[Primeras Impresiones] SHINORUBI

El género de los bullet hell es uno que, por varios motivos, me resultaba tanto intimidante como atractivo: su acción desenfrenada me asegura una diversión sin precedentes, pero es justamente su elevadísima dificultad lo que me da más miedo a la hora de acercarme a estos juegos. Desde siempre me he interesado por Ikaruga, esa obra de culto muy reputada en el género pero a la que nunca he podido entrar debido a su dificultad y al miedo enorme que me generaban los vídeos que veía del juego en los que solo se podía sobrevivir moviéndose entre pequeñísimos espacios libres entre las balas. También me ha llegado a llamar la atención Touhou, esa enorme franquicia protagonizada por chicas mágicas que, partiendo de un origen indie, ha conseguido alzarse como una de las series más complejas, extensas y aclamadas del videojuego moderno. Esto nos demuestra que, parezca o no cierto, es indudable que hay una gran cantidad dentro del género… A pesar de que este se encuentre algo de capa caída en la actualidad.

Y es que si nos paramos a observarlo, los títulos que he mencionado tienen una antigüedad bastante marcada, demostrando que no hay muchos exponentes contemporáneos dentro del género. El estudio Last Boss 88 ha comprendido esto, y han buscado con su nuevo título romper con esta idea ofreciendo un nuevo y genial título de acción y disparos a raudales: es así como surge el juego del que hoy os vengo hablar, SHINORUBI. Pero… ¿Quiénes son Last Boss 88? Poco se conoce acerca de este estudio, pero lo que está claro es que detrás del mismo hay gente muy apasionada con el género que ha querido realizar la obra definitiva dentro del mismo. Aunque SHINORUBI es el primer juego lanzado por esta buena gente, es una obra ideal para conocer el potencial del estudio. Actualmente, el juego se encuentra en fase de acceso anticipado, lo que nos permite acceder a la gran mayoría de modos y de personajes, por lo que hoy, más que un análisis, os ofrecemos unas primeras impresiones a los mandos de las naves de SHINORUBI. ¿Queréis conocer que tal está el título, y cómo funcionan sus mecánicas? ¡Pues podéis conocerlo en el texto completo, que podéis leer a continuación!

 

Esquivando millones de balas por segundo

Lo primero es lo primero: ¿Qué es lo que nos ofrece este título? Pues bien, como os comentaba antes el objetivo del juego de Last Boss 88 es traer de regreso el género extinto (al menos en occidente) de los shooter bullet hell, apostando por un título frenético y endiabladamente divertido. Aunque no es su función principal, el título trae consigo una curiosa historia: Durante más de mil años, la familia real BAÄA ha gobernado con mano de hierro sobre el planeta SHINORUBI. El tiránico rey R.LOYD III y sus 6 hijos han ido a la guerra contra otros imperios galácticos, dejando el poder en manos de la única hija heredera, Némesis. Ante esta situación, un grupo de rebeldes mercenarios decidirá liderar un ataque contra ella y sus 5 comandantes, con el fin de acabar con la tiranía y plantear una revolución sobre el planeta. Mientras que la historia es más que interesante y plantea un conflicto que podría dar mucho juego, lo cierto es que el planteamiento tan arcade del título hace que en ningún momento la historia tenga importancia. Es decir, podremos jugar al título en cualquiera de sus modos y no nos enteraremos de nada de la historia porque no es el foco, simplemente está ahí y ya. Para lo secundaria que es, me ha sorprendido gratamente su profundidad, y es de agradecer la inclusión de la misma. Además, gracias a la presentación de esta tenemos un contexto claro sobre el por qué de cada uno de los personajes controlables, dándoles una mayor credibilidad e interés. 

Así, contamos con un total de 3 personajes jugables (número que aumentará hasta 8 en la versión final del juego), cada uno con sus propias estadísticas. Hablando de estas, cada personaje cuenta con una mayor o menor capacidad de ataque, velocidad o movilidad, y a la hora de ponernos a los mandos las diferencias entre cada personaje son más que notables. Si bien el reducidísimo número de personajes juega más en contra del título que a favor, habrá que estar atentos a como funcionan el resto de personajes una vez estén disponibles, y si incluyen alguna clase de novedad jugable única (cosa que haría del título algo más divertido y fresco, todo sea dicho). Hablando de esto… ¿Qué otras limitaciones encontramos en la versión preliminar del juego? Pues teniendo en cuenta el estado en el que se encuentra el título actualmente, lo cierto es que se echan en falta varios elementos. Pero de eso hablaremos en el siguiente apartado.

