[Análisis] Crown Wars: The Black Prince

Existen dos tipos de personas en este mundo: los que no disfrutan de la estrategia por turnos, y los que tienen buen gusto. La estrategia por turnos, y más aún aquella centrada en la fantasía y en la época medieval, se ha desarrollado como uno de los subgéneros más conocidos y respetados en la industria, contando en su haber con franquicias tan reconocidas y valoradas como Fire Emblem. A mi parecer, este es el género que mejor consigue aunar diversión e inmersión, ofreciéndonos un sistema coherente y fácil de entender en el que poder sentirse dentro del campo de batalla. Vale, sí, existen propuestas mucho más complejas y “fieles a la realidad”, destacando especialmente propuestas de estrategia en tiempo real como la serie Total War, pero estos juegos son algo más “café para los cafeteros”, pues ofrecen demasiadas posibilidades y puede llegar a ser demasiado difícil adentrarse en sus mecánicas. El poder manejar a cada unidad por separado, aunque irreal, resulta mucho más ameno y divertido, siempre y cuando se realice un buen trabajo de balance y se presenten mapas bien diseñados, cosa en la que acaba fracasando el 80% de los juegos indies que se sumergen dentro de este género. 

Si hablamos de juegos indie no es por casualidad, si no porque las necesidades y exigencias técnicas de este género han hecho que sea una apuesta “segura” para muchos estudios amateur dotados de un presupuesto limitado. A diferencia de los juegos de acción en 3D o de los mundos abierto, los juegos de estrategia por turnos dependen más del diseño de niveles y de las habilidades de sus personajes, quedando en un segundo plano aspectos algo más complejos de desarrollar desde un punto técnico. Esto explica por qué, en los últimos años, hemos tenido un auge del género tanto en consolas y PC. De hecho, hoy vengo a hablaros de una nueva propuesta dentro del género desarrollada por el estudio francés Artefacts, conocidos previamente por estar detrás de Nahuelbeuk’s Dungeon Master y Garfield Kart. Este juego no es otro más que Crown Wars: The Black Prince, una historia de acción y violencia enmarcada dentro de la cruenta Guerra de los 100 Años en donde nos pondremos en la piel de una banda liderada por un señor feudal dispuesto a recuperar su territorio. ¿Queréis saber qué tal está el juego, y si merece o no la pena? ¡Pues dentro análisis!

 

La Guerra de las Coronas y el auge del terror

La guerra no deja de crecer en escala, y el terror se expande como la pólvora a través de los campos y los señoríos. Cientos de campesinos franceses deben huir ante la llegada de las tropas inglesas mientras los señores feudales son incapaces de impedir que su territorio se vea azotado por la violencia. Las grandes casas de Francia deben ponerse manos a la obra para defender su territorio, y nosotros como jugadores nos pondremos a los mandos de una de estas casas. Si bien el juego no hace un uso fiel de la ambientación histórica (presentando personajes inventados y sucesos completamente marcados por la ficción) sí que consigue aprovechar bien el contexto, ofreciendo una historia de guerra interesante donde las apariciones puntuales de personajes históricos brillan con especial fuerza, siendo un aliciente que puede atrapar la atención de cualquier interesado en la historia. Sinceramente, esperaba que la trama principal tuviera un peso menor, pero lo cierto es que es esta la principal baza sobre la que se sostiene la obra. Ofreciendo un planteamiento aparentemente sencillo, esta consigue mantener al espectador atento gracias a sus giros de guion sólidos y a su buen ritmo, siendo quizá su único pero el no contar con un buen elenco de personajes principales y secundarios.

Vale, quizá esto pueda chocar con el hecho de que, como os comentaba antes, las apariciones de personas reales brillen con fuerza, pero dejadme que os diga que estos son los únicos que resultan memorables. El estar adscritos a historias ya conocidas por todos nosotros hacen que nos resulten más llamativos e interesantes que el resto de personajes arquetípicos y cliché que se presentan tanto en el bando aliado como en el enemigo. Por ende, si esperáis un juego plagado de aliados emblemáticos y villanos carismáticos quizá acabéis algo decepcionados, lo que no quita que su historia resulte interesante y atrapante al mostrar el avance cruento de la guerra y una visión algo pragmática del conflicto. Dejando la historia a un lado, hay que destacar que el juego llega a nuestro territorio en castellano… Aunque bien es cierto que el trabajo de traducción dejado mucho que desear, presentando diversos errores de localización y frases que no concuerdan. Casi que me ha parecido mejor jugarlo en inglés, con eso os lo digo todo.

 

Controlando el campo de batalla

Tal y como habréis podido observar en las imágenes, lo que Crown Wars: The Black Prince ofrece a nivel jugable es una visión muy clásica del ya bastante mascado género de estrategia medieval por turnos, poniendo en cada batalla a los aliados y a los enemigos en mapas cerrados. Cada unidad se moverá en base a sus estadísticas, pudiendo aprovechar elementos del escenario como paredes o coberturas. Según la clase de la unidad, esta contará con ataques a corta o larga distancia, así como herramientas que serán clave para darle la vuelta a la batalla, si bien la variedad en las clases es bastante limitada, debiéndose esto principalmente al tono realista del que hace gala el juego. Los diseños de los mapas presentes en la historia son sencillos, presentando una creatividad algo limitada que se queda a años luz de lo visto en otras franquicias del mismo género. Su variedad de enemigos tampoco es nada del otro mundo, y más pronto que tarde nos encontraremos derrotando al mismo tipo de enemigos en bucle. A pesar de esto, lo cierto es que Crown Wars no falla estrepitosamente en nada. Lo que hace no lo hace mal, pero se queda muy atrás de lo que ofrecen sus competidores independientemente del presupuesto con el que contaran. Aquí se echa en falta algo más de riesgo y de ambición por parte del equipo, pues lo que acabamos encontrando es un juego sencillo que no busca realmente demostrar nada. Solo hay un aspecto que me ha gustado realmente, y ese es el sistema de gestión de las unidades y su capacidad para mejorar sus estadísticas y subirles de nivel, que es realmente complejo y ofrece bastantes posibilidades.

En cuanto al tratamiento visual del título, volvemos a encontrar aquí una evidente falta de ambición salpicada por una irremediable ausencia de presupuesto. Crown Wars: The Black Prince no es un AAA ni pretende serlo, y a la vista está: sus niveles están salpicados por dientes de sierra, texturas en el escenario poco definidas, animaciones irregulares y demás errores gráficos. No es un desastre visual, pues ofrece un conjunto de diseños bastante sólidos y memorables, así como un buen trabajo de iluminación, pero no cabe duda de que se podría haber trabajado mucho más. Eso sí, en lo musical el juego cumple con creces, pues tanto su escueto doblaje como su genial banda sonora ayudan a que el jugador pueda adentrarse de lleno en el campo de batalla.

 

Conclusión: Una batalla ganada, pero a qué precio

Crown Wars: The Black Prince es una obra irregular, que ofrece una buena historia, una jugabilidad simplona a costa de un apartado gráfico algo desfasado y una evidente ausencia de ambición. Esto lo convierte en una obra poco memorable que se queda a años luz de los grandes exponentes del género, a pesar de que cuenta con el potencial para ser más de lo que verdaderamente es. Si lo recomiendo es porque hace una buena versión ficticia de la guerra de los 100 años y porque, en el fondo, no es que fracase al ofrecer un sistema de juego funcional.