El Dulce Definitivo
El juego nos pone en la piel de la alquimista Syrup, famosa por sus dulces, de carácter terco, y que odia cualquier otro desempeño en el mundo de los caramelos que no se base en la ciencia, en su misión por conseguir cumplir la promesa que le hizo a su subordinado y amigo Pastille, que no es otra que el hacerle degustar, de una vez por todas, el Dulce Definitivo. Con esta amigable premisa se va desarrollando una historia en la que tiene vital importancia la aparición de Gumdrop, una gólem mágica de caramelo que cambia la mentalidad de la protagonista y sobre la que gira gran parte del argumento.
Durante la aventura iremos conociendo al resto de personajes, como la bruja Butterscotch, visitando diferentes localizaciones y, en función de cómo nos comportemos, podremos obtener diversas bifurcaciones en la historia y hasta 10 finales diferentes, algunos realmente cómicos o bastante tristes, donde se intenta atacar a algunos de los problemas de la sociedad actual, como los estereotipos o el egoísmo, aunque por su estética y mensaje está más orientado a los “peques” de la casa (pese a que algún final pueda llegar a ser un pelín traumático para los más sentidos). Su rejugabilidad hasta conseguir los diez diferentes finales y su utilidad pedagógica son sus bazas más poderosas, si bien es cierto que descubrir todo lo que tiene que ofrecer se antoja demasiado fácil y rápido, siendo una propuesta demasiado corta.
¿Magia o alquimia?
La jugabilidad del título, como en todas las propuestas de este género, va íntimamente ligado al desarrollo argumental de la aventura, y por razones obvias no se deben valorar aspectos que sí se evalúan en videojuegos donde el sistema de control es básico para disfrutar de la experiencia, sino que se ponen en valor las diferentes bifurcaciones que encontraremos en la historia, las opciones de diálogo disponibles y cómo estas provocan cambios en la estructura del guión y la existencia de posibles puzles o enigmas a resolver. En este caso, durante el desarrollo no encontraremos ningún tipo de rompecabezas a resolver, por lo que los diferentes finales se basarán en nuestras respuestas.
Podremos obtener 5 finales buenos y 5 malos, siendo uno de los mejores finales el canon o el real, aunque la gracia es que en la primera partida veamos cuál se ajusta más a nuestra personalidad y no nos dejemos llevar por el hecho de que las respuestas para conseguir el final verdadero son bastante obvias. El núcleo novelesco de Syrup and the Ultimate Sweet se complementa con un glosario de la historia, una galería de extras donde ver ilustraciones y “concepts” de los protagonistas y un repaso a los diferentes finales y la forma en la que se obtienen.
Fantasía azucarada
En cuanto a cómo se presenta ante nuestros ojos Syrup and the Ultimate Sweet hay que destacar el tratamiento que han recibido los personajes, con diseños simpáticos e inspirados (dentro del corte ciertamente cursi de la aventura), no estando igualmente conseguidos los escenarios en los que se desarrollan los diálogos, donde se ha optado por la ausencia casi absoluta de color para dar más fuerza a los personajes, lo que crea una atmósfera un tanto vacía.
Los textos (en varios idiomas, incluido el español) son perfectamente legibles y el resto de elementos como las pantallas de nudo o epílogo también resultan agradables, con un aire de cuento infantil que le sienta muy bien a la propuesta. La traducción, eso sí, tiene algunos errores, pero estos no impiden que la historia vaya por el cauce deseado. Los diálogos, todo sea dicho, no son de excesiva complejidad, por lo que a lo mencionado anteriormente sobre la posibilidad de disfrutar en familia del juego, también nos puede hacer las veces de cuento interactivo en inglés, por ejemplo, y así ayudar a perfeccionar el idioma.
El apartado sonoro acompaña el desarrollo de la aventura con melodías alegres y diferenciadas en función de las diferentes localizaciones o personajes que aparecen en escena. Estas piezas, pese a no molestar en gran medida acaban por hacerse un poco repetitivas y pastelosas, nunca mejor dicho.
Conclusiones
Syrup and the Ultimate Sweet es una propuesta sin demasiadas pretensiones dentro del género Visual Novel (sin ir mas lejos, su precio en PC es “la voluntad”), que destaca por el diseño de sus personajes y por ofrecer hasta diez finales distintos. Su sencillez, escasa duración y musicalidad, limitan casi por completo la experiencia a disfrutar del juego en compañía de los mas “peques” de la casa, siendo estos los que más disfruten de su estética de cuento infantil y los valores que trata de transmitir, y una dulce herramienta para mejorar nuestros idiomas menos dominados en familia.
Por último, si eres cazador de logros y trofeos, te gustará saber que conseguir el 100% de los mismos es bastante sencillo, siendo el precio de estas versiones de 4,99 €, al igual que en Switch, eso sí.