En cuanto a videojuegos, el chico demoníaco no es que haya tenido un mejor recorrido. El primer videojuego que protagonizó fue Dogs of the Night, lanzado en el año 2000 para PC y PS1 (esta versión bajo el nombre Asylum Seeker, por algún motivo que desconozco), y su recibimiento fue increíblemente bajo, sintiéndose como una aventura en 3D pobre y repleta de dificultades técnicas. La siguiente incursión del demonio se dio con The Science of Evil, una adaptación de la película de Guillermo del Toro realizada por Konami y que consiguió mejores valoraciones por parte de crítica y público a pesar de seguir contando con toda una serie de problemas que le impedían estar a la altura de los grandes lanzamientos del público. Parece ser que Mignola y Dark Horse desistieron de probar suerte en el ámbito de los videojuegos durante una temporada, pues tras el lanzamiento de este título se dio un enorme parón que llega hasta la actualidad y que solo se vio interrumpido por la presencia del héroe rojo en ciertos juegos de lucha, siendo este el caso de Brawlhalla e Injustice 2. Ahora ha llegado el momento de que Hellboy regrese a la industria por todo lo alto, y que mejor forma de hacerlo que con un roguelike en tercera persona que tiene como principal reclamo el adaptar de forma fidedigna el icónico estilo artístico de Mignola. Hellboy: Web of Wyrd es el nuevo juego del personaje creado por Upstream Arcade, y tras haberlo completado, hoy vengo a contaros si está a la altura de la franquicia. Dicho esto… ¡Dentro análisis!
Atrapados en una mansión embrujada… ¿O en una dimensión desconocida?
Tras la misteriosa desaparición del agente Lucky en la Casa Mariposa, un equipo de fuerzas especiales de la AIDP se desplazará hasta Argentina para rescatarle. Hellboy es uno de los miembros elegidos para la misión, y pronto descubre que la Casa Mariposa esconde muchos secretos: entre sus paredes se oculta el Wyrd, una inabarcable red de dimensiones repletas de criaturas hostiles y seres mágicos vinculados a las diversas mitologías del mundo, como es el caso de las nornas. El diablo guardián pronto se verá envuelto en una oscura trama que involucrará viajes alrededor del globo, encuentros con espectros y grandes batallas contra seres demoníacos que le llevarán a hacer uso tanto de sus habilidades como de todos los recursos de la AIDP disponibles. La participación de Mignola a la hora de dar forma a la trama del título se hace notar especialmente en el desarrollo de sus personajes como en sus figuras antagónicas, dando lugar a un catálogo de protagonistas y secundarios que parece directamente extraído de las viñetas. Quienes hayan disfrutado en su momento de los cómics del personaje disfrutarán de lo lindo de la historia del juego, que se articula en capítulos a través de los cuales iremos desentrañando los múltiples misterios que oculta la Casa Mariposa y conoceremos más a fondo el funcionamiento de la AIDP.
Los diálogos gozan de un humor ácido muy bien llevado, característico del estilo Mignola, y su la configuración del juego como una historia independiente despegada de cualquier trama externa hace que sea una buena puerta de entrada para conocer al personaje y el universo que lo rodea. Por su parte, los fans del personaje disfrutarán de lo lindo tanto al ahondar en las habilidades del héroe rojo como al desplazarse a través de algunos de los lugares más misteriosos y oscuros de toda la franquicia. En relación a la accesibilidad del título, hay que destacar que este llega a nuestro territorio haciendo gala de una más que decente traducción al castellano, por lo que la barrera del idioma no debería resultar un problema para ningún jugador.
Haciendo uso de nuestro fiel brazo demoníaco
Si bien en lo narrativo el juego funciona bien al adaptar de forma memorable el estilo gamberro y místico del cómic, en lo jugable encontramos varios problemas que parecen estar relacionados con la anterior propuesta del estudio. Hellboy: Web of Wyrd es una especie de secuela indirecta de West of Dead, y la mayoría de problemas de este juego se han trasladado al título basado en la serie de Mignola. Como buen roguelike, tendremos que avanzar a través de zonas generadas proceduralmente mientras derrotamos enemigos y esquivamos peligros. La muerte no es el fin, pues tras “palmar” podremos mejorar nuestras habilidades para enfrentarnos al mismo desafío con algo más de poder. Si bien esta idea es buena y ha servido como base para construir juegos de gran calidad, los dos títulos creados por el estudio han pecado de no presentar una buena variedad jugable, recayendo en recorridos lineales y predecibles en los que no hay nada nuevo que hacer. Es decir, lo único que haremos a lo largo de sus 8-10 horas de juego es combatir contra un catálogo de enemigos bastante repetitivo y, de vez en cuando, esquivar alguna trampa. No hay nada más que hacer, lo que hace que el juego se pueda volver algo tedioso más pronto que tarde. A esto no ayuda que el movimiento del personaje sea especialmente lento y tosco, haciendo uso además de un sistema de combate poco intuitivo y con una velocidad de respuesta pobre. La mayor parte del tiempo tendremos que enfrentarnos a nuestros enemigos a puñetazos, y aunque el juego prima la respuesta rápida y el parry, lo cierto es que la lentitud de cada movimiento hace que no podamos reaccionar en condiciones. Por suerte, el sistema de combate se ve mejorado por las armas secundarias y los talismanes, sirviendo las primeras para añadir una mayor variedad a nuestro arsenal mientras que con los segundos podremos afrontar mejor el creciente desafío que supone adentrarnos en el Wyrd.
Pasando a un apartado mucho más positivo, es innegable que el juego triunfa en el apartado visual al imponer un estilo gráfico inspirado en el inmejorable trabajo de Mignola. Pocos autores han podido igualar el nivel de creatividad del artista estadounidense, cuya configuración de sombras y luces ha servido para dar forma a toda clase de entornos oscuros y decadentes cargados de un fuerte aura de misterio, y el estudio ha hecho un trabajo inmejorable para representarlo en movimiento y en entornos 3D. Por supuesto, hay cosas que se podrían mejorar, como las animaciones de ataque de nuestro protagonista o el hecho de que los escenarios se sienten bastante vacíos, pero a nivel general el trabajo gráfico es sorprendentemente bueno. En cuanto al trabajo técnico, hay que destacar que el juego presenta algún que otro bug puntual, así como múltiples caídas de frames durante los combates, cosa que no se entiende y que se debe mejorar cuanto antes. Por último, a nivel sonoro hay que destacar el buen doblaje en inglés y su genial banda sonora musical.
Conclusión: Una adaptación mejorable de un personaje incorregible
Hellboy: Web of Wyrd es una experiencia difícil de catalogar, que funciona bien como adaptación del personaje pero que no termina de cuajar como experiencia jugable. Upstream Arcade ha repetido los errores de su juego anterior en esta nueva entrega de Hellboy, cosa que resulta decepcionante ya que esta era una oportunidad de oro para presentar un roguelike sólido, variado y completo. Quienes disfrutan de las historias del personaje seguramente se engancharán a la trama del título, pero quienes no terminen de encajar con el héroe demonio seguramente no terminen de entrar a la propuesta.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.