Antes de comenzar el análisis, aviso a todos aquellos que no hayan visto la serie y estén interesados en hacerlo, que contendrá spoilers. Si únicamente quieres saber si deberías (o no) ver la serie, te recomiendo ver mis primeras impresiones a cerca de ella, te las dejo aquí.
Y bien, si sigues leyendo es porque o bien has visto Sanrio Danshi o bien simplemente quieres conocer mi opinión, así que recalcaré eso, todo lo que vais a leer aquí es única y exclusivamente mi opinión, puede coincidir o no con la vuestra, pero en ningún momento lo que yo diga será la verdad absoluta. Dicho esto, comencemos.
No es un simple anime comercial
Como premisa principal, podríamos pensar que Sanrio Danshi es un anime dedicado en su plenitud a hacer promoción de la marca Sanrio, ya que, sin ir más lejos, su propio nombre indica esto. Además, en el mismo primer episodio, ya nos muestran a Pompompurin, a My Melody y a Hello Kitty. Y sí, sé que a lo largo del anime encontraremos múltiples escenas de spam completamente innecesarias, pero al menos a mí no se me han hecho pesadas ni han hecho cambiar mi opinión respecto al anime.
Mi opinión respecto a este se ha basado en otras cosas. Para empezar, lo primero que se nos muestra es una obra de teatro donde los cinco chicos Sanrio están actuando juntos, siendo esta como su carta de presentación, siguiendo una estrategia similar a la que tomó Boruto: mostrarnos lo que será prácticamente el final con tal de mantenernos enganchados y saber cómo serán capaces de llegar hasta ahí, pero… Ni por asomo ha tenido el mismo efecto. A priori, no podría interesarme menos cómo llegan a hacer una obra de teatro y lo geniales que son todos juntos, ese es el primer punto negativo de Sanrio Danshi, tratan de meter un cliffhanger que resulta siendo totalmente innecesario.
De todas formas, la historia que se nos presentó en el primer episodio me pareció lo suficientemente interesante y me sentí tan identificado que me instó a seguir. ¿Cómo Kouta cambiará gracias a estos chicos? En ningún momento me planteé si sería un intento inútil y terminaría siendo el mismo que era hasta ahora, ya que me habían mostrado que al final todos eran felices y comían perdices, pero eso no me supuso ningún problema, ya que en los dos siguientes episodios disfruté suficiente como para despreocuparme respecto a su actitud, solo quería seguir emocionándome, llorar con sus historias particulares y grupales.
Pero llegó un punto que esto dejó de ser así. Bien es cierto que durante los tres o cuatro episodios siguientes se nos presentan a los dos personajes restantes (Seiichiro y Ryou) y su historia juntos, al menos a mí, me parece preciosa. No obstante, como personajes en solitario son los que más me flojean, ya que no tienen ni un pasado dramático, ni un presente complicado por un argumento sólido, a diferencia de Kouta, Yuu y Shunsuke, quienes en los episodios que se les dedicaron me hicieron llorar como una magdalena, a diferencia de los otros dos (repito, me refiero a ellos por separado).
De todas formas, volviendo al inicio del primer párrafo y viajando hasta el final de las historias personales, es decir, la presentación de cada uno de los personajes, Sanrio Danshi empezó a flojear bastante, las sensaciones tristes, que te ponían el corazón en un puño y todos los pelos de punta, desaparecieron para convertirlo todo en momentos felices donde mostraban que eran súper amigos y que a ninguno le avergonzaba admitir cuando fuera su amor por Sanrio. Personalmente, esto me aburrió bastante, los episodios se me hacían eternos y de ellos solo podría salvar dos momentos concretos:
- El desfile que vieron en Puroland, el momento más cliché que todos los animes del estilo tienen, donde el poder de la amistad demuestra su grandeza y los cinco están unidos por un hilo irrompible. Sí, yo que llevo unos párrafos quejándome de que se convierta en esto, debo admitir que fue un momento que me pareció único, pero porque lo vi con un enfoque diferente: como si Kouta por fin hubiese dejado atrás sus dudas y fuese el mismo que era cuando estaba con su difunta abuela.
- El momento en el que a Ryou le dicen que se mudará a Londres. Después de lo que ha pasado para poder admitir su amor hacia Sanrio, concretamente hacia Kiki y Lala de Little Twin Stars, después de por fin haber conseguido hacer amigos que no solo lo aceptaran tal y como es sino que además compartían sus mismos gustos; después de todo, tenía que irse. Debo admitir que eso me hizo soltar alguna lagrimilla (mentira, lloré casi tanto como con los primeros episodios), sobretodo al ver la cara de incredulidad que se le queda al oírlo, por Dios, qué dolor.
Quitando eso, como ya he dicho, me costó seguir viendo la serie, pero una vez mencionaron la obra de teatro, me entró la curiosidad por ver cómo se desarrollaría finalmente. Y la verdad es que me alegro mucho de no haber dado el anime por perdido, ya que compensaron los episodios que me sobraban con…
¡Un final Kittyful!
