Las visual novel siempre han sido un género que tira para atrás a la mayoría del público debido a la poca interacción real que estas nos ofrecen, pero los hay quienes sí somos jugadores asiduos o al menos tenemos interés en este tipo de entregas. Si tuviera que recomendar alguna visual novel al uso a alguien que quiere introducirse en ellas, sin duda apostaría por Steins;Gate o Clannad, aunque también hay propuestas donde la participación del jugador es mucho mayor como por ejemplo, Danganronpa o Zero Escape. Dudo que haya alguna obra que pueda sentarse a comer en la misma mesas que estas que he mencionado, pero las hay que están bastante cerca, y creo que el título al que se le dedica el análisis de hoy, es una de las que pueden hacerse un hueco entre las mejores del segundo renglón.
No hablo ni más ni menos que de Our World Is Ended, la nueva entrega de la gente de PQube, responsables de Song of Memories y Tokyo School Life entre otras, junto a los de Red Entertainment. El juego está disponible tanto en formato digital como físico para PlayStation 4 y Nintendo Switch, siendo esta última la versión que hemos podido probar gracias a Meridiem Games.
En Our World Is Ended nos pondremos en la piel de Reiji, el más novato en el equipo de Judgement 7. Reiji es un estudiante con una personalidad de lo más normal que trabaja a tiempo parcial en la desarrolladora de videojuegos, donde tiene el importante puesto de “Assisting Director” o, como se diría si no tratasen de hacérselo ver como algo importante: el recadero esclavizado.
El resto de miembros en el equipo son: Owari, el director de Judgement 7 además de un reconocido pervertido; Iruka, el típico otaku gordo y que dice expresiones raras con un énfasis importante en todas ellas con tal de hacerse notar, también es el creador de mundos y guiones; Natsumi, la encargada de dar vida al arte y diseño en la compañía, siendo además una gótica; Yuno, la típica chica alegre y despreocupada que no puede faltar en toda historia estilo anime; Asano, la hermana mayor de Yuno y encargada del sonido de sus juegos, aunque su capacidad auditiva es casi tan buena como su paciencia, o sea, casi nada; finalmente, Tatiana, una rusa que se dice que es mejor programadora incluso que Owari, a pesar de ser una niña de trece años con la que en su mayoría tienen que hablar a través de llamadas por Internet.
En Judgement 7 están ahora trabajando en un dispositivo de Realidad Virtual llamado New World Googles, aunque usaremos las siglas (NWG) para referirnos a ello. Este invento tienta entre poco y nada al verlo, pues tiene forma de casco de buzo e ir con eso puesto por la calle no es algo precisamente agradable ni cómodo, pero nos ofrece la posibilidad de modificar toda imagen real a través de la pantalla, por ejemplo (y digno del pervertido de Owari), puede convertir todos los carteles que se vean o incluso los charcos de agua en imágenes pornográficas o eróticas; también puede modificar imágenes en movimiento, como la ropa de la gente, dando la posibilidad de ver a todas las chicas en bikini (de nuevo, idea de Owari); o incluso hacer cosas serias y convertir una simple habitación en una mazmorra para que te puedas sentir dentro de un buen RPG.
A priori, como idea, las NWG parecen un avance increíble en el mundo de los videojuegos, pero sin saber cómo ni por qué, de repente la réplica de la ciudad de Asakusa que podíamos ver y modificar con el artilugio, se convierte en una Asakusa post-apocalíptica donde los miembros de Judgement 7 aparecen colgados y malheridos en una pared, y una chica misteriosa que advierte a nuestro protagonista: “ten cuidado, el mundo está a punto de empezar”. Por suerte, esto no dura demasiado y Reiji puede volver a la visión normal desde la pantalla, pero solo él ha sido consciente de ello, Owari, a pesar de estar viendo lo mismo que él gracias a monitorear el sistema desde la base, no ha visto absolutamente nada de ello. Pese a que inculparon al estrés y el sobreesfuerzo de aquella visión, lo cierto es que se vuelve a repetir más de una vez, y aquí aparecen varios personajes de los anteriores juegos de Judgement 7, ¿por qué están aquí? Bueno, más importante, ¿por qué ha aparecido este mundo? Todo tiene una explicación, y quizás el problema no esté en la Asakusa que vemos a través de las NWG, sino en la Asakusa real, que se verá afectada por los sucesos que se lleven a cabo en la otra.
El toque jugable de las visual novel se encuentra en la toma de decisiones, y en este caso nos ofrecen dos variables: la primera es la típica, donde se nos ofrecerán tres opciones distintas y tendremos que decidir cuál preferimos; mientras que la otra manera de hacerlo es decir una frase entre algunas opciones que nos van apareciendo por pantalla, pero ojo, que si pasan todas y no te has decidido por ninguna contará como que te quedas callado, siendo esa otra opción posible.
El fallo, muy importante a mi parecer, que hace que no pueda estar a la altura de las mejores visual novel, es la falta de peso en las decisiones que tomamos, pues únicamente afectarán a nuestra relación con el resto de personajes y lo poco que esto afecte a la trama, sacrificando así la rejugabilidad en busca de nuevos desarrollos y finales de la historia.
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En cuanto al apartado artístico se refiere, debo decir que es maravilloso. En especial lo gráfico, donde vemos personajes hechos para enamorar con su diseño. Todos los fondos están tratados con cariño y pese a que podrían destacar por sí mismos si quisieran que fuera así, los dejan un poco atrás, lo justo para que los personajes y sus expresiones destaquen por encima de todo lo demás. Eso sí, otro río suena cuando tenemos imágenes estáticas, donde todos y cada uno de los píxeles crean un deleite audiovisual que nos hará dejar el juego sin avanzar durante un breve rato para contemplar mejor la preciosidad de la imagen que juega a la perfección con la iluminación y la paleta de colores.
Respecto al apartado sonoro, también es bastante bueno, con una banda sonora bastante aceptable pero que por desgracia se ve eclipsada al no llegar a la altura del apartado visual, haciendo que no destaque tanto como podría hacerlo individualmente. De todas formas, lo mejor a destacar es que el juego está completamente doblado al japonés, por lo que podremos disfrutar al máximo de la experiencia y de cómo actúan y se sienten en el momento los diversos personajes.
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Total, Our World Is Ended nos ofrece un apartado artístico espectacular que no puede hacer otra cosa que no sea enamorar a todo aquel que lo disfrute, y su trama es bastante digna de ser considerada de las mejores a pesar de tener algún que otro cliché. El gran problema, repito, es la falta de importancia en las decisiones que tomamos, lo que a pesar de haber disfrutado muchísimo de la obra, me impide recomendárosla al precio que tiene, eso sí, a la que baje, no dudéis en echarle el guante.