[Análisis] RWBY: Arrowfell

Las adaptaciones de series y películas a videojuegos no siempre suelen salir bien paradas, y solo hay que mirar al pasado para comprobar esto. Desde que la industria del videojuego comenzó a consolidarse se fueron lanzando cientos y cientos de títulos al año que buscaban capitalizar sobre el éxito de las películas o las series que lo petaban en ese momento. Y su calidad era bastante baja, llegando al punto de que una adaptación a videojuego de la mítica E.T. trajo consigo la primera gran crisis del videojuego. Con el pasar de los años, por suerte, la calidad de estas producciones han ido mejorando, gracias en parte a que no se ven limitadas por la ventana de lanzamiento del “producto principal”, es decir, la cinta o serie en la que se basan. Se han podido ver así grandes títulos inspirados en series animadas, como es el caso de los dos títulos de Ubisoft basados en South Park o el genial videojuego de Los Simpsons, desarrollados por EA. Por otro lado, las adaptaciones de anime son todo otro rollo, teniendo por lo general resultados mucho más satisfactorios debido a su vinculación directa con el material de origen. Los animes suelen dar mucho más juego a la hora de desarrollar un título, y al cargo de estos juegos suelen estar estudios mucho más preparados y comprometidos. A los hechos me remito: juegos como Dragon Ball FighterZ o la serie Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm son productos de alta calidad, que nada tienen que envidiar a las grandes producciones de la industria no afiliadas con ninguna marca de otro medio.

Pero… ¿Qué ocurre cuando se realizan adaptaciones de series animadas occidentales con influencia asiática? Pues que el resultado, por lo general, suele ser mucho más variado. Cada vez surgen más y más series que toman el anime como influencia principal, dando en el proceso una visión occidentalizada de este tipo de serie. Este es el caso de la serie RWBY, producida por Rooster Teeth (quienes conoceréis por Red VS. Blue o The Slow Mo Guys) y que toma una fuerte inspiración de las series anime de acción y de magical girls, dando en el proceso una de las series más interesantes del medio en la actualidad. Una que, de hecho, ha cosechado una enorme base de fans. Arc System Works, estudio conocido por su labor en Guilty Gear, y WayForward, vuelven a unirse una vez más para desarrollar un nuevo título basado en la franquicia, una que cada vez destaca más en el campo de los videojuegos. Así, el 15 de noviembre llegó a las tiendas digitales de todo el mundo RWBY: Arrowfell, el nuevo título de acción y plataformas 2D canónico dentro de la serie de animación creada por Monty Oum. ¿Queréis saber qué tal está el título, y si merece o no la pena darle una oportunidad? ¡Pues dentro análisis!

 

Objetivo: destruir a cualquier Grimm que se nos ponga por delante

La historia de RWBY: Arrowfell se enmarca dentro del volumen 7 de la serie, y nos pondrá en la piel de las cuatro integrantes del equipo RWBY, que son: Ruby Rose, Weiss Schnee, Blake Belladona y Yang Xiao Long. Este equipo tendrá que solucionar los diversos problemas que van surgiendo a lo largo de Remnant, y más concretamente en el reino de Atlas, cumpliendo así la misión principal que les fue encomendada: usar su entrenamiento y sus poderes para poner fin a la tiranía de los Grimm. Pero no estarán solas en esta aventura, pues por el camino tendrán que superar a un nuevo equipo inédito hasta el momento, el Team BRIR. La inclusión de la historia dentro del canon de la serie resulta más que acertada, pues permite que los fanáticos de la serie puedan ahondar mucho más en el rico universo que esta historia presenta. Al mismo tiempo, su localización permite que podamos interactuar con parte del elenco de la serie, desde los miembros de la Academia Atlas hasta personajes algo más secundarios (pero no por ello menos interesantes). La historia que plantea el título es realmente sencilla, y no termina de enganchar a pesar de que utiliza de una forma muy interesante el mundo de la serie. El material de origen se trata con mucho mimo y respeto, y se presentan mil y un referencias… Aunque no se realiza un buen trabajo para introducir a los no fanáticos al material de origen. Si no conoces la serie y juegas al título, posiblemente te veas algo perdido.

Por otro lado, a lo largo de sus más de 5 horas de juego nos encontraremos con una buena variedad de misiones secundarias que, de nuevo, nos permitirán conocer a toda clase de personajes… Pero no nos dejarán de hacernos sentir como unos auténticos recaderos. Y es que, a fin de cuentas, es el papel que nos ha tocado interpretar en este juego. Aunque la historia no es lo principal dentro de este título, conociendo el mimo con el que se ha tratado el universo de la serie es algo triste que el juego no haya podido dar algo más. Un punto positivo es que el juego nos ha llegado traducido al español, todo un detalle que tiene en cuenta a los fans de la serie de habla hispana. La traducción es bastante funcional, no contando con problemas de traducción reseñables, sorprendiendo su presencia ya que Arc System Works no acostumbra a traer sus juegos traducidos. Un cambio siempre es bienvenido, y más si es así.

