[Análisis] The Outlast Trials

[Análisis] The Outlast Trials

Fecha de Lanzamiento
05/03/2024
Distribuidora
Red Barrels
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series y PC
Versión analizada
Steam
Cuando era adolescente era muy fan de Will Smith y de todo lo que hacía, influenciado principalmente por El príncipe de Bel-Air y los buenos ratos que este me hacía pasar de pequeño mientras lo intercalaba con Hannah Montana (sí, curiosa combinación); por eso puedo presumir de haberme visto la filmografía casi completa de Will Smith, y una de las películas que más recuerdo es After Earth, además de ser propaganda para la cienciología (y en este debate no entraré), dejó una de esas frases que o te llevan al éxito o a un cúmulo de malas decisiones.

Sí, si habéis visto la película, sabéis que hablo de: “el peligro es real, el miedo es una opción”, y si conocierais mi historial adolescente sabréis que me llevo a tomar decisiones de dudosa seguridad para mi salud. No obstante, de todo se aprende, y curiosamente yo lo que descubrí es que me apasiona pasar miedo, diría que me gusta tanto la sensación de estar aterrorizado como la de estar eufórico, por ello y volviendo al cine, cada vez que proyectan una película de terror reservo mi entrada para ir a verla y me dejo mi mente y mis sentidos a su completa disposición, deseando que al llegar a mi casa me entre la paranoia por culpa de la película.

Y como sabréis, no por reconocerme a mí sino porque escribo para una web de videojuegos, estos también me apasionan, aunque lo de los juegos de miedo lo llevo un poco regulín. Me encantan y los disfruto mucho, eso por delante, pero volvemos a lo mismo: me inmiscuyo tanto y me quiero sentir tan parte de él que termino por no completarlos porque me asusto demasiado antes y los voy pausando y pausando; así es que tengo todos los Resident Evil buenos comprados y he completado la rigurosa cifra de cero, y así podría decirse de otras franquicias a excepción de una: Outlast.

Debo admitirlo, la única razón por la que me los pasé fue por hacerme el valiente con una chica que me gustaba, y no me arrepiento de nada (respecto al juego, la chica ya… otro tema), pues disfruté (a la par que odié) ambas entregas y por ello, cuando se me ofreció la oportunidad de analizar The Outlast Trials pensé que era el momento y la manera ideal de redimirme con los juegos de miedo de una vez por todas. Así que, hoy os traigo el análisis del nuevo juego de Red Barrels.

 

El enemigo de mi enemigo es mi amigo

Oh, la querida corporación Murkoff, siempre velando por nuestra salud mental… en The Outlast Trials nos situaremos años atrás de las dos entregas originales, encarnando a “pacientes” de la corporación que, en un ejercicio de buena fe desinteresado, tratarán de curar nuestra cabecita inquieta. Primero, ayudándonos a eliminar todo nuestro pasado que tanto nos atormenta y luego… bueno, luego lo de siempre: sangre, taladros, sangre, mazas, sangre, sierras, ¿he dicho ya sangre? Bueno, a nivel narrativo no es una eminencia y tampoco se espera que lo sea, pues el talento de Red Barrels se ve plasmado en provocar que los vecinos nos insulten por la cantidad de gritos e improperios que llegamos a soltar jugando a sus títulos.

La escasa narrativa con la que contamos se conoce a través de los ensayos, es decir, los distintos niveles a los que tendremos acceso. Entraremos en esto desde un lobby llamado Sala Onírica, y me quiero detener un momento aquí antes de entrar en materia, pues estoy acostumbrado a que los lobbies sirvan de poco y nada más allá de poder obtener mejoras y objetos para facilitar nuestra experiencia en el juego (cosa que esta nos ofrece y recomiendo encarecidamente), pero aquí tenemos dos minijuegos principales como son echar pulsos y jugar al ajedrez, así se puede matar el rato mientras esperas por un equipo, o simplemente dedicarte a echar pulsos a cualquiera en un rey de la pista, con la única pega de contar con tan solo una mesa para cada cosa.

