![[Análisis] Tales of the Neon Sea [Análisis] Tales of the Neon Sea](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2019/04/TALES-OF-THE-NEON-SEA.png)

Sin embargo, para poder hablaros del título que hoy tengo el placer de analizar primero tengo que mencionar su influencia primaria (que, curiosamente, es mi película favorita). Y es que no se podría entender el por qué Tales of the Neon Sea es como es sin la existencia de Blade Runner, la obra maestra de Ridley Scott que tomaba las bases de la ciencia ficción clásica y le daba una capa de personalidad única, ofreciendo un mundo frío y decadente donde las culturas chocan tanto como las máquinas con los propios seres humanos. La diferencia entre carne y herramienta se diluye, al igual que los límites clásicos del cuerpo humano. Un mundo frívolo donde no nos gustaría vivir que, sin embargo, consigue atraer como ningún otro universo de ficción. Estas ideas son, precisamente, las que busca transmitir el nuevo juego desarrollado por YiTi Games y distribuido Thermite Games (en formato físico en nuestro país por Tesura Games), que pretende marcar un antes y un después en el género. ¿Lo conseguirá? ¡Veámoslo en el análisis completo!
Herido, un detective encuentra el camino
Tal y como os comentaba en la introducción, la historia de Tales of the Neon Sea nos transporta a un futuro no muy lejano en el que nos pondremos a los mandos de Rex, un detective algo alcoholizado que se verá envuelto en un extraño intento de asesinato. Aturdido, pronto recibirá la inestimable ayuda del gato William para poder escapar de su persecutor y curar sus heridas, que afectan tanto a su parte orgánica como a su parte mecánica. Y es que, en este universo, los implantes cibernéticos están a la orden del día, ayudando tanto a realizar las tareas diarias como los trabajos más complejos. Sea como sea, Rex no contará con mucho tiempo para descansar: se ha llevado a cabo un misterioso asesinato, y el culpable podría ser una máquina. ¿Qué es lo que ha podido ocurrir? ¿Y por qué todo parecer tener relación con el pasado de nuestro protagonista? Todas estas preguntas y otras tantas se irán respondiendo a lo largo de la trama del juego, si bien he de decir que muchas de estas respuestas son insatisfactorias o poco concluyentes. Vaya, que el juego no termina de convencer al poner fin a sus grandes dudas y misterios, lo que es una pena… Pero no es el mayor de los problemas del título.
Y es que, si bien la ambientación está realmente trabajada y es uno de los puntos más positivos del juego, la historia deja muchísimo que desear en todo momento. El ritmo está muy mal llevado, contando con parones repentinos que nos sacan por completo de la historia, y se echa en falta una mayor profundidad en sus personajes secundarios. Incluso la historia de nuestro protagonista deja que desear, pues la forma en la que se narra acaba siendo algo liosa. A favor del título diré que su duración es bastante buena, y no alarga en exceso ideas que, de otra forma, podrían haber resultado agotadoras. La traducción es bastante floja, y aunque se agradece que se haya trabajado para traer el título en español, se podría haber trabajado mucho más en ella.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Pasando a hablar del apartado jugable del título, nos encontramos ante una aventura de corte lineal centrada en la narrativa y en la resolución de puzles. No os esperéis nada de plataformas, puesto que el objetivo del título no es el de presentar un juego de acción al uso, si no algo más cercano a lo que sería una aventura gráfica con desplazamiento lateral. Sinceramente, creo que sobre el papel la idea es buena, y el título consigue presentar un conjunto de ideas y mecánicas que lo hacen realmente inmersivo. La mayoría de los puzles que se presentan están bien planteados, y aunque no nos hagan estar horas dándole vueltas a una posible solución, tampoco es que estos sean especialmente fáciles de resolver. La dificultad es orgánica, presentando buenos desafíos sin alargar la duración de forma artificial… Aunque nos harán rebuscar en cada rincón de los escenarios para encontrar los objetos que necesitamos. Es sorprendente la forma en la que se exprime hasta el más mínimo rincón de las estancias, pues no hay nada que no cumpla una función (por mínima que sea).
Lo que está claro es que estaremos la mayor parte del tiempo interactuando con objetos, colocando herramientas en el lugar adecuado y resolviendo puzles. Y si bien el diseño de niveles cumple con creces su cometido, hay un problema que no se puede obviar: el juego se acaba sintiendo especialmente repetitivo, ya que es incapaz de innovar en su propuesta jugable. Estaremos la mayor parte del tiempo repitiendo acciones y resolviendo puzles que, sin ser exactamente iguales, sí que comparten muchas ideas entre sí. ¿Lo mejor? Las partes en las que controlamos al bueno de William, pues no solo presentan los puzles más creativos y divertidos si no que… Bueno, siempre es divertido controlar a un gato.
Un mar de neones y pixeles
Seamos claros: el aspecto más llamativo y especial de este título es su apartado visual, pues la combinación de un pixel art clásico con un uso del color vibrante funciona a las mil maravillas. Nos encontramos ante un juego absolutamente vistoso, que triunfa tanto en su presentación de los personajes como en la configuración de los escenarios, siendo estos los verdaderos protagonistas del juego. Su iluminación sorprende tanto por su uso como por su nivel de calidad, y algo similar ocurre con el resto de efectos. A nivel técnico no encontramos problema alguno de rendimiento, destacando la fluidez que presenta la versión de Switch.
Por último, a nivel sonoro el título sorprende a propios y extraños gracias a la presencia de una banda sonora musical funcional y memorable, que consigue evocar una ambientación mucho más fría y decadente. Sin la banda sonora el juego no sería ni la mitad de inmersivo de lo que es, demostrando la importancia que tiene esta en el producto final.
Conclusión: Unas historias que tienen mucho margen de mejora
Tales of the Neon Sea es un juego decente que, sin embargo, podría haber dado mucho más de si. Bajo su interesantísima premisa y su detallada puesta en escena se esconde una historia confusa y poco interesante, que peca además de contar con una traducción pobre. Su jugabilidad cuenta con ideas buenas repetidas hasta la saciedad, lo que hace que el juego pueda llegar a agotar. Sin embargo, como experiencia audiovisual el juego cumple, siendo un gusto tanto para la vista como para el oído. Si os llama la atención y os gustan las historias de ciencia ficción, dadle una oportunidad.
Asimismo y a modo de apunte final, si os gusta más el formato físico os interesará saber que Tales of the Neon Sea está disponible en formato físico en edición normal y coleccionista para PlayStation 4, PlayStation 5 y Nintendo Switch.

Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.