atentos a la información que se nos presenta en pantalla, pues nos informarán sobre las posibles ventajas que conseguiremos, el tipo de salas a las que nos enfrentaremos y la situación de nuestro personaje, entre otros datos de especial relevancia. Esta información puede resultar algo convulsa, no por su traducción, que es bastante buena, si no por su colocación y organización. Todo es algo caótico, lo que encaja bien con la estética pero demuestra que, con algo más de cuidado, todo puede ser bastante más atractivo para el jugador. Sea como sea, el objetivo del juego es evidente desde el minuto uno: presentar partidas frenéticas y cargadas de acción en las que no tendremos ni un minuto de descanso. ¿Y cómo consigue esto? Pues presentando una estructura jugable que, si bien no es nada original, consigue enganchar desde el primer momento.
La venganza sobre Innsmouth
Aunque ya lo comentaba en la introducción, no está de más repetirlo: Madshot se presenta como un roguelike de acción y desplazamiento lateral que nos llevará a superar pantallas repletas de enemigos con el objetivo de derrotar a grandes jefes y, así, poder hacer frente al mismísimo Cthulhu. Esta estructura no es para nada nueva, y se puede ver en títulos tan conocidos y memorables como The Binding of Isaac o Hades. Sin embargo, la forma en la que plantea sus niveles me recuerda más a un juego bastante reciente, el simpático Curse of the Lamb, ya que siempre tendremos que elegir antes de luchar el camino que queremos seguir, y en base a nuestras elecciones tendremos distintas recompensas. Como os decía, es un sistema muy sencillo que no reinventa la rueda, pero creo que engancha bastante por lo frenético de su sistema de combate y por la gran variedad de recompensas que podemos encontrar. No es el roguelike más completo del mundo, presentándose incluso como una versión reducida del género, pero es innegable que mantiene el nivel. Donde sí que me ha causado algo más de irritación es en el sistema de control del personaje, pues claramente está pensado para ser jugado con teclado y ratón… Y eso, en Nintendo Switch, se sufre. Tendremos que apuntar y disparar con el joystick izquierdo, todo ello mientras nos movemos, saltamos y esquivamos en espacios muy reducidos. Es todo realmente caótico, y el juego puede volverse especialmente difícil en cuestión de segundos. Un sistema de control más intuitivo y pensado para mandos le habría sentado genial, siendo este uno de sus puntos más flojos.
Por otro lado, los combates contra los jefes me han parecido bastante divertidos, ofreciendo secciones completamente distintas a lo que acostumbra el juego y que triunfan por encima del resto a pesar de que, pasadas unas cuantas horas, se acaban volviendo algo repetitivas. El estilo artístico del título es otro punto algo controversial, pues aunque presenta buenas ideas (intentando imitar el estilo de las revistas pulp y de los cómics norteamericanos de autores como Mike Mignola), lo cierto es que no terminan de convencer elementos tales como el diseño de ciertos escenarios o las animaciones de los personajes, ya que estas son especialmente robóticas y simples. Eso sí, mención especial para los geniales diseños de monstruos y para la más que acertada personalización del protagonista, que aunque pueda resultar sencilla aporta algo más de variedad al juego. Por último, el tratamiento sonoro del juego es modesto, pues aunque funciona bien dentro del contexto en ningún momento consigue enganchar. Sus composiciones son decentes, pero no hay ninguna pieza que sobresalga por encima del resto.
Conclusión: Un pequeño título en el que acabar con gigantescos dioses antiguos
Madshot es un título bastante sencillo y entretenido, que a pesar de que no innova en nada sí que hace un buen uso de la estética lovecraftiana. Su inclusión dentro del género roguelike es interesante, tomando muchos de los elementos que han hecho grandes a otros títulos a pesar de que no alcanza sus niveles de calidad. Aunque su genial estructura jugable se ve empañada por un esquema de control nefasto, lo cierto es que el conjunto engancha, y si buscáis una aventura sencilla con la que disfrutar de unas cuantas partidas, estoy seguro de que Madshot es vuestro título.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.