Ahora bien, la existencia de un lobby fuera de los fighting game suele significar una sola cosa: juego cooperativo, y así es. The Outlast Trials está pensado para que los ensayos sean completados en grupo de hasta cuatro personas, por eso y de manera más que acertada está disponible el crossplay desde el principio (tanto PC como consolas Xbox Series y PS5), permitiéndonos tener una base mucho más amplia de jugadores con los que compartir nuestra tortura psicológica aventura. Esto, hasta el día de publicación del análisis, ha garantizado que a cualquier hora haya encontrado un grupo para jugar, no habiendo esperado en ninguna ocasión más de cinco o diez minutos, y con una espera general de uno o dos.

Además, para favorecer esto han creado una comunidad de Discord a la que te puedes unir desde el menú principal y así encontrar compañeros con los que jugar, preferiblemente que hablen tu mismo idioma o que ambos habléis, por ejemplo, inglés, pues la comunicación será clave a la hora de completar las misiones. De todas formas, si no quieres formar parte de la comunidad de Discord o te resulta incómodo estar pendiente de ello mientras juegas desde consola (aunque, al menos en Xbox Series, está adaptado para hacerlo muy cómodo), el juego cuenta con chat de voz propio, por lo que tenemos todas las facilidades necesarias para poder pedir auxilio, hacer un grito épico mientras te sacrificas por el bien de tu equipo o simplemente lloriquear de miedo mientras nos persiguen.

Pero vaya, mi recomendación, como siempre para este tipo de juegos, es encontrar un grupo de amigos con los que jugar asiduamente y así mantener una continuidad y encontrar una dinámica funcional de grupo… y todas esas ñoñerías que se dicen cuando lo que realmente queremos es divertirnos riéndonos de nuestros amigos y que ellos puedan reírse de nosotros; pues aunque me mostraba reticente cuando este juego se anunció, debo admitir que mi sorpresa ha sido mayúscula entre lo que esperaba y lo que finalmente ha sido. Yo solo he podido jugar con desconocidos y a pesar de eso me lo he pasado muy bien, así que sí, liad a tres amigos para que se compren el juego con vosotros, no os arrepentiréis.

 

La soledad no es una opción

Bueno, a ver, técnicamente sí, puedes jugar solo y el juego no te lo impide en ningún momento, pero eso y lanzarse de cabeza al infierno viene siendo lo mismo. El juego tiene una dificultad mucho mayor que las entregas originales, y al estar pensado para ser jugado en cooperativo veremos cómo la frustración se apodera de nosotros a los pocos minutos de intentar completar una partida en solitario; pese a ello, está “adaptado” a los lobos solitarios, pues jugando solo tendrás tres vidas (aunque perderás y deberás recoger los objetos que tuvieras al morir), mientras que en cooperativo cuando disminuya por completo nuestra barra de salud estaremos en el suelo desangrándonos y a la espera de que algún compañero nos rescate. Si no se diese el caso y morimos definitivamente, tampoco es definitivo, pues con una jeringuilla podrían reanimarnos, pero nadie acostumbra a hacerlo y el juego no tiende a incitarte a ello tampoco, así que idos olvidando.

Como digo, la dificultad en varios momentos roza la frustración (o incluso la supera con creces) pero en ningún momento se siente injusto, me explico: tú entras al juego sabiendo lo que te espera en todo momento y una vez aprendes las mecánicas básicas entiendes que siempre que el juego te castiga es porque definitivamente había una manera mejor de hacer las cosas, y aunque a veces cuesta encontrarla, no recuerdo ningún momento en el que haya dicho “paso, esto es imposible”.

Vaya, tú ya sabes que no puedes matar enemigos pues el juego no trata de eso, del ratón y el gato, entonces, ¿por qué ibas a lanzarte contra ellos pensando que tienes alguna posibilidad de no ser sádicamente asesinado? El juego ofrece objetos y opciones más que suficientes para que, dentro de una verdadera dificultad, con paciencia e ingenio logres superar todos y cada uno de los ensayos. En cuanto a la “rejugabilidad”, teniendo claro que se trata de un juego de ir logrando misiones, su incentivo para que los jugadores se mantengan es un torneo de pulsos la posibilidad de repetir, con algunos matices y una mayor dificultad, los ensayos hasta ahora disponibles e imagino que se irán añadiendo más.

