[Análisis] Saints Row: The Third – The Full Package

[Análisis] Saints Row: The Third – The Full Package

Si hay pocas cosas que uno pueda achacarle a Nintendo Switch, es la variedad tan diversa de juegos disponibles que hay en su catálogo, haciendo que sea sencillo encontrar algo que pueda interesarnos independientemente del género jugable. Juegos de lucha, rol, aventuras de mundo abierto, novelas visuales, plataformas, rompecabezas, deportivos, etc. Entre todos estos, se ha incrementado la tendencia de realizar ports, que parecen servir para dar una segunda juventud a títulos con unos cuantos años a sus espaldas (y, ¿por qué no decirlo? Una forma sencilla de aumentar las arcas de cualquier compañía con un esfuerzo en muchos casos mínimo). Uno de ellos es el que nos compete ahora, Saints Row The Third, que llega para nutrir aún más la biblioteca de la consola nipona.

 

Historia

Este juego tiene lugar cinco años después de los eventos que tuvieron lugar en Saints Row 2, momento en el que nuestra pandilla ha conseguido hacerse con un renombre y mucha fama. Gracias a esto, ahora comercializan sus propias películas, productos de ropa, bebidas energéticas y un sinfín de merchandising. El caso, es que todo esto no podía hacerles pasar desapercibido, por lo que van cosechando el odio y la furia del resto de pandillas, sobresaliendo una que ha puesto su punto de mira en los Saints, el Sindicato, un importante grupo delictivo que quiere gran parte del control de Steelport; extorsión a la que por supuesto, no vamos a ceder. ¿Qué queda una vez que la vía diplomática ha fallado? Exacto, es justo lo que estáis pensando.

Jugabilidad

Todo esto está muy bien suponiendo que en algún momento realmente nos decidamos por enfrentarnos al Sindicato, ya que Saints Row: The Third tiene bastantes actividades como para mantenernos fácilmente entretenidos sin pensar demasiado en nuestros enemigos principales. Hay una gran variedad de minijuegos en los que participar, desde meterte en el tráfico para ganar dinero con el fraude de seguros, atravesar las calles en un tanque para ver cuánto daño puedes causar, o participar en programas de juegos asesinos. Cada uno tiene varios niveles de dificultad para mantener el grado de desafío, así como para alentarnos a seguir regresando en busca de un nuevo caos para sembrar.

Asumir el control completo de una ciudad no suena a tarea sencilla. Afortunadamente, hay algunos Saints que nos ayudarán a dejar nuestra marca en Steelport. Encontrarás la ciudad configurada como una pequeña serie de islas conectadas, todas ellas controladas por una de las tres pandillas, y por supuesto, habrá que luchar mucho para hacerse con esta. La vía principal para tomar la ciudad será a través de las misiones que se te ofrecen. Estas son proporcionados por personas que tienen vínculos anteriores con cada una de las tres pandillas enfrentadas, y todos tienen su propia motivación para querer ayudarte. Por cada misión que completes, obtendrás una parte del control sobre ese distrito específico, así como dinero y respeto. Al principio, muchas de estas misiones servirán como introducción a muchas de las actividades adicionales que el juego tiene para ofrecer.

El dinero y el respeto que cosechamos con toda esta confusión se pueden canalizar en proveernos de unas cuantas tonterías. Con la personalización del personaje, puedes moldear a tu propio líder de pandillas con todo tipo de voces, formas y personalidades. Y puedes hacerlo a voluntad en cualquier consultorio de un cirujano plástico, así que nunca te sientas atrapado en un personaje. También puedes dedicar estos recursos a hacer que tu personaje sea más fuerte, dándole resistencia a ciertos tipos de daño, aumentando su fuerza o haciendo que tus pistolas ganen en potencia de fuego.

Como mencionaba un poco más arriba, si decides “perder el tiempo” en la mayoría de las actividades que te ofrece el mundo de Saints Row: The Third, este te recompensará por ello. En lugar de usar la naturaleza del mundo abierto para permitir tonterías, el juego usa las monedas del juego para empujarte a hacerlo. Te atreves a dejarte ir y hacer el tonto, creando una experiencia ridícula y agradable. Las misiones principales, si alguna vez te acercas a ellas, solo consiguen sumar más a esta alocada experiencia en base a las absurdas situaciones que suelen presentarse. El juego se niega por completo a ser serio, en lugar de eso, lleva al jugador a situaciones cada vez más tontas, incluso cuando nos empuja con su acción desafiante.