Los dos últimos episodios realmente merecieron la pena. Kouta volvió a tener un conflicto interno, pensando que debía hacerlo todo él solo porque era el único de ahí que no brillaba. Esto se debe a que, tras dedicarse él a preparar los escenarios, música, etc., se da cuenta que le falta un escenario por diseñar y la página web donde había encontrado la música había sido tirada y, por tanto, no tenía nada. Con esto, sus amigos avisaron al resto de gente para que les ayudasen, y es aquí cuando Kouta cree que no es ni la mitad de bueno que ellos, que no es suficientemente válido para estar junto a ellos porque mientras ellos brillan con luz propia como estrellas, él solo refleja la luz como si se tratase de la luna.
Por esto, Kouta empieza a ser más distante y frío con ellos, necesitaba encontrar su brillo, en qué era bueno él, pero claro, todos sabemos que sus amigos no son tontos y se dan cuenta de lo que está pasando, por lo que deciden plantarle cara y dejarle claro que son amigos, y que no van a permitir que pase por todo él solo, por lo que debe elegir entre seguir con su lamentable actitud sin ellos, o volver a estar juntos como estaban hasta ahora.
Respecto a ese ultimátum, la decisión de Kouta es obvia, cosa que me alegró, porque me recordó a la escena de los primeros episodios donde Kouta le dice a Yuu y Shunsuke, llorando bajo la lluvia, que ama Sanrio (tan solo con recordarlo se me vuelven a poner los pelos como escarpias). A partir de ahí, todo va viento en popa: cubren los fallos que tenía la obra, Yuu habló con el club de música (concretamente, con los amigos de Kouta que se nos presentan al principio, antes de admitir que le gusta Sanrio) para que ellos crearan la música para la obra de teatro, etcétera.
Y con todo esto, por fin llega el momento, la obra. Esa que al principio he dicho que me interesaba entre poco y nada, me ha encantado. Y no, la obra en sí realmente me ha parecido algo para rellenar el episodio y ya está, lo importante ha llegado cuando, al final, para sorpresa de Kouta, sus amigos preguntan al público si un final dramático era el final que realmente querían ver, obviamente la respuesta es un no, a lo que responden con un cambio brutal donde empiezan a participar el resto de estudiantes para crear un momento único que jamás olvidaré: los del club de música vestidos de ángeles, los chicos Sanrio juntos como uno solo… Y la sonrisas de Kouta, esa sonrisa sincera que únicamente se podía agrandar de una forma: ver a sus padres en el público sujetando a Pompompurin, recordando a su abuela y sus palabras hacia ella, de verdad, se me quedará grabado por siempre. Un final genial.
¿Es capaz un “simple” anime de cambiar la vida de una persona?
Y bien, esta es mi respuesta a la pregunta que os hice en las primeras impresiones: sí, un “simple” anime, es capaz de cambiar la vida de una persona. Concretamente, Sanrio Danshi lo ha hecho con la mía. En cuanto comencé este anime, sabía que iba a dejar una gran huella en mí, y así ha sido. No ha cambiado en nada mi personalidad, sigo siendo el mismo de antes, pero ya no me cuesta nada expresar mis sentimientos, lo que necesito expresar abiertamente en cualquier momento. Ahora mismo, mi foto de perfil de WhatsApp es Shiiro, la chica de No Game No Life, parece una chorrada enorme, pero para mí significa mucho. Nunca he escondido mi amor hacia el el mundo manganime, pero tampoco he tenido la suficiente seguridad en mí mismo como para mostrarlo tan abiertamente. Además, ahora lloro mucho más, y no, no es que me haya vuelto más sensible, es que ya no tengo ninguna necesidad de reprimirlo, si necesito hacerlo, si me sale, lo hago, y ya. Gracias a Sanrio Danshi, soy cada vez más yo, simplemente yo.
Apartado audiovisual
Respecto al apartado auditivo, debo decir que flojea bastante: primero de todo, como ya dije en las primeras impresiones, el opening no me convence en absoluto, y el ending, tampoco. Siguiendo por ahí, pocas piezas musicales me han parecido lo suficientemente buenas como para mencionarlas (a excepción de la que suena durante la lluvia que he mencionado antes, y la que suena en la obra de teatro). Por lo que, en lo referente a la banda sonora, no me parece de lo mejor del anime.
En cuanto a la animación, no han llegado a convencerme los fondos a pesar de que sin duda han ido mejorando, sin embargo, me sigue encantando el diseño de los personajes y sus expresiones, quizá sea lo que salve al resto de la animación que, sin ánimo de ofender, me parece bastante mediocre.
¿Deberías ver Sanrio Danshi?
La respuesta es compleja. ¿Deberías verlo? Sinceramente, no. No me parece un anime del que dependa tu vida, uno de esos imprescindibles. Sanrio Danshi no será un Evangelion (aunque no lo he visto) ni gustará a todo el mundo como Dragon Ball. Pero, si eres una persona como yo, que vive con los sentimientos a flor de piel, que está envuelto de personas o de una sociedad en conjunto con gustos muy diferentes a los tuyos y te sientes reprimido, o no, simplemente sabes que eres el único o de los únicos, que tienen ese gusto, estoy seguro que disfrutarás Sanrio Danshi de la misma manera que yo lo he hecho.
https://www.youtube.com/watch?v=P9El0V0vWaU