 

Juntos es mejor

Sí, todos los títulos de apartado hacen alusión a la unión y la cooperación y tal, pues quiero no dejar de enfatizar en la relevancia de esto, también a la hora de completar los ensayos. Se nos propondrán distintas misiones a realizar en estas como obtener pruebas, quemarlas, conseguir ácido… todo como parte de un proceso para cumplir la misión principal, y aunque ninguna de estas sea memorable por alguna mecánica concreta, cada una se encarga de ofrecernos una experiencia única y de lo más disfrutable mientras resolvemos puzles y escapamos de trampas como bombas o plataformas electrizadas, además de sortear obstáculos sonoros como cristales rotos o latas en cuerda.

Todo ello junto a las herramientas de distracción y escondite nos hacen revivir lo mejor de los primeros Outlast con nuevos enemigos, pero esta vez teniendo ayuda. Mientras uno se encarga de hacer de señuelo y ser perseguido por el psicópata de turno, otro puede ir buscando pistas mientras otro introduce la respuesta del acertijo y otro se dedica a buscar y localizar todo el alijo disponible… al final, como el propio estudio indica y he repetido varias veces durante el análisis: la cooperación es clave en la experiencia de juego.

 

Visualmente top

Si hay algo aún vital para que el ingenio para asustar y generar terror sean realmente funcionales es la ambientación. Un escenario que no te incita a pasar miedo inevitablemente se traducirá en fracaso en cualquier obra de terror, por ello desde siempre en Red Barrels se han encargado de generar espacios que de verdad transmitan mal rollo y tensión, con pasillos largos y estrechos, habitaciones llenas de cosas inservibles y agobiantes, una gran cantidad de obstáculos… pero por encima de cualquier otro aspecto, hay que destacar el trabajo de iluminación.

Muchos estudios han demostrado que la iluminación es un factor vital en la expresión de emociones, y especialmente en aquellas relativas a estados “negativos”, destacando la tristeza y el miedo, es por ello que en una película de terror de alto calibre se gasta una gran cantidad de dinero en contratar a los mejores directores de fotografía y encargados de iluminación. De igual forma, en los videojuegos, se trabaja con esa intención: ofrecer un trabajo de luces y sombras más que destacable y que maximice el miedo que infunden el resto de elementos, cosa que The Outlast Trials ha logrado de maravilla. Además, los gráficos están a la altura de la generación actual (aunque lejos del techo de esta, conste), lo cual favorece a la gran cantidad de escenas gore que encontraremos y a que los enemigos expresen a la perfección su locura con expresiones faciales y movimientos.

El juego, que cuenta con una buena traducción de textos al español, tan solo tiene doblaje a inglés y a francés, y aunque estos están de lo más logrados y cumplen su cometido: convencernos de que un psicópata anda tras nosotros, contar con doblaje al español hubiese sido un puntazo que mejoraría aún más la experiencia, aunque como digo, siempre que entiendas mínimamente el inglés, esto no te será un inconveniente ni dejará de infundirte miedo.

Musicalmente nos encontramos con piezas fantásticas a la hora de alimentar la tensión y jugando con los tiempos y situaciones, aunque sin duda la mayor arma musical en estos casos son los silencios, jugar con la tensión y el escuchar la respiración, los pasos de enemigos, las puertas abriéndose y cerrándose… todo afecta a tu medidor de miedo (IRL, no del juego) gracias a una gran dirección y diseño de sonido.

 

Conclusión

No me extenderé demasiado pues creo haberlo hecho ya suficiente, así que, en definitiva, si disfrutaste de los primeros Outlast y en general de los juegos de terror, no dudes en lanzarte a por The Outlast Trials. El modo cooperativo está lo suficientemente bien logrado y con herramientas para favorecer la comunicación de modo que esto no suponga en ningún momento un inconveniente. De todas formas, en solitario el juego es igual de disfrutable (aunque el nivel de dificultad sea mucho mayor).

Por tanto, si alguien me pregunta si le recomiendo o no este juego, mi respuesta es un firme y rotundo sí.

Sinopsis
Red Barrels te invita a experimentar un terror alucinante, esta vez con amigos. Ya sea que pases por las pruebas solo o en equipos, si sobrevives lo suficiente y completas la terapia, Murkoff estará feliz de dejarte ir... pero ¿serás el mismo?
Pros
Situaciones de tensión y terror bien logradas, dignas de la franquicia
Un diseño de sonido ideal sumado a una muy buena iluminación
Desafiante y entretenido para jugar en cooperativo...
Contras
...aunque ojalá un modo solitario algo más asequible
Sin doblaje al castellano
8
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