Lo primero de todo es advertir que este análisis da por hecho que has visto Violet Evergarden, por lo que contendrá SPOILERS. Estas lineas no son más que un conjunto de todas las ideas y sensaciones que he tenido mientras veía el anime, así que si solo buscas un primer vistazo general que te ayude a tomar una decisión a la hora de lanzarte a ver lo último de Kyoto Animation, será mejor que veas nuestras primeras impresiones aquí.
La animación que enamoró a todos
No es ninguna novedad que al hablar de un estudio como Kyoto Animation, por extensión, hablemos también de una grandiosa animación. El estudio se caracteriza precisamente por la calidad de todos sus planos y secuencias a nivel visual, pero esta es una de esas pocas veces que me he quedado embobado mirando un simple tráiler, y la primera si no contamos películas con un nivel de producción mucho mayor.
Porque si, porque Violet Evergarden enamoró a todos antes de estar siquiera en emisión, porque su animación lo convirtió en uno de los más esperados sin saber poco o nada de su argumento, y sinceramente, lo merece. Normalmente sería mucho más escéptico ya que los animes de KyoAni suelen contar historias totalmente superfluas o con una cantidad de drama forzado que cuesta digerir, pero sorprendentemente este anime consigue valer la pena incluso si el único pilar sobre el que se apoya es su apartado artístico.
Todo esto suena muy exagerado, pero estoy seguro que cualquiera que haya visto Violet Evergarden y tenga un mínimo de interés en el mundo de la animación pensará de forma parecida. Sin ser unos expertos en temas de producción audiovisual ya nos daremos cuenta de las cotas de calidad que hay en cada plano, en cada escena, pero si además profundizamos un poco quedaremos asombrados con el empeño y el nivel de detalle que ha puesto el estudio. Tonterías como como utilizar entre 30-40 frames diferentes solo para mostrarnos el movimiento del pelo de Violet (cuando normalmente se usarían muchos menos y simplemente se pondrían en bucle) hacen que no pueda odiar este anime.
Visualmente hablamos de un bloque perfecto que busca el realismo y no se olvida de los pequeños detalles, que al final son los que marcan la diferencia. La iluminación, los reflejos, las sombras y el efecto que tienen en el resto del entorno están muy logrados.
Sin embargo, a nivel personal diría que lo que mas me ha impresionado ha sido el comportamiento de los fluidos, donde Kyoto Animation no solo ha tenido en cuenta factores como la distorsión de lo que vemos a través de ellos, sino que han llegado al punto de hacer simulaciones con programas especializados para poder representar escenas tan sencillas como un ancla saliendo del agua o Violet saltando a un lago; no hay forma de ponerles un ”pero”.
¿Y que importan todos estos detalles si no tienes especial interés en todo el trabajo técnico que hay detrás? Normalmente diría que nada ya que un anime puede verse muy bonito sin todos estos elementos, pero cuando hablamos de un conjunto tan bien ensamblado como este lo acabas apreciando de forma inconsciente. Todo el uso de luces, sombras y físicas logran un realismo extremo que ayuda a la inmersión, no hay un solo elemento disonante que te recuerde que estas mirando una pantalla, no apartarás los ojos en 20 minutos. Quizás el perfecto resumen es que jamás creí que sería tan difícil distinguir entre elementos 3D y 2D en una escena.
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Y para nada me olvido de la música, que lejos de quedar eclipsada por la animación, se une a ella como parte de la perfecta maquinaria artística que es Violet Evergarden. Su opening y su ending son espectaculares, pero además, la banda sonora no se limita a ser un mero acompañante de la acción, trata de reforzarla y de formar parte de su mundo. El mejor ejemplo es darte cuenta de como se utiliza la maquina de escribir como un instrumento más en el tema principal de Violet, el objeto que mejor la representa y que es parte esencial del anime.
https://youtu.be/KrbmESpd-e4
Tan cerca y tan lejos
Lo que KyoAni te da KyoAni te lo quita…no todo podía ser bueno.
La premisa del anime no está mal, no en sus bases al menos. Aunque un protagonista sin emociones que va desarrollando su empatía a base de ir profundizando en sus relaciones con la gente que le rodea y viviendo experiencias emotivas no es ni mucho menos algo original, lo cierto es que funciona, es un planteamiento muy simple que te permite contar varias historias a la vez que construyes a tu personaje por el camino, pero como todo, hay que saber hacerlo.
A excepción de algunos capítulos (la madre fallecida que deja a su hija toda una vida de felicitaciones casi me saca una lagrimilla), todas las pequeñas aventuras que vive Violet redactando cartas para otros son incapaces de emocionar como pretenden.
La gran mayoría de personajes están excesivamente dramatizados, convirtiendo los capítulos en un mar de lágrimas sin sentido donde todo el mundo utiliza a Violet como desahogo a pesar de no conocerla de nada, a veces incluso tratado temas ajenos a la carta. Esta es la forma rápida y cómoda de presentarnos a los personajes y sus situaciones, pero al contrarío que su animación, la forma en la que el guión coge atajos complica esa imperiosa inmersión que se consigue con cada plano.
Al final, el formato episódico utilizado de esta manera impide que empatices y te encariñes con los personajes más allá de la protagonista o algún otro caso puntual; y buscando la lágrima fácil en todos y cada uno de los episodios se descuida el desarrollo de los personajes y sus trasfondos.
No miento cuando digo que me gusta el mensaje del anime; aprecio como Violet descubre lo que es el amor gracias a Gilbert y se da cuenta de que una simple carta es capaz de hacer feliz a una persona hasta tal punto que llega a perdonarse a si misma por los crímenes de su pasado, pero la falta de interés en muchos aspectos es desesperante.
Más allá de la incapacidad para desarrollar al resto de personajes en 13 capítulos de 20 minutos, ni la propia Violet goza de una estructura sólida. Dejando a un lado el pobre retrato que se hace de la guerra, el anime ni se molesta en explicar porque Violet pelea y se mueve como un auténtico superhumano, acabando ella sola con decenas de soldados, perdiendo ambos brazos sin inmutarse ni desangrarse y todo esto siendo una simple niña.
Una y otra vez Violet Evergarden coge el camino fácil, decide centrarse en lo que quiere sin importarle demasiado los cadáveres que deja por el camino, una filosofía completamente contraria al de su apartado artístico y que la alejan de ser una grandísima obra.
Conclusión
Lo he dicho antes y lo repetiré, Violet Evergarden vale la pena; un anime que aunque no es para nada perfecto lo apuesta todo a una sola carta y lo consigue, porque Kyoto Animation sigue siendo el mejor en lo suyo.
La historia se dedica a buscar la lágrima fácil y a dramatizar todas y cada una de las situaciones, pero por lo general, se deja ver y consigue mantener cierta tensión en su trasfondo con Gilbert para que no se pierda el interés del todo, por lo que no hay ninguna razón de peso para no disfrutar de este orgasmo audiovisual.
PeterPKO
Hater de profesión, adicto al anime y estudiante de ciencias en mi tiempo libre. La PC Máster Race es mi religión