Senran Kagura, esa franquicia de shinobis que no pasa inadvertida para nadie debido a su erotismo, y es que sin duda alguna, el fanservice es su mayor punto fuerte a la hora de destacar por encima de otros juegos, puesto que, seamos sinceros, hay mejores títulos hack and slash por el mercado en cuanto a mecánicas jugables (en referencia a la mayoría de títulos principales de la franquicia). No obstante, Senran Kagura Reflexions, se aleja de la fórmula más habitual dentro de la serie para ofrecernos una experiencia más “personal”, por llamarla de alguna forma, donde invertimos nuestros esfuerzos en pasar el tiempo con Asuka, la fémina más conocida de Senran Kagura.
¿Tenía una cita con Asuka?
No tengo claro si podríamos decir que existe una historia al uso. Al empezar el juego, Asuka espera melancólica mirando por la ventana de lo que parece un aula de estudio, hasta el momento en el que entramos por la puerta y la joven se acerca a nosotros. Ella se muestra muy feliz al vernos y es que, parece que nos había estado esperando (no preguntéis el cómo ni el por qué), el caso es que aunque no lo diga abiertamente, parece sentirse atraída hacia nuestra persona, o al menos por lo que describe cualquiera diría que es amor. El caso, es que nos coge de las manos y nos pide que nos quedemos con ella en el aula, y… poco más, como diría Bugs Bunny: “¡Eso es todo amigos!”.
Toca, acaricia y masajea con tus Joy-Con
Standard Reflexology, donde básicamente debemos acariciar las manos de Asuka (una de ellas, realmente) hasta dar con un punto en particular que complazca a la ninja y mantener presionado el botón hasta que termine entrando en una especie de estado de ensoñación, es en ese momento cuando cambiamos de fase. Ahora pasamos a un “sueño” donde Asuka aparece ante un escenario diferente y con un cosplay. Tras una breve conversación volvemos a la Standard Reflexology, aunque en esta ocasión hay que acariciarle el cuerpo en busca de una zona en la que disfrute del masaje. Al terminar, cambiamos a la Luxury Reflexology, en la cual volveremos a acariciar/masajear a la muchacha con las manos o un cepillo, entre otros artilugios que se pueden obtener al avanzar en la “historia”. Al terminar se va rellenando un objeto que una vez completado nos dará un pequeño pedazo de corazón, y que una vez conseguidos todos nos llevará al final de esta especie de romance con Asuka.
Mini-Reflexology es otra forma de juego que nos propone pasar tiempo en clase con Asuka haciendo exactamente lo mismo que cuando estamos en el segundo Standard Reflexology, es decir, sobarla libremente sin mayor finalidad. Por supuesto, se puede girar la cámara alrededor de nuestra compañera y acercar o alejar. Ojo, que la pistola de agua, nuestro gran amigo para refrescar en los calurosos días de verano, está de vuelta para ayudarnos a empapar a la buena compañera de la Academia Hanzo.
En cuanto a lo jugable, el título te recomienda que uses los Joy-Con por separado de la consola, y tiene bastante sentido, puesto que cada uno actúa como si de una mano se tratase. En los minijuegos de Luxury Reflexology es donde mejor se ve el potencial jugable, usando las manos para darle un masaje a la pierna de Asuka moviendo los Joy-Con prácticamente como si fueran dos baquetas del tambor del Taiko, o en el caso de utilizar un objeto vibrador, llevando a cabo una de esas acciones similares a las de ordeñar a la vaca en 1-2-Switch (con más rapidez en este caso), que probablemente llevarían a que tu vecino/a se plantease una idea equívoca al verte jugar por la ventana.
Hay un modo Dress-Up, en el que como su propio nombre indica, se puede cambiar a Asuka de atuendo, así como el estilo de su pelo, la lencería que lleva puesta, y algunos accesorios extra. Asimismo, se suma un modo Diorama, que básicamente nos propone una serie de opciones, tales como cambiar la expresión de Asuka (ojos, boca y otros efectos), si queremos que la ropa esté o no mojada, o cambiar el escenario tras de ella; para finalmente, hacer una foto a nuestro gusto.
Nada nuevo en la puesta a punto
No hay gran cosa que destacar sobre el apartado visual del juego. El diseño de personajes (o más bien de personaje, ya que únicamente está disponible Asuka, al menos hasta que llegue el contenido vía DLC) es el habitual de la franquicia, con ese estilo cartoon tirando al anime japonés. En cuanto a los decorados, solamente son imágenes planas de fondo, algo normal en las visual novel (que no digo que sea el género del juego, ya que es complicado englobarlo dentro de ningún género conocido).
Sobre el sonido, cuenta con algún que otro tema (pocos, muy pocos), relajados y otros un poco más animados, según el momento. El trabajo de voz de la seiyuu de Asuka es bastante bueno, mostrando esa mezcla entre sensualidad y timidez que obviamente se quiere dar al título.
Conclusión
Senran Kagura Reflexions es una experiencia extraña como videojuego. Difícilmente se puede decir que tenga una historia al uso, en cuanto al gameplay, no hay nada más allá de tocar/acariciar/masajear a Asuka para hacerla feliz y repetir el proceso una y otra vez. Entiendo que la buena gente de Honey∞Parade Games ha querido crear un juego íntimo donde los fans puedan compartir tiempo con la conocida shinobi, pero, al final todo se reduce a 3-4 minijuegos donde buscamos dar placer a la muchacha meneando un poco los Joy-Con, algo que aunque original en la ejecución, palidecería si lo comparásemos con 1-2-Switch, que cuenta con bastantes formas de darle un uso inteligente a los Joy-Con.
A menos que seáis grandes fans de la franquicia y queráis pasar tiempo con Asuka (y todas sus compañeras que llegarán como contenido adicional), me cuesta recomendar la compra del juego en base a lo que ofrece. De todas formas, si estáis interesados en él, sabed que se puede adquirir por solo 9,99 €, un precio bastante asequible para darle la oportunidad.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.