Aunque… Antes de pasar a este, es necesario hablar de su apartado artístico y sonoro. El juego se presenta muy bien optimizado, teniendo una tasa de frames muy estable al mismo tiempo que cuenta con un apartado gráfico espectacular en completo HD. Su uso del color es el punto más destacable, ya que gracias a este podemos distinguir a la perfección los disparos enemigos mientras movemos nuestra nave. Eso sí, considero que habría sido interesante delimitar mejor a las naves enemigas, ya que hay momentos en los que, con tantos elementos en pantalla, no se distinguen bien. Sea como sea, el juego es realmente vistoso, algo que encaja a la perfección con su fenomenal apartado sonoro, pues cada pantalla cuenta con una composición increíble y cañera que encaja a la perfección.

 

Una revolución a base de disparos y misiles

A nivel jugable el título presenta una premisa muy interesante que da un curioso giro de tuerca al género y que hace que el título no solo sea muy divertido, si no también muy preciso: para que la nave sea dañada, las balas enemigas deberán atacar el núcleo de la nave, no contando el daño que se realice sobre cualquier otra parte de la máquina. Esto hace que en cualquier partida haya momentos espectaculares de esquivar balas que parecían imposibles o realizar evasiones que, contra todo pronóstico, no parecían poder ser realizadas. Esto hace, también, que el juego pueda ser asequible para cualquier jugador, pues aunque su nivel de dificultad crece considerablemente con cada una de las pantallas (y especialmente con algunos de los modos), las posibilidades de esquivar balas son más amplias que en otros títulos del género y, además, contamos con un gran número de niveles de dificultad que permiten que cada uno se adapte al nivel que su habilidad requiera. Estos van desde el muy fácil, donde contaremos con varias vidas y bombas (además de créditos ilimitados) hasta el modo de dificultad más elevado, donde solo tendremos una oportunidad de salvar al planeta y liberarlo de la tiranía. Los jugadores más hardcore están de enhorabuena, pues a pesar de que el juego es, a su manera, accesible, sigue siendo un auténtico desafío que pondrá a prueba hasta al más veterano del género. Eso sí, quizá a algunos este desafío se les haga algo breve; Al fin y al cabo, solo consta de 5 fases que se pueden repetir constantemente. Al estar en una fase temprana, quiero pensar que conforme pase el tiempo se incluirán nuevos niveles, porque el completar el título es algo que se consigue rápidamente y, la verdad, los niveles son bastante similares entre sí.

Si bien los niveles son bastante cortos y hay un número limitadísimo de estos, quizá es en sus modos de juego donde más brilla el título debido a su enorme cantidad y variedad que, si bien no arriesgan presentando niveles únicos o alejados del modo de juego principal, sí que ofrecen variaciones divertidas y originales. Así, junto al modo de juego principal encontramos un modo Boss Rush, donde podremos pasar directamente a enfrentarnos con los jefazos que encontramos en el modo de juego clásico; Un modo Escudo, que nos permitirá usar una defensa que puede gastarse con los ataques o con el tiempo (recomendado para principiantes); Un modo Cancelar, donde podremos librar la pantalla de los disparos enemigos acabando con los rivales fijados por el título (que personalmente he disfrutado mucho); Un modo Disparo, que nos permite disfrutar de variaciones en los tiros que realiza nuestra nave; Un modo Viaje, donde podremos repetir en bucle la historia principal para ver hasta donde aguantamos; Y un modo Cerdo Rosa, el mejor de todos, que nos impondrá como objetivo el coger todos los cerdos rosa vistos en pantalla mientras disparamos a los enemigos. Este último es una locura muy bienvenida, y como podéis observar en la variedad está el éxito del título. He podido disfrutar bastante de todos, y aunque me habría gustado que incluyeran nuevas fases, lo cierto es que alargan de forma considerable la duración del título. Además, cabe destacar que en la versión final del juego se añadirán 3 modos nuevos, por lo que habrá que estar muy atentos.

 

Conclusión: Una revolución que promete

SHINORUBI se presenta como un título prometedor, que recrea a la perfección la dificultad y precisión de los bullet hell más míticos y reconocibles al mismo tiempo que deja huella en el género. Lo que ahora mismo se puede jugar es más que decente, pues si bien su modo de juego clásico puede resultar algo breve, su enorme cantidad de modos de juego hacen que cualquier jugador pueda estar horas y horas acabando con las naves del tiránico gobierno. Os recomiendo estar atentos al título, especialmente a los fanáticos del género, porque estoy seguro que, viendo lo que hay hasta el momento, el resto de contenido merecerá mucho la pena.