Pero… ¿Qué son los deportes extremos? Hay muchas formas de definirlos, pero me gustaría deciros como los comprendo yo: son todos aquellos deportes que se basan en jugarte la vida, ya sea montándote en un objeto inestable (como puede ser un monopatín o una tabla de surf) o lanzándote a un entorno hostil (como la ladera de una montaña). En algún que otro análisis ya os he hablado del auge de estos deportes a mediados de la década de los 90s y de como estos se convirtieron en el emblema de toda una contracultura, representando el espíritu de rebeldía y juventud de toda una generación. Como viene siendo lógico, pronto se comenzaron a desarrollar juegos que buscaban recrear estos deportes, y dentro de este contexto aparece la figura de WayForward, un por aquel entonces jovencísimo equipo de desarrollo que decidió ponerse manos a la obra con un juego portátil en el que el RPG y los deportes se daban de la mano. El resultado fue Xtreme Sports, un título considerado de culto que regresa ahora en su versión definitiva a Nintendo Switch. Sin embargo… ¿Se ha conservado bien el título? Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación.
Abriéndote paso entre miles de deportistas
Que en WayForward siempre han intentado hacer las cosas a su manera no es ningún misterio, pues cada uno de sus proyectos se ha intentado desmarcar de los estereotipos de la industria para ofrecer ideas nuevas y creativas. Xtreme Sports no es la excepción, y esto se demuestra a través de su interesante concepción como un RPG de deportes centrado tanto en la historia como en la exploración. ¿Qué es lo que nos cuenta Xtreme Sports? Pues una historia bastante sencilla, la verdad: Guppi y su novio Fin aterrizan en la exótica isla Xtreme con el objetivo de subir puestos en las tablas de clasificación y convertirse en los campeones de los deportes extremos, una competición que les llevará a enfrentarse a cientos y cientos de deportistas en cinco modalidades distintas: skatebarding, trineo de asfalto, patinaje en línea, surfeo aéreo y surf. Por supuesto, esto les llevará a conocer a toda clase de personas y a disfrutar de los misterios que tiene que ofrecer la isla Xtreme… A pesar de que, en ambos casos, la variedad y la profundidad es escasa. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que los personajes son realmente superficiales, sus diálogos son repetitivos e intrascendentes y no hay ningún momento realmente memorable protagonizado por un NPC del juego, mientras que la isla no tiene tantos misterios como uno podría esperar, haciendo que la exploración se sienta algo floja. En general, la historia del juego se siente como un elemento muy secundario, algo incomprensible teniendo en cuenta el carácter RPG del que hace gala en todo momento.
Los protagonistas son simpáticos, si, pero se sienten como meros secundarios dentro de su propia historia. No conocemos mucho de ellos, y realmente no hay nada que nos atrape más allá de su genial diseño. A fin de cuentas, el diseño artístico del videojuego es realmente sorprendente, estando a la altura de los grandes títulos de WayForward y destacando especialmente por su recreación dentro del juego. El pixel art del que hace gala el título es pulido y carismático, ofreciendo una calidad de animaciones sorprendente para la época. Si bien es cierto que se podría haber trabajado más en la remasterización del título, lo cierto es que este se mantiene como un portento gráfico en lo referente a títulos de Game Boy Color, y no hay duda de que a nivel técnico estamos ante la versión definitiva: no solo se mejora el rendimiento general del título, si no que se añaden novedades de la talla de puntos de guardado personalizado.
¡Medalla de oro!
Vayamos a lo importante, que es cómo se juega a Xtreme Sports. Como buen juego RPG, tendremos que recorrer la isla a través de una perspectiva cenital mientras interactuamos con los personajes, aceptamos desafíos y desbloqueamos nuevos caminos. El sistema de progresión que plantea el juego, basado en la obtención de puntos para poder avanzar a nuevas zonas, es tan sencillo como funcional, y aunque me habría gustado que hubiera una mayor variedad en los caminos que podemos tomar, lo cierto es que es bastante satisfactorio conseguir avanzar a una nueva zona. Lo que también se echa en falta es, como comentaba antes, una mayor variedad de cosas por hacer mientras exploramos, pues la variedad es mínima. Al final todo se reduce a las actividades deportivas disponibles, que solo son cinco… Como os podréis imaginar, el juego se acaba volviendo realmente repetitivo, pues tendremos que estar realizando constantemente las mismas actividades con ligeros cambios.
Por suerte, la mayoría de los deportes se traducen en minijuegos divertidos que son fáciles de comprender y difíciles de dominar, tal y como ocurre con el surf, en donde tendremos que esquivar enemigos mientras recogemos puntos y saltamos a través de las olas, o el skateboarding, en donde a través de una vista cenital deberemos saltar obstáculos y coger la mayor velocidad posible. Los deportistas rivales nos irán proponiendo desafíos que irán desde superar ciertas marcas de tiempo hasta conseguir una mayor cantidad de puntos. Cabe destacar que la dificultad está muy bien llevada, pues los desafíos van haciéndose más complejos poco a poco a medida que mejoran las habilidades del jugador. En resumen, a nivel jugable Xtreme Sports plantea una serie de actividades divertidas que, sin embargo, pecan de ser excesivamente repetitivas, si bien a estas les acompaña una banda sonora vibrante y memorable que mejora el conjunto final.
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Conclusión: Una remasterización sencilla de un juego poco memorable
Xtreme Sports es un juego simpático que es muy heredero de su época, pues aunque las ideas que plantea son realmente buenas, no terminan de cuajar debido a la excesiva repetición de sus actividades o a la falta de profundidad en sus sistemas RPG. El resultado es un juego que no ha conseguido superar el paso del tiempo, y que se presenta más como una curiosidad histórica apta para fans que como un juego a la altura de sus similares. Eso sí, se trata de la versión definitiva del juego, y los amantes del estudio disfrutarán de lo lindo con ciertos detalles.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.