Lanzado en el ya lejano año 2019 y desarrollado por el estudio Gunfire Games, Remant from the Ashes tenía una tarea muy difícil: innovar en un género en el que ya se había hecho de todo. El lanzamiento de Dark Souls III estaba reciente, y la salida de Sekiro: Shadows Die Twice supuso el perfeccionamiento absoluto del diseño vertical y del uso de parrys. Tampoco se puede obviar el éxito absoluto de Hollow Knight, que brillaba especialmente en su sistema de combate y en su apartado visual. Sin embargo, el estudio siguió adelante y, contra todo pronostico, consiguió hacer de Remnant from the Ashes todo un éxito. ¿El motivo? Su mezcla de disparos y combate cuerpo a cuerpo y su excelente multijugador, lo que le consiguió una base de jugadores estable y fiel. Tal es así, que tras varios años de espera el equipo detrás del título original se ha puesto manos a la obra para confeccionar un port del juego para Switch, con el fin de continuar con este inesperado éxito y generar hype ante la salida de la inminente segunda entrega. ¿Estará este título a la altura del original? ¡Veámoslo!
Cruzando universos sin caer en la locura
La historia de Remnant from the Ashes nos traslada a una tierra post-apocalíptica, en la que todo ha sido destruido por unas misteriosas criaturas tan violentas como mortales. El origen de estas criaturas es incierto, si bien se cree que está relacionado con una misteriosa piedra grabada que fue encontrada por un grupo de científicos en los 60s. Esta, al ser descifrada, abrió un portal que conectaba con otra dimensión, y el resto… Es historia. Nuestro protagonista es un superviviente que deberá seguir los pasos del supuesto héroe de la historia, quien desapareció sin dejar rastro. Ante esta situación, deberá viajar entre dimensiones para descubrir el origen de estas criaturas y poner fin a esta oleada de destrucción. Si bien la historia parte de una premisa sumamente interesante, considero que el desarrollo de esta es especialmente flojo. Este es un tropo común en los juegos de este género, pero mientras que el resto de títulos consiguen desarrollar un mundo interesante poblado de personajes carismáticos y memorables, aquí no encontramos nada de esto: sus escenarios son algo cliché y no terminan de funcionar, sirviendo más como una representación sosa de la decadencia que como un entorno ante el que quedar maravillados.
Por supuesto, no todo es malo en este aspecto: la idea de ir viajando entre dimensiones es bastante interesante, y la mezcla de fantasía y ciencia ficción acaba funcionando especialmente bien. Sin embargo, es indudable que la ambientación y la escritura es algo pobre, partiendo de conceptos interesantes para acabar encallando en ideas ya desarrolladas hasta la saciedad en esta clase de historias. Su mundo no me ha termina de enganchar para nada, siendo más interesante su jugabilidad que su historia. Al menos, el juego nos llega traducido al español, tal y como ocurrió con las versiones originales, lo que es de agradecer.
¿Disparamos, o acuchillamos?
Uno de los conceptos más interesantes que plantea este juego es que, al estar ambientado en un planeta tierra “actual”, nuestro personaje no tiene por qué luchar con armas cuerpo a cuerpo. Así, podremos combinar estas con armas a distancia tales como revólveres, rifles o escopetas, pudiendo alternar entre estas en cualquier momento si la situación así lo requiere. El control del personaje es cómodo e intuitivo, permitiendo una buena movilidad para hacer frente a cualquier enemigo. El sistema de apuntado y disparo es preciso y cómodo, y no tendremos problema alguno en acertar a los enemigos… A pesar de que hay ciertos combates que, debido a su nivel de acción, no nos dejarán ni un instante para apuntar y disparar. En estos casos lo mejor es usar el cuerpo a cuerpo, aunque tristemente este no está tan bien tratado como el uso de armas a distancia. ¿A qué se debe esto? Pues a que el ataque cuerpo a cuerpo es tosco y lento, haciéndonos perder mucho tiempo cada vez que lo usamos.
A esto hay que sumarle la posibilidad de elegir entre tres clases de personaje, que más allá de alterar nuestras vestimentas y armas nos harán centrarnos más en un estilo de combate concreto. El sistema es excesivamente simple, afectando realmente poco a la hora de ponernos a jugar debido a que podemos hacernos con las armas “exclusivas” de las otras clases. El sistema de combate puede pecar de ser algo irregular, pero acaba enganchando, y su diseño de niveles es más que funcional, presentando secciones muy bien estructuradas y dinámicas. Uno de los aspectos más interesantes del juego es su sistema de debilidades elementales, que nos hará pensarnos dos veces el usar ciertas mejoras a la hora de enfrentarnos a los enemigos, al mismo tiempo que nos instará a hacernos con ciertas ventajas para defendernos de algunos ataques. ¿Lo mejor? Su multijugador, que se plantea como un sistema realmente entretenido y estable. Es genial hacer frente a los grandes desafíos que plantea el juego con más de un amigo, y a veces esto se vuelve incluso necesario debido a las desequilibradas curvas de dificultad que se presentan en las últimas zonas.
Un multiverso portátil
A pesar de que Remnant from the Ashes no era un juego especialmente puntero en lo referente a lo técnico, sí que es cierto que presentaba ciertos inconvenientes para ser adaptado a Switch. La consola de Nintendo ha gozado de grandes ports, demostrando que no hay proyectos imposibles, si no estudios capaces de enfrentar tal desafío. Así, el juego de Gunfire Games ha llegado a Switch con una versión decente, que si bien reduce considerablemente la calidad de los modelos de personaje y de las texturas de los escenarios, mantiene un buen nivel en lo referente a las animaciones de los personajes o la resolución. El rendimiento es decente, y salvo alguna caída puntual mantiene un gran nivel. Eso sí, los tiempos de carga son excesivamente largos, y esto es algo que se nota especialmente en las secciones multijugador.
Por último, en lo referente a lo sonoro Remnant from the Ashes es un juego que me ha dejado especialmente frío. Su banda sonora no me ha transmitido nada, y ninguno de sus temas ha conseguido destacar. Sin más, lo que es una pena teniendo en cuenta el alto nivel que presentan esta clase de juegos en el apartado sonoro.
Conclusión: Un port decente de un juego que, sin ser puntero, merece la pena
La versión de Switch de Remnant from the Ashes quizá no sea la mejor, pero sí que mantiene un nivel de calidad a la altura de las expectativas. Su apartado gráfico se ha visto limitado, siendo esto algo necesario para que su rendimiento no sufra, y a nivel jugable no se ha alterado nada. El juego sigue siendo tan divertido como lo fue en su momento, destacando especialmente su multijugador. Una opción interesante y recomendable para los amantes del rol y la acción.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.