[Análisis] Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars

Es innegable que, como cualquier vía artística, el videojuego no deja de ser un producto cultural que se ve afectado por los tiempos que le tocan vivir, adaptándose para alegría de unos y tristeza de otros a los cambios sociales. Así pues, esto ha dado pie a diversas obras que han arriesgado en gran medida para mostrar sensibilización con determinados temas, sumando a su valor lúdico un plus en forma de enseñanza de esas que merece la pena contar. En este convulsa marea de cambios que han arrastrado a muchos a una oscura vorágine, Sony, en un intento por acercarse cada vez más al mercado occidental a costa de abandonar a su público nipón, ha adoptado unas medidas concretas enfocadas a la censura de videojuegos, que se ha cebado especialmente con los títulos de desarrollo japonés, a la par que ha permitido cosas similares en videojuegos de factura occidental.

Alguno se preguntará a qué viene el párrafo anterior, el caso, es que hoy estoy aquí para hablar de Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars, por lo que posiblemente si conocéis la franquicia, entenderéis a qué se debe todo esto. Ya sabéis que la franquicia Senran Kagura siempre ha destacado por añadir un importante factor fanservice a una propuesta que entremezclaba el musou y el hack and slash, sin ser especialmente sobresaliente en lo jugable, si se compara con la extensa saga Warriors de Koei Tecmo o con títulos de la serie Devil May Cry o Bayonetta, por dar algunos ejemplos. ¿Qué era lo que le diferenciaba del resto? Bueno, creo que eso ya ha quedado claro, el problema, es que el desarrollo de Senran Kagura 7EVEN, anunciado en 2017 oficialmente, está en un punto muerto debido a las políticas de Sony, por lo que es obvio que tras cuatro años y pico de silencio, la saga principal está contra las cuerdas… Retomando el hilo principal y sin seguir divagando, en un esfuerzo conjunto por parte de Idea Factory, Compile Heart y Tamsoft, sale al mercado Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars, un híbrido exclusivo para PlayStation 4 que mezcla lo mejor de cada casa, Senran Kagura y Neptunia. ¿Queréis saber más? ¡Pues vamos a ello!

 

Dos naciones unidas contra un enemigo común

Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars presenta un problema entre distintas naciones que pugnan por el poder dentro de Gamninjustri. La primera de ellas, conocida como Heartland, es el hogar de los Compa Style Ninjas (artes ninjas basado en las Técnicas de Comando), mientras que Marveland, es el hogar del Honeypa Style Shinobi (artes ninja arraigadas en la Técnica de Acción). La tierra bautizada por Compile Heart, está protegida por Neptunia y sus compañeras, mientras que el país de Marvelous, es territorio de Asuka y compañía. Mientras que ambas escuelas de artes marciales continúan enzarzadas en sus combates por lograr la hegemonía para su correspondiente mandatario, un misterioso ejército de ninjas mecánicos pasa a la acción, invadiendo los territorios Gamninjustri. Y ya os podéis hacer una idea del resto, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Desde Heartland deciden entregar una misiva, una carta de tregua y unión entre ambas naciones, a fin de pararle los pies a esta nueva amenaza comandada por Yoh Gamer y Tetsuko, en su intento por fraguar una Super Guerra Ninja.

La trama no es especialmente brillante, siendo especialmente benévolo con mis palabras, pues es un cliché realmente manido. De hecho, el último anime de Senran Kagura ya hace algo muy similar al unir a todas las escuelas de este universo para combatir a un enemigo común. Y ojo, todo esto sin mencionar que hay una ninja original de este juego llamada Goh que tiene amnesia, ¿os suena a baza recurrente? La cosa, es que al menos conserva el humor característica de Neptunia, con chistes, chascarrillos y comentarios que intentarán sacaros alguna que otra sonrisa. La verdad es que es una pena que no se hayan trabajado algo más este apartado, pese a ser consciente que ni Senran Kagura ni Neptunia brillan por su enorme complejidad narrativa, pero reciclar temas que has tratado previamente sin ir un poco más allá, tampoco es algo que vaya a favorecer a tu título.

 

Los combates ninjas más repetitivos

Siento ser portador de malas noticias, pero en lo referente al gameplay, el resultado tampoco es para tirar cohetes. Mucho más enfocado en la acción de Senran Kagura, pero con un menor frenetismo, Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars te llevará a combatir contra un puñado de enemigos bien conocidos para los que hayan jugado a ambas sagas. Hay un único botón para los ataques comunes cuerpo a cuerpo y uno para lanzar shurikens/kunais, por lo que no esperéis grandes cadenas de combos más allá de pulsar el botón cuadrado varias veces. Añadiendo algo más de variedad, hay una serie de técnicas ninjas que pueden utilizarse a costa de usar resistencia de nuestro indicador, que se despliegan mediante un menú rápido y se ejecutan con R1 y los cuatro botones principales. Es posible y muy recomendable encadenar varios a la vez cuando la barra esté lo suficientemente llena, con la intención de terminar el combate cuanto antes.

Hay, como no podía ser de otra forma, un ataque especial que se puede ejecutar cuando la barra de EX Gauge esté al máximo, el Shinobi Extreme, una habilidad que se realiza ralentizando la cámara y muestra a la shinobi en cuestión asestando un devastador golpe que, supone sin duda el pico gráfico más espectacular del juego, dentro de su modesto apartado visual, aunque de esto ya hablaré cuando llegue el momento. Por último, está el Fuurinkazan Drive, un modo que puede activarse en cualquier momento, pero únicamente un número limitado de veces en cada misión, que permite adoptar al personaje un tipo de elemento concreto (viento, bosque, fuego, montaña) durante un breve periodo de tiempo, con una serie de mejoras asociadas (cambio de color del traje y adornos inclusive).

