Con un estilo gráfico que buscaba acercarse al cel-shading y a la pintura haciendo gala del motor gráfico Unreal Engine 4, y con el regreso de los personajes más queridos por los seguidores de la serie, Samurai Shodown se lanzó a mediados de 2019 para PS4, Xbox One y PC cosechando un éxito bastante respetable para un título de una saga de culto, llegando a celebrarse torneos del mismo en eventos tan importantes como el EVO. Desde SNK no quisieron que otros jugadores se quedaran sin poder disfrutar de este título, y es por eso que se anunció que también llegaría a Stadia y a Nintendo Switch. Y tras un retraso en su lanzamiento, que estaba previsto para finales de 2019, por fin ha llegado el momento en el que Haohmaru y el resto de luchadores llegan a Nintendo Switch. Dicho esto, cabe preguntarse un par de cuestiones. ¿Nos encontramos ante un buen port? ¿Merece la pena el título? Pues sin más dilación, pasemos a verlo.
El camino del ronin
Lo primero es lo primero: ¿Qué es Samurai Shodown? Podríamos definirlo como una especie de reboot/precuela del primer título de la serie, lo que se traduce en un título de lucha con armas 2D con un ritmo bastante más pausado que el de la mayoría de franquicias del género. Es decir, si lo que buscáis es un título de lucha rápido y frenético con innumerables combos, seguid buscando. En Samurai Shodown, lo importante es tener una buena estrategia, leer a tu enemigo y saber asestar el movimiento clave en el momento adecuado. Solo así podréis conseguir la victoria y ser los únicos con vida en el campo de batalla. ¿Es algo malo que tenga un ritmo tan pausado y lento? No, para nada. Es algo que siempre ha caracterizado a la saga, y que de hecho le ha permitido destacar y perdurar en el tiempo. Y viéndolo en perspectiva, este título regresa a los orígenes de la saga y retoma la fórmula que la hizo grande, perfeccionando ciertos detalles para brindar un excelente y adictivo sistema de combate.
Contamos con un total de 16 luchadores disponibles, tres de los cuales son nuevos en la saga, mientras que el resto se tratan de rostros familiares y queridos por los fans tales como Nakoruru, Genjuro o Galford. Además de estos, en la versión de Switch están disponibles los mismos personajes DLC que en el resto de versiones, aunque es una verdadera pena que no vengan incluidos de base y haya que pasar por caja de nuevo para obtenerlos, pues habría sido una buena forma de solventar la tardanza en el lanzamiento de esta edición. Eso sí, todos los personajes son únicos y muy divertidos de controlar, lo que es un detalle bastante positivo. En cuanto a los modos de juego del título, se echan en falta un mayor número de opciones jugables. Así, contamos con batallas en modo local contra un segundo jugador o contra la CPU, batallas online, los clásicos modos Entrenamiento y Tutorial, que permiten conocer más a fondo las mecánicas del título (recomiendo personalmente acceder a este último modo a todos aquellos novatos en la saga), además de los modos Supervivencia y Contrarreloj. Los dos modos más interesantes y que más destacan son, por un lado, el modo Dojo, en el que podemos luchar contra la IA y “entrenarla”, pues aprenderá de cada batalla y se irá fortaleciendo, algo que me ha parecido muy interesante y que había visto pocas veces en un título, y el modo Historia, que aunque es distinto para cada luchador, realmente es como los clásicos modos Arcade en los que tenemos que enfrentarnos a varios enemigos mientras vemos un par de sencillas cinemáticas. Podría haber estado mucho más trabajado, eso no hay duda, pero lo que tenemos no es del todo malo.