Dicho esto, hay varias dificultades a elegir, dependiendo de lo que quieras de esta experiencia. La dificultad normal puede ser un desafío complicado si no haces muchas misiones secundarias adicionales para ganar algo de dinero y respeto, ya que puedes morir bastante rápido debido a los torpes controles del juego. Su naturaleza tonta casi parece mejor adaptada a su dificultad más sencilla, ya que los enemigos caen bastante rápido, aunque puede sentirse demasiado indulgente para la mayoría de los jugadores. Tendrás que jugar con esto para encontrar tu propio nivel de comodidad.

 

Contenido y port de Switch

Entrando un poco más en profundidad en el manejo del juego, el esquema de controles en Switch se siente un poco difícil de manejar, llegando a ser en ocasiones incluso frustrante. El input lag se hace presente sobre todo en los grandes tiroteos, dejándonos la sensación de que los controles están lejos de ser precisos y sensibles. En el modo portátil, la distribución de botones impar para algunos de sus comandos de interacción, y los pequeños botones de los laterales pueden ser un poco molestos si tienes dedos grandes. Sin duda alguna, recomendaría jugarlo con un Mando Pro, aunque con algo de tiempo y práctica, uno termina también por hacerse a los controles portátiles.

En cuanto al contenido no hay demasiado de lo que hablar. Saints Row: The Third – The Full Package incluye todo el contenido descargable, así como algunas misiones y equipos adicionales. Dado que el juego base no es demasiado jugoso si solo estás buscando la historia, el DLC y las misiones adicionales empujan el juego más allá de la marca de las 20 horas, más si eres de los que disfruta completando los juegos al máximo. Asimismo, disponemos de un modo de horda clásica nos permite diezmar las oleadas de enemigos entrantes con una variedad de armas y modificadores; el modo es realmente divertido, especialmente cuando juegas con un amigo. Otro aliciente está en el modo cooperativo en línea, aunque teniendo en cuenta la función de chat de voz nativa ausente del sistema de Nintendo, es bastante difícil disfrutarlo a menos que ambos jugadores estén en la misma sala. Sin embargo, funciona y es una gran adición.

Hablando de ser difícil de disfrutar, el juego es bastante divertido y es exactamente lo que cabía esperarse. Conserva todos los aspectos positivos y los defectos de la versión original de 2011. Las fallas técnicas que estaban presentes en ese entonces todavía están presentes, y de manera frustrante, eso es solo la punta del iceberg.

El port de Switch no está todo lo bien optimizado que debería, y es que, la velocidad de fotogramas fluctúa con frecuencia entre los 30 y los 20 fps, aunque rompiendo una lanza a favor de Deep Silver, la última actualización ha mejorado algo este aspecto (aunque no lo suficiente). En cualquier caso, la tendencia del juego a ir a lo grande en explosiones y misiones plagadas de tiroteos, hace de esto un problema que se acusa desde el principio. Lamentablemente, no termina ahí. Si bien la resolución en modo portátil y dock parece estar al máximo, el juego tiene algún que otroaspecto intrínsecamente poco atractivo; la baja resolución de las sombras, sumado a que todo se ve poco pulido e incluso pixelado.

A nivel gráfico hay poco que comentar, estamos ante un port de un título de hace ocho años, por lo que no esperéis nada ni remotamente cercano a los estándares actuales. Teniendo claro esto, el modo portátil es el más recomendable, puesto que es el modo en el que mejor luce en este apartado. Intentar jugarlo en el dock desde una pantalla grande, únicamente conseguirá poner más de manifiesto el pasar de los años en el título, haciendo que sus desperfectos brillen con más fuerza; desde popping, a dientes de sierra o personajes con graves problemas en sus rostros.

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Conclusión

En general, estoy contento con la experiencia de tener la opción de jugar a Saints Row: The Third – The Full Package en Nintendo Switch. Vale la pena tener en cuenta que el juego no se ha mejorado de manera obvia en comparación con la versión estándar, y, además, peca de problemas relacionado con desaceleraciones ocasionales en ciertas situaciones, pero nada que lleve a la imposibilidad de jugarlo la mayor parte del tiempo.

Si te apetece un poco de humor crudo y una acción tonta y exagerada, Saints Row: The Third sigue siendo un rey indiscutible de la ridiculez. Premia al jugador por abandonarse a su deseo de destruir vehículos, hacer estallar cosas y golpear a las personas con un consolador púrpura gigante.

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.