[Análisis] Tin Hearts

[Análisis] Tin Hearts

Fecha de Lanzamiento
20/04/2023
DISTRIBUIDORA
Wired Productions
PLATAFORMAS
Nintendo Switch
VERSIÓN ANALIZADA
Nintendo Switch
Estábamos en marzo de hace ya dos años cuando Wired Productions compartía el primer tráiler de una curiosa propuesta, un nuevo videojuego llamado Tin Hearts desarrollado por Rogue Sun, que, decían por ahí las lenguas más entendidas, revivía en cierto modo el espíritu de Lemmings. Si bien entiendo que sabréis disculpar mi ignorancia, pues nunca he jugado a dicho videojuego entre otras cosas por ser anterior a mi nacimiento y no haber dispuesto nunca de una Amiga, no me veo capacitado para realizar ningún tipo de comparativa entre ambos. Volviendo a un terreno en el que pueda desenvolverme, el vídeo de presentación del juego, de unos dos minutos de duración, era toda una declaración de intenciones de lo que sería el producto final que, por aquel entonces, apuntaba de forma poco acertada y con más fe que previsión realista a ser lanzado en el invierno de dicho año. Los soldaditos de juguete eran el corazón de hojalata que daba vida y nombre a esta experiencia, la mascota principal. Asimismo, entre diversos rompecabezas a solventar por estos simpáticos muñecos de cuerda, se entreveía una suerte de drama familiar interno que contaba la vida del que a todas luces parecía el artífice, el juguetero que había dado vida a dichos artilugios, junto a su mujer y su hija pequeña.

Hoy, a finales de abril de 2023, Tin Hearts está por fin disponible en consolas, o bueno… en consola, pues a pocos días del lanzamiento la compañía decidió hacer un cambio que diese a los usuarios de Nintendo Switch una breve exclusividad temporal de un mes antes de ser lanzado en PlayStation, Xbox y PC. ¿La excusa del cambio? Según apuntaba Leo Zullo, director general de Wired Productions, obedecía principalmente al “amor” demostrado por Nintendo y por los fans de la marca, amén del temor a que el cada día más próximo lanzamiento de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom opacase completamente el lanzamiento, engulléndolo y condenándolo al olvido cuando todos estén, posiblemente todavía, disfrutando de las tierras de Hyrule en compañía de Link y Zelda, intentando pararle los pies a Ganondorf. Es un hecho, Zelda, al igual que Mario, God of War, Final Fantasy, Pokémon o Resident Evil, no dejan de ser grandes titanes de la industria que, a modo de leviatán, suelen concentrar la atención de los jugadores (y el dinero de su cartera, claro está). Así pues, después de pasar unas horas resolviendo rompecabezas en compañía de los risueños soldaditos de hojalata en Nintendo Switch, hoy vengo a analizar Tin Hearts. ¿Comenzamos?

 

La historia del juguetero Albert y su familia

Tin Hearts es un título que, a medida que vas completamente rompecabezas con tus soldaditos, va desgranando poco a poco su historia. Así pues, poco a poco se va mostrando de fondo la emocionante y evocadora historia de Albert J. Butterworth, un genio inventor de la época victoriana, y su familia, concretamente, mujer e hija. Conforme vamos navegando por las diferentes salas de la casa, los distintos detalles van arrojando algo de información sobre la gigantesca edificación victoriana familiar. Mientras vamos progresando, se muestran de fondo algunas escenas con los protagonistas en ellas en forma de reminiscencia, unos recuerdos que irán hilándose hasta conformar una historia completa en la que la familia va pasando por distintos momentos, desde momentos de duda hasta otros mucho más bucólicos y enternecedores. Hay momentos para la alegría y para la tristeza, por supuesto, pero por motivos evidentes, no puedo entrar mucho más en este tema, ya que, a fin de cuentas, el principal motor para que el jugador decida avanzar por las diferentes habitaciones buscando soluciones a los diferentes puzles, es el hecho de saber más sobre la historia de los que en algún momento habitaron dicho lugar. Por ende, descubrirlo es algo que corresponde únicamente a aquellos que decidan jugarlo.