Existe la posibilidad de mejorar nuestro desempeño en combate mediante un Tablero de Gemas Espirituales, en el que se puede insertar dichas gemas, activando diversos efectos de bonificación en forma de salud, fuerza, defensa, etc. Para que esto tenga efecto, deberás colocar varias gemas espirituales del mismo tipo, y aunque inicialmente solo podrán usarse tres espacios, se desbloquearán más a medida que vayamos combatiendo y subamos el nivel de nuestros personajes. Estas gemas, que pueden obtenerse en los propios escenarios o comprándolas en el mercado, se pueden sintetizar para crear gemas espirituales todavía más fuertes, así que ya sabéis, no dudéis en probarlo. Otra forma de subir un poco el rendimiento en los combates, es actualizar con regularidad nuestras armas principales, shurikens y kunais, bien obteniéndolos de cofres, o bien, mediante su compra. Hablando de compras, en el mercado tenéis también la opción de hacer acopios de diversas herramientas curativas y ofensivas, a la par que vendéis aquello que ya no os interese.

 

Recados, entrenamiento, charlas y meditación

Esto es grosso modo la piedra angular del juego. Hay más contenido, claro está, pero son añadidos menores. Desde misiones secundarias, que son básicamente revisitar los mismos escenarios que ya has pisado para volver a combatir contra los mismos enemigos que ya has liquidado hasta la saciedad, en un intento por atender solicitudes de derrotar enemigos o conseguir objetos; hasta el NinChat, un apartado en el que ver conversaciones de diversos habitantes de Gamninjustri, pudiendo además llevarnos algún que otro objeto de regalo y pudiendo disfrutar de eventos secundarios entre las chicas que protagonizan esta aventura.

Si lo que buscáis es un desafío, más allá del que ofrecen las batallas contra jefes, que tienen sus altibajos, el Yomi Training es parada obligatoria. Esta modalidad solamente estará disponible al completar la historia, y como seguramente ya habréis intuido, su dificultad es superior a lo visto en la aventura principal, dividiéndose en 8 tipos diferentes de entrenamiento Yomi con 3 niveles cada uno. Esta prueba aplica diversas restricciones, pasando a ser un desafío en toda regla con lo que eso conlleva, entre otras cosas, recompensas especiales al servicio de los ninjas más aguerridos.

Como colofón, hay un minijuego llamado Peaches & Cream Meditation, una suerte de entrenamiento ninja en el que las muchachas se ejercitarán manteniendo el equilibrio sobre un melocotón gigante que se balancea constantemente. La gracia de esto, reside en que para mantener el equilibrio, hay que jugar con los sensores de movimiento del mando, meneándolo de un lado a otro para evitar que la pelota se caiga, y con ella nuestra chica. Si tienes éxito, recibirás una mejora temporal a tus habilidades, traduciéndose en ventajas a la hora de combatir.

 

Audiovisualmente un poquito de aquí y otro poquito de allá 

Visualmente, Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars es un juego que, como suele pasar con cualquier título distribuido por Idea Factory, se queda muy justo si uno tiene en cuenta que estamos a finales de 2021, con consolas de nueva generación ya en el mercado… y pese a esto, posiblemente sea uno de los títulos que más brille en este sentido, sin llegar a emocionarse, pues se reduce al diseño de personajes y a los movimientos especiales Shinobi Extreme. Al salir de aquí, tienes unos escenarios vacíos y lineales, decorados con lo justo, que van acompañados de enemigos que se repiten constantemente. En cuanto a la parte más visual novel, los diseños de las chicas de Senran Kagura no consiguen convencerme del todo, pareciendo algo ajeno en el diseño a un videojuego que, al menos en este sentido, tiene más de Neptunia que de Senran Kagura, algo que se vislumbra pronto al ver los diseños de los personajes originales.

Musicalmente, hay más de Senran Kagura en las melodías que de Neptunia, con ese toque más oriental que, a fin de cuentas, tematiza este título que tiene lugar en una especie de Japón Feudal dominado por señores de la guerra con ninjas a su servicio. Sobre las voces, os alegrará saber que el doblaje original de ambas series está aquí presente en cada uno de los personajes.

 

Conclusión

Neptunia X Senran Kagura: Ninja Wars mezcla parte de los dos universos, tomando un poco de uno y un poco de otro para sus diferentes apartados, creando una obra que, si bien no brilla en nada, puede ser interesante para los aficionados más acérrimos. Es importante recalcar ese “puede”, pues jugablemente es un Senran Kagura algo más descafeinado, mientras que, en otras cosas como los diseños de personajes, tiende más a Neptunia. Entre sus puntos más negativos está la enorme simplicidad a la hora de combatir, la linealidad de los escenarios, la repetitividad de enemigos que, a su vez, se ve acentuada con cada misión secundaria, y lo cliché de su historia.

Sinceramente, como alguien que conoce y ha jugado a varios juegos de ambas franquicias, no puedo decir que haya disfrutado mucho con esta propuesta, que si bien tiene el atractivo de unir a ambos mundos, prescinde de gran cantidad de personajes por el camino, siendo excesivamente sangrante en el caso de Senran Kagura, donde excepto Asuka, Homura, Yumi y Miyabi, nadie más se deja ver (ya no digamos controlar). Y por cierto, en relación a lo que comentaba al comienzo de este análisis… no confiéis en esperar toparos con el erotismo habitual de Senran Kagura, todo está muy rebajado en esta obra, al nivel de no haber ni transformaciones shinobi, puesto que las muchachas aparecen ya transformadas.