 

La unión hace la fuerza

A nivel jugable nos encontramos ante un título de acción y plataformas en 2D, que toma notas tanto de Castlevania como de Shantae (la marca de WayForward se hace patente a lo largo de todo el título). A pesar de lo que se podría pensar, no es un metroidvania, pues encontramos niveles bastante cortos y diferenciados que, aunque son algo laberínticos, se pueden completar en cuestión de minutos. El desarrollo del juego es sencillo: tendremos zonas dedicadas a conversar con los personajes, que nos mandarán misiones, y zonas en las que tendremos que luchar con los enemigos y completar esas misiones. Más claro, agua, y se agradece esa rapidez a la hora de ponernos a jugar. El juego no se toma su tiempo, optando por lanzar al jugador a la aventura desde primera hora. Y, sin embargo, el juego deja en todo momento con ganas de más. Os decía antes que los niveles se completan en cuestión de minutos, ¿Verdad? Pues bien, este es posiblemente uno de sus mayores problemas. Al tener niveles tan cortos y tan sencillos, todos pueden ser completados con una gran rapidez, y el uso de las habilidades de nuestras protagonistas hace que todo sea muy, muy sencillo. Esto no quita que no sea adictivo, pues lo cierto es que el juego engancha para hacer una misión tras otra, pero conociendo quienes están detrás del juego su diseño de niveles podría haber dado mucho más de si.

Si el juego es divertido es gracias a lo cómodo que resulta su control. Encontramos un esquema de manejo muy similar al de la serie Shantae, teniendo un sistema de salto preciso, un botón de ataque cuerpo a cuerpo y uno a distancia. Este último consumirá algo de vitalidad cada vez que lo usemos, por lo que será fundamental limitar su uso. El personaje no solo contará con una barra de vitalidad, si no que también tendrá tres corazones que se eliminarán cada vez que se agota (a base de golpes) nuestra barra de vitalidad, teniendo que estar muy atentos a mantener la barra de vitalidad para no perder los necesarios corazones. Lo más interesante del juego es que, como somos un equipo de cuatro, podremos alterar entre los integrantes del equipo en todo momento. Aunque el control de estas es el mismo, cada una se distingue por el daño que realizan y por su habilidad especial, fundamentales para avanzar en los niveles: Ruby podrá hacer un “dash” al más puro estilo Alucard, Weiss podrá crear una plataforma aérea, Blake podrá crear un clon temporal y Yang podrá golpear el suelo para destruir ciertas zonas. Es un sistema muy sencillo, pero se disfruta bastante. También podremos encontrar a lo largo de los niveles puntos de mejora, para poder subir el nivel de ciertos atributos como el ataque o la defensa. Aunque todo funciona muy bien, estos sistemas se sienten muy chapados a la antigua, y pecan de ser excesivamente sencillos. No hay nada de profundidad, y aunque hasta cierto límite esto no tiene por qué ser malo, se echa en falta algo más de “chicha”. Un juego divertido, pero excesivamente simple.

 

Una animación poco convencional

A nivel gráfico nos encontramos un título que busca simular el estilo artístico de la serie. Y, si bien esto se consigue a las mil maravillas en las escenas animadas, lo cierto es que durante las secciones jugables esto no termina de cuajar tan bien. Los modelos de personajes están bien realizados, siendo muy fieles a los de la serie, pero las animaciones son poco orgánicas y se sienten fuera de lugar. Los fondos se repiten de forma constante a lo largo de los niveles, y escasean por su originalidad. Como título independiente no está nada mal, pero quizá otro estilo artístico en las secciones jugables le habría venido bien. Por suerte, el título funciona mucho mejor en el apartado técnico, y son pocos los bugs que he podido encontrar.

Por último, a nivel sonoro el título funciona mucho mejor, siendo absolutamente fiel a la serie al presentar algunos de los temas presentes en esta. La inclusión de nuevos temas encaja como anillo al dedo, y el doblaje es sensacional, presentando un buen trabajo por parte de los mismos actores de voz de la serie. Los fans de la serie disfrutarán mucho del apartado sonoro del título.

 

Conclusión: Un juego de los fans, para los fans

RWBY: Arrowfell es un juego de acción entretenido y adictivo que no se alza como el juego ideal para los fans de la ya emblemática serie de animación. El título peca de contar con un diseño de niveles excesivamente simplista y un esquema de movimientos sencillo a más no poder que le impide estar a la altura de otros juegos del género. Sin embargo, esto no quita que sea un juego divertido y funcional, que disfrutarán especialmente los fans de la serie.