 

En formación y a resolver rompecabezas

La propuesta jugable de Tin Hearts es fácil de entender pero algo más complicada de resolver, especialmente con el avance natural del juego. Básicamente, en cada habitación hay una caja de la que sale un grupo de soldaditos de hojalata y es tu misión guiarlos en su movimiento rectilíneo para que sean capaces de llegar hasta una pequeña puerta ubicada en las cercanías que demanda que lleguen hasta ella un número concreto de estos juguetes. Hasta aquí todo bien, es básicamente guiar al grupito desde A hasta B. La parte complicada suele ser el camino, el lograr que todos lleguen hasta allí y nadie acabe cayéndose desde lo alto de una mesa hasta el suelo y se rompa en el proceso. Al principio, es todo muy sencillo, pues las primeras fases actúan de tutorial y se realizan con las mecánicas justas en apenas una o dos meses, el problema viene cuando el rompecabezas te lleva a guiar a los soldados desde una punta de una sala entera hasta otra, haciendo uso de diferentes artilugios.

En los primeros compases, como ya mencionaba, todo es muy intuitivo. Cojo esta pieza de madera con forma y la introduzco aquí, así al llegar los soldados chocarán contra ella y modificarán su ruta, desviándose así hasta la siguiente sección. Después, pongo este bloque triangular en este lugar y así consigo cambiar el movimiento y hacer que, después, se choquen contra ese libro que a su vez cambiará nuevamente la ruta. Asimismo, se ofrece un par de relojes a modo de herramienta, el de cuco para acelerar el tiempo y que los soldados vayan algo más rápido para agilizar el rompecabezas, y uno de bolsillo para pausar la acción y ser capaz de ver las líneas de movimiento que van a seguir los soldados y a las que serán conducidas por nuestras acciones, por ejemplo, entorpeciéndoles con un bloque de madera. Todo esto se irá complicando con la introducción de nuevos cachivaches en forma de tambores que permiten saltar a los soldados, cañones de juguete que permiten tirar objetos que estorben o activar mecanismos, trenes de juguete o molinillos de viento, entre otros. Asimismo, se introduce un Jack in the Box (la típica caja con cuerda de la que sale un payaso) que secuestra a los soldados, o unos globos que les permiten elevarse (lo cual suele combinarse en ocasiones con los molinillos de viento). Por tanto, conforme más vayas avanzando, mayor será la complejidad del nivel en cuestión.

Si bien hablaba de complejidad, lo cierto es que los puzles son accesibles en términos generales. Sí, cada vez serán más largos de resolver porque pasarás de abarcar un par de mesas de terreno a todo un jardín familiar al completo, pero los mecanismos para guiar a los soldados están ahí y son fácilmente visibles, por lo que es todo muy intuitivo. Lo recomendable, es echar un vistazo general a cada sala y tomarse un rato para reflexionar. Ubicar la cajita de los soldados y la puerta, mirar qué hay por la sala, si es posible llegar por la vía fácil o si hay que desviarse para conseguir algo necesario para completar ese rompecabezas. Después, vas conectando y pausando la acción mientras tanto y, cuando todo va fluido, bueno, aumentas la velocidad y esperas a que se haga la magia. No te preocupes si fallas y pierdes algún soldado por el camino, siempre puedes rebobinar la acción… Además, extrañamente y pese al número en las puertas, no parece que a estas les importe que en vez de seis soldados, solamente lleguen cuatro, se desbloquea igualmente el siguiente rompecabezas.

 

¿Lo único atractivo? Los soldaditos

Visualmente, bueno… Tin Hearts es bastante pobre en Nintendo Switch, desconozco si esto mejorará cuando salga a la venta en el resto de plataformas. Los soldados de hojalata, como cara visible y protagonistas indiscutibles, están muy bien hechos, se nota que han puesto todo su amor y empeño en crearlos, pero aquí queda la cosa, el trabajo se ha vertido únicamente y exclusivamente en hacer que los pequeñajos luzcan bien. Las habitaciones de la casa son correctas en su conjunto y están cargadas de objetos, algo normal en una casa familiar, pero los modelados son terribles hasta decir basta. Desde lejos y en conjunto pueden llegar a engañar a un ojo poco entrenado, pero Tin Hearts permite hacer zoom e incluso utilizar la vista de los soldados acercándose así a los objetos, dejando entrever una falta de texturas preocupante en casi cualquier sitio, haciendo que incluso las mesas de madera no sean más que unas tablas mal pintadas de marrón. En un título que permite hacer zoom y permite ver las cosas desde la óptica de los soldados, es difícil de perdonar una calidad tan aberrante mires por donde mires. Y esto no es lo peor, pues cuando te toca revivir un recuerdo de la familia, los modelados de los personajes son harina de otro costal, especialmente en el momento que decides girar la cámara para fijarte en su cara y ver esos ojos, terribles, penetrantes, no introducidos en sus cuencas todo lo bien que deberían de estarlo. Verdaderos escalofríos al presenciar estos momentos dignos de un buen juego de terror.

