En el año 2090, el mundo está gobernado por robots ricos llamados «Robillonarios». La adicción a Internet ha provocado que las personas evolucionen hasta necesitar aumentos de dopamina cada diez segundos o mueren. Las personas que matan a los robots se llaman Moderadores, y así es como Mullet Mad Jack obtiene su dosis de dopamina y unos segundos de vida extra. Si pasa diez segundos sin asesinar al menos a un robot y sin obtener algunos «Me gusta» de su audiencia durante la transmisión en vivo de su particular escabechina, es hombre muerto. Los Robillonarios secuestran a una importante influencer y Peace Corp. envía a Jack a rescatarla. ¿La misión? Escalar hasta lo más alto de Nakamura Plaza, el rascacielos de los robots, y destruir a cualquier robot que tenga la mala suerte de cruzarse en su camino.
La jugabilidad es simple y ultrarrápida. Debes abrirte camino a través de cada piso hasta el ascensor antes de que se acaben tus diez segundos de vida, ganando más tiempo con cada robot que mates, además de bonificaciones por hacer floritas y hacer combos que conduzcan a exterminios robóticos más llamativos (hay que mantener a los seguidores enganchados, ¿verdad?) Puedes llevar un solo objeto de mano a mano que matará de un solo golpe y te dará mucho tiempo extra en caso de apuro. Tu teléfono móvil está en tu mano listo para bombear dopamina directamente a tus venas, con tu cronómetro de vida siempre en pantalla para hacerte entrar en pánico cuando solo te quedan un par de segundos.
Empiezas con una pistola como arma principal. Después de cada piso, puedes elegir una de las tres mejoras, entre las que se incluye un arma y algunas mejoras relacionadas con las formas de enfrentar a los robots o la cantidad de segundos a arañar tras liquidarlos. Una vez que se llega hasta el décimo piso de cada planta, habrá un jefazo de turno esperando para complicarnos la vida (hay un bonus de final de piso que facilita el enfrentamiento); Si consigues triunfar, tus actualizaciones se reiniciarán parcialmente, pero también al menos llegarás a un punto de control, porque sí, este es principalmente un juego de acción enfocado en los disparos, un shooter, pero a la vez es también un roguelike. De hecho, si mueres en cualquier piso debes comenzar de nuevo desde tu último punto de control solo con tu pistola, una jodienda, especialmente cuando estás en el piso noveno o en el enfrentamiento contra el jefe, pero bueno, así funciona el género, ¿no?
Los niveles son cortos, lo que significa que puedes atravesar las entrañas de cada enemigo y alcanzar el objetivo final de un piso en un minuto o menos. Al aprender a utilizar las numerosas técnicas basadas en el impulso del juego (carrera, patada voladora, deslizamiento), podrás superar un nivel con los ojos cerrados. Esto sirve a su vez para mitigar los entornos algo repetitivos, ya que, en primer lugar, apenas podrás prestarles atención. Si bien repetir puede ser frustrante para según qué jugadores, destruir a los Robillonarios se siente genial, especialmente cuando tienes la suerte de conseguir buenas armas. Además, también es posible empujar a los robots contra peligros presentes en el propio escenario, como ventiladores gigantes, cableado eléctrico o una máquina expendedora, algo que se siente fantástico.
Sin ninguna duda, el estrés de mantener tus niveles de dopamina en el juego y en la vida real al máximo funciona de maravilla para el tiroteo visceral y las plataformas de alta velocidad del juego. Por supuesto, Mullet Mad Jack es un juego duro e implacable. Aún así, y lo digo como jugador no especialmente diestro en roguelikes, no recomendaría bajo ninguna circunstancia bajar la dificultad siempre que pueda evitarse. ¿Por qué? Bueno, el modo más fácil elimina el cronómetro, perdiendo así la seña de identidad de lo que el juego intenta mostrarnos, esa sensación de apuro constante para seguir alimentando el contador con unos segundos extra para llegar hasta el ascensor de turno. Sin eso, el juego en un shooter normal y corriente, por lo que no es tan divertido sin la loca urgencia de nuestro reloj apocalíptico personal constantemente en pantalla.
Es un juego bastante corto cuando todo está dicho y hecho, pero hay algunas partes extra. En primer lugar, hay un Modo Infinito, por lo que si estás intentando ascender en la clasificación, puedes competir con otros jugadores mientras intentar llegar a lo más alto de la cima. Es una característica apreciada, pero nuevamente, adolece de esa misma sensación de repetitividad. También hay un curioso Modo Unboxing de una copia física falsa de Mullet MadJack que, si bien no aporta nada en lo jugable, es una simpática adición que alegrará a los jugadores más nostálgicos, aunque tristemente, el manual venga con los textos en inglés. Al menos, el juego viene con subtítulos al castellano.
Visualmente, Mullet Mad Jack ha sido creado para evocar una sensación singular, encajando perfectamente con el tema del anime cyberpunk de los años 90. Todo, desde los estilos VHS del menú principal hasta el diseño desordenado y vagamente anticapitalista del horizonte del escenario, evoca una imagen perfecta de las inspiraciones obvias del juego. Es realmente difícil saber si este juego solo está parodiando el material original o si por sí solo reintrodujo una estética perdida hace mucho tiempo en un medio que desde entonces ha cambiado.
Los colores chillones y brillantes sobre los modelos cell shading se complementan con una banda sonora de sintetizador inspirada en los 80 que impulsa la acción hacia adelante. Los disparos y los cortes de las espadas son muy precisos y estilo arcade, y no brindan más que satisfacción al patear a un robot contra un ventilador y verlo desintegrarse con un crujido. Combina todo esto con una actuación de voz apropiada para el género y obtendrás una combinación gloriosa que hará sonreír a cualquier jugador. La combinación de nostalgia elegante y mecánicas de juego modernas funciona bien para crear una experiencia que se siente significativa y memorable.
Conclusión
Mullet Mad Jack es pura adrenalina, un retroceso vertiginoso y trepidante al anime de los 90 y a la ciencia ficción violenta y distópica mediante un caótico shooter de ritmo rápido que hará las delicias de cualquier jugador. Poco importa si quieres sentirte poderoso mientras subyugas a un ejército de robots o si estás buscando un desafío: Mullet MadJack cumple con creces cualquiera de estas vertientes. No hay duda de que, independientemente de que te guste o no lo que tiene para ofrecerte, estamos ante uno de los grandes videojuegos independientes de este año.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.