Metal contra metal
Siguiendo con la jugabilidad del título nos encontramos ante un sistema de batalla lento y muy pulido, que puede parecer algo sencillo en un principio, pero que cuenta con varias capas de profundidad que lo vuelven algo bastante interesante. Así, contamos con cuatro botones de ataque, siendo estos una patada, un golpe débil, un golpe medio y un golpe fuerte. Estos tres últimos se diferencian en el daño que realizan y en el tiempo que tardan en ejecutarse, por lo que mientras que un ataque débil se ejecuta al instante pero quita muy poco, un ataque fuerte tarda bastante y te deja expuesto ante el enemigo pero puede quitar perfectamente hasta un tercio de la barra de salud del rival. Junto a esto contamos con agarres, que pueden romper la defensa del enemigo, ataques especiales, que se ejecutan mediante comandos de botones y varían según el botón de ataque pulsado, y ataques superespeciales, que son devastadores y solo se pueden utilizar una vez por combate.
A lo largo del combate es casi seguro que iremos recibiendo daño, y con esto iremos llenando la barra de furia, que al estar completa nos permitirá desatar varias técnicas. Por un lado, podremos realizar una técnica de desarme que, además de dejar aturdido al enemigo, nos permitirá quitarle el arma, dejándolo totalmente indefenso. Por otro lado, podremos usar la explosión de furia, lo que nos permite aumentar nuestras estadísticas durante un tiempo limitado, mientras la barra de furia se va agotando, aunque este no es el único uso que podemos darle, ya que podemos acabar con toda la barra y la explosión de furia de golpe desatando un único ataque que quita una cantidad brutal de vida al rival si acertamos. Todo esto se relaciona con el ámbito del ataque, mientras que para la defensa contamos con mecánicas tales como las paradas, parrys (que surgen al realizar un bloqueo en el momento exacto y nos permite contraatacar), o las esquivas, que aunque arriesgadas son una mecánica que acaba resultando espectacular e interesante. Se trata, en definitiva, de un sistema de combate único e intenso, que realmente te llega a hacer sentir como un auténtico espadachín del Japón feudal.
Duelo a muerte…
El apartado gráfico de Samurai Shodown es, en general, bastante bueno. Sin embargo, la versión de Switch se queda algo atrás con respecto al resto de versiones. Y es que a pesar de que en el modo sobremesa se ve muy bien, con alguna textura algo borrosa pero en general sin nada destacable, en el modo portátil es donde el título pierde algo de resolución, viéndose la mayoría de elementos en pantalla bastante peor que el resto de versiones. No es que se vea horrible o algo por el estilo, a pesar de los problemas el título se ve bien, solo que se nota que ha habido ciertos factores que han tenido que sacrificar para que el juego corra tan bien en todo momento. Y es que por lo demás, el apartado visual es espectacular, destacando especialmente los diseños de escenarios y personajes, que son una auténtica delicia y de lo mejor que ha hecho SNK en mucho tiempo, estando a años luz de King of Fighters XIV y dando un rayo de esperanza para que este nivel se mantenga en los diseños de King of Fighters XV.
Y por último, a nivel sonoro el título es maravilloso. La banda sonora se alza como lo mejor de la obra, con una gran variedad de melodías que reflejan la personalidad y origen de sus personajes, pues cada uno cuenta con su propio tema. Personalmente, el tema que más me ha gustado es el tema principal del título, Sturm und Drung, que es de lo mejor que he escuchado de SNK. Por lo demás el título cuenta con actuación de voz en japonés, siendo esta bastante decente, además de que los efectos de sonido del título está a la altura de la banda sonora.
Conclusión: SNK, que bien que has vuelto
Samurai Shodown se alza como uno de los título de lucha en 2D más trabajados e interesantes de los últimos años, que llega por fin a Nintendo Switch en una versión que salvo pequeños detalles gráficos no tiene nada que envidiar al resto de versiones. Si queréis un buen título de peleas y acción para luchar con amigos, ni lo dudéis, Samurai Shodown es una experiencia refrescante e interesante que, salvo por la falta de modos y quizá de personajes, os dará horas de diversión. Además, esta versión trae de regalo el título Samurai Shodown 2 de Neo Geo Mini Pocket, que no llegó a Europa en su día, lo que es un bonito detalle.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.