Sí, alguno puede pensar que estoy exagerante hasta niveles casi crueles, pero creedme al decir que las imágenes hablan por sí mismas. En este sentido, además, el cambio de perspectiva de cámara de tercera persona a primera al pasar a los soldados, agudiza otros problemas, glitches visuales como ver convertirse una habitación en un vacío azul al girarla y volver a ver la habitación completa al seguir girando otro poco… ¡Ah! Y no os privéis de pasar a la vista de los soldaditos cuando vayan a “agarrarse” a un globo (aunque disponéis de una captura ilustrativa en este mismo texto un poquito más arriba). En cualquier caso e intentando buscar la cal después de la arena, o viceversa, pues nunca tuve demasiado claro cuál era la buena de ese conjunto, pasemos a hablar de la banda sonora, que sin duda es agradable, pausada, melancólica y suave, una que casa magníficamente con la acción y por supuesto, con aquello que desea contarse, envolviéndolo todo en un entorno emocional y relajado.

 

Otros apuntes

Por último, señalar que la cámara se comporta de forma un poco brusca en algunos momentos al poseer objetos. En cuanto al rendimiento, también tiene margen de mejora. Además, creo que habría sido útil permitir al “personaje” correr de un lado a otro para agilizar los rompecabezas, pues en ocasiones puedes olvidarte de coger una pieza que está en el otro lado de la sala y no te queda otra que ir pausadamente hasta allí para cogerla y volver. Si uno tiene en cuenta que la reutilización de diversos elementos como piezas de madera es habitual dentro de una misma sección para varias partes del rompecabezas, esto hace que la acción se entorpezca y puede llegar a ser frustrante. De hecho, quiero pensar que hasta cierto modo también lo entendió así la desarrolladora al añadir un modo de mayor velocidad para agilizar el movimiento de los soldados, lástima que no haya algo similar para este otro caso.

 

Conclusión

Tin Hearts es una experiencia entretenida de resolución de rompecabezas con unos preciosos soldaditos de hojalata como protagonistas, que a su vez, arroja una historia emotiva y enternecedora de fondo sobre Albert J. Butterworth, su esposa y su hija. El problema, es que el carisma que le sobra a los soldados se pierde en el resto de facetas gráficas, no salvándose nada una vez que decides hacer zoom sobre el conjunto, con unos diseños de objetos y una falta de texturas más que criticable, sin entrar en que, si bien la historia merece nuestro tiempo, los momentos escénicos dejan ante nosotros a unos personajes con unos diseños pobres y seguro estoy de que, para una gran parte, rozando lo terrorífico. Un rendimiento mejorable, una cámara que a veces no contribuye ayudando, y unos controles correctos, pero que seguramente por el género funcionarían mejor con un teclado y un ratón, son también algunos de los puntos negativos a destacar.

¿Es entonces recomendable en términos generales? Bueno, no lo tengo del todo claro, la verdad por delante… Si lo miras solamente como un juego de ingeniosos puzles con unos simpáticos soldaditos que dispone de más de cincuenta niveles, no está nada mal, pues te asegura un entretenimiento más que digno durante unas cuantas sesiones de juego. Pero claro, deberías de ser capaz de perdonar todos los fallos, que no son pocos… Si el juego fuese a un mayor framerate, permitiendo así agilizar las cosas, y se arreglase todo el tema gráfico (que ya tiene trabajo, todo sea dicho), sería una recomendación fácil de hacer a nivel general. Mi consejo, es que lo más sensato sería esperar a que todo esto se arregle o incluso, esperar a una versión de nueva generación o de ordenador, si es que los gráficos acompañan a la potencia de las nuevas consolas, que viendo lo visto tampoco es seguro.

Sinopsis
Detrás de cada invento brillante hay una historia increíble. De manos de los creadores de Fable llega Tin Hearts, un juego de rompecabezas inmersivo con una conmovedora historia de amor y compromiso. Guía a una tropa de pícaros soldados de hojalata a través de un mundo mágico lleno de juguetes, haciendo uso de múltiples artilugios extravagantes y creativos para saltar, disparar y planear hacia su objetivo.
Pros
Entretenidos rompecabezas que van ganando en complejidad
Una historia de fondo interesante y emocionar que tira de ti para que avances
A nivel sonoro, su banda sonora casa bien con la temática
Contras
Gráficamente es terrible a muchos niveles, solamente se salvan los soldaditos
Los cambios de perspectiva de cámara agudizan glitches visuales, como la desaparición de una sala por un fondo azul
A veces ralentiza más la acción el pausado movimiento del protagonista que la propia resolución de puzles
6.5
Aceptable
Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.