[Análisis] Road 96: Mile 0

Si por algo destacan las producciones de videojuegos independientes es por su libertad creativa y su capacidad de innovación. El no estar tan atados a las idas y venidas de la industria y no tener a un conjunto de productores ejecutivos detrás hace que, por lo general, los videojuegos independientes nazcan de un interés por traer algo distinto y personal a la mesa, algo que de pie a la reflexión y a la llegada de ideas nuevas y frescas. Esto se puede observar con un sinfín de títulos indie, que partiendo o no de ideas ya concebidas han conseguido crear escuela y dar paso a nuevas tendencias en la industria. Este es el caso de juegos tales como Terraria, Cave Story o incluso Among Us, que consiguieron dar con nuevas formas de entender el videojuego. Por supuesto, uno de los aspectos que más han abordado los videojuegos indie es la narrativa, pues a través de estos se ha buscado dar con nuevas historias y nuevos puntos de vista, hablando de temas y situaciones que podrían estar fuera de lugar en las grandes producciones de la industria. Uno de los juegos que más destacó dentro de este campo fue 11-11: Memories Retold, la opera prima del estudio francés DigixArt.

Reconocido por su trabajo en el maravilloso Valiant Hearts: The Great War, Yoan Fanise creó este estudio con el objetivo de romper las barreras de la narrativa convencional en los videojuegos y presentar historias que calaran hondo en el corazón de los jugadores. Sus videojuegos se entienden más como experiencias audiovisuales que como experiencias interactivas sin más, y con 11-11 se marcó el tono que tomaría el estudio. Sin embargo, este juego no conseguiría alcanzar el éxito y el reconocimiento que sí que consiguió su siguiente título, el aclamado Road 96, que se alejaba de la historia real para sumergirnos en un viaje personal a través de un país dictatorial. El título fue un completo éxito, lo que aseguró el lanzamiento de una posible secuela… O, más bien, de una precuela, siendo este el título del que hoy os vengo a hablar. Road 96: Mile 0 llega con fuerza para contar cómo se llegó a la situación presentada en la entrega original, todo ello mientras presenta nuevas ideas jugables. ¿Queréis ver qué tal ha salido el título? ¡Pues dentro análisis!

 

Una revolución adolescente

La historia de Road 96: Mile 0 nos traslada a inicios de la década de los 90 en el territorio ficticio de White Sands. Allí conoceremos a Zoe y Kaito, dos jóvenes amigos originarios de dos familias completamente distintas: ella es la hija de un miembro del gobierno, mientras que él es parte de una familia empobrecida, localizada en la parte más problemática de la ciudad. Aunque ambos confían plenamente entre ellos, poco a poco las diferencias sociales e ideológicas irán haciendo mella, y todo estallará cuando Kaito comience a simpatizar con el grupo terrorista Brigada Oscura. Sin querer contar más acerca de la trama (que es el punto central sobre el que gira todo el juego), nos encontramos ante una historia profunda e introspectiva, a la que le interesa más el interior de los personajes que la historia del país en el que suceden los hechos. A lo largo del juego tendremos que tomar ciertas decisiones que afectarán por completo al devenir de la historia y a la personalidad de los personajes, haciendo que Kaito y Zoe se sientan más como dos lienzos en blanco que como dos personajes sólidos, con su historia y su trasfondo.

Quizá esto hace que no termines de enganchar tanto con las ideas que presenta la historia, pero lo cierto es que el juego se acaba convirtiendo en una experiencia algo más personal de lo que podría esperarse, algo en lo que supera a la entrega anterior… A pesar de que, por el camino, se pierde el estilo único presentado en esa entrega. La trama toca temas bastante complejos que, muy probablemente, os darán mucho sobre lo que reflexionar, y considero que el ritmo de la historia está muy bien llevado: no os cansaréis en ningún momento de la trama, y siempre estaréis con ganas de conocer más acerca de sus personajes y su mundo. Por otro lado, el juego llega a nuestro territorio traducido al español, lo que es un detalle muy destacable y que mantiene el nivel de la traducción del primer juego.

 

La música como herramienta anárquica

Esta precuela no solo se diferencia de la entrega original a través de su narrativa más convencional, si no que también se aleja al presentar un nuevo sistema de juego. Dejando a un lado el componente roguelike en el que íbamos alterando entre personajes, aquí estaremos constantemente a los mandos de Kaito y Zoe, quienes tendrán que hacer frente a un sinfín de decisiones que, como podréis imaginar, afectarán por completo a la sección final del título. Cada final presenta ideas completamente distintas, y lo cierto es que la mayoría de estos son finales bien escritos y satisfactorios. Dada su escasa duración (pudiendo ser superado en unas 3 horas) y su variedad de opciones y alternativas, el juego invita al jugador a darle varias vueltas al juego para conseguir nuevos finales y descubrir más acerca del hipnótico mundo de Petria.

Vale, el juego es muy rejugable y presenta una narrativa sólida. Sin embargo… ¿Acaba haciéndose divertido? Al apostar por un nuevo sistema de juego, muchos fans han recibido el título con un cierto escepticismo… Pero no hay nada que temer, ya que se presentan nuevas ideas que enganchan lo suficiente como para mantener a cualquier fan de la primera entrega contento. Así, tendremos que completar una serie de niveles musicales que, al más puro estilo de Sayonara Wild Hearts o Lost in Harmony (título de DigixArt protagonizado por el bueno de Kaito), nos llevarán a seguir el ritmo mientras esquivamos peligros y conseguimos puntos. También podremos explorar los escenarios, en donde accederemos a ciertos minijuegos (como disfrutar de partidas de arcade) y a ciertos desafíos, elementos que aportan variedad al título.

 

¡Dentro música!

A nivel gráfico Road 96: Mile 0 mantiene un estilo muy cercano al visto en la entrega anterior. La falta de evolución gráfica es palpable desde los primeros minutos de juego: los modelos de los personajes se mantienen iguales, y los escenarios solo han cambiado en un par de cosas puntuales. Esto hace que, en lo gráfico, el título parezca más una expansión del original que una secuela al uso, si bien el título sigue apostando por un estilo artístico vistoso y colorido que funciona a la perfección con el tono que busca transmitir. En lo técnico, el juego mantiene un gran nivel al ofrecer un rendimiento formidable, al mismo tiempo que evita presentar problemas de glitches o bugs.

Por último, el apartado musical es el que posiblemente está más cuidado de toda la obra. Al tener un protagonismo absoluto, tanto la banda sonora original como las canciones preexistentes han sido seleccionadas y tratadas con mucho mimo, apareciendo en momentos clave y elevando la calidad de ciertas escenas o ciertos momentos. Es de las mejores bandas sonoras que he escuchado en un tiempo, algo digno de admiración.

 

Conclusión: Una precuela ciertamente única

Road 96: Mile 0 es un juego único, que se aleja de la base del título original para intentar crear algo nuevo. Quizá no todos los jugadores queden satisfechos con los cambios implementados en esta precuela, pero lo cierto es que el trabajo realizado es bastante bueno. Su historia nos llevará a tomar decisiones complejas y a revisar nuestra moral, mientras que en lo jugable se presentan niveles musicales absolutamente vibrantes y divertidos. Se podría haber dado más, y quizá no alcanza el nivel de calidad del original, pero no se queda muy atrás de este.