[Análisis] Two Point Museum

[Análisis] Two Point Museum

Fecha de Lanzamiento
04/03/2025
Distribuidora
SEGA
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series y PC
Versión analizada
PlayStation 5
Two Point Studios ha encontrado una fórmula que funciona, y no parece que quieran soltarla pronto. Tras el desmadre sanitario de Two Point Hospital y la universidad más absurda del planeta en Two Point Campus, ahora toca explorar el lado más polvoriento y culto del caos: los museos. Sí, esos lugares donde se supone que reina el silencio, la contemplación y el respeto por el pasado… Pues olvídate de todo eso. Aquí, el pasado vuelve con ganas de fiesta, tus empleados son tan fiables como un GPS en modo avión, y las exposiciones pueden ser tan educativas como potencialmente catastróficas.

Two Point Museum recoge todo lo que hace especial a la franquicia y lo traslada a un nuevo entorno que, sorprendentemente, tiene muchísimo jugo. ¿Quién iba a pensar que montar una exhibición sobre cráneos prehistóricos acabaría en evacuación masiva por una maldición ancestral?

 

Arqueología para Dummies

A diferencia de otros juegos de gestión más serios, aquí no esperes una historia profunda ni giros dramáticos. La “historia” está más en cómo evoluciona tu partida que en una narrativa preestablecida. Pero eso no significa que no haya contexto. Desde el primer nivel, Two Point Museum te sitúa como la mente maestra detrás de una creciente red de museos en el loco universo de Two Point County.

Cada escenario tiene su propia mini-trama: desde museos recién inaugurados en pueblos olvidados por el tiempo, hasta instalaciones modernas en plena expansión internacional. Las introducciones están plagadas del humor absurdo que caracteriza al estudio: bromas sobre jarrones que podrían ser jarrones o ceniceros, artefactos que no deberían tocarse (pero alguien siempre lo hace), y expertos en historia que no saben cómo se escribe “historia”.

Lo interesante es que las misiones están cuidadosamente diseñadas para enseñarte nuevas mecánicas poco a poco, sin abrumarte. Y cada nuevo mapa introduce un reto diferente: atraer un tipo específico de público, mantener la moral del equipo, sobrevivir a la visita de una momia animada que se ha hartado de estar en vitrina… Sí, pasa.

Aunque no tiene cinemáticas ni una narrativa clásica, Two Point Museum logra que cada museo que construyes tenga su propia historia, llena de anécdotas ridículas, problemas que tú mismo has causado, y momentos que te harán reír (o llorar, si el presupuesto te explota en la cara).

 

Un caos ordenado

Aquí es donde Two Point Museum realmente brilla. Como en entregas anteriores, el juego mezcla construcción, gestión, investigación y un montón de microdecisiones que, en conjunto, crean una experiencia absurdamente adictiva. Pero esta vez, la capa temática del museo le da una personalidad propia.

Empezamos por la base: salas. No basta con colocar vitrinas al azar y meter cosas dentro. Hay que crear espacios atractivos, bien decorados, con buena temperatura, limpieza y rutas de acceso inteligentes para que los visitantes no se pierdan (spoiler: se van a perder igual). También necesitas personal especializado: curadores, guías turísticos, investigadores y hasta “exorcistas de reliquias” si te pones creativo.

La mecánica de expediciones es uno de los grandes aciertos. Puedes enviar equipos a explorar ruinas, cuevas y yacimientos arqueológicos para traer piezas únicas que enriquecen tus exposiciones… o traen consigo maldiciones, pestes, y caos. Este sistema se siente como un mini-juego dentro del juego, y añade profundidad sin complicar demasiado.

Además, la gestión del flujo de visitantes es clave. Hay exposiciones que requieren entradas especiales, visitas guiadas, merchandising, o medidas de seguridad extra. Si colocas una pieza especialmente valiosa sin vigilancia, lo más probable es que acabe robada, rota o en el bolsillo de un niño con manos muy largas.

En los niveles más avanzados, se nota que el juego te obliga a pensar más como gestor que como decorador. Optimizar rutas, vigilar los gastos, manejar personal con egos nivel estrella de rock… Todo suma. Y como siempre, el caos nunca está lejos: desde objetos que se mueven solos hasta empleados que se toman un café de 2 horas en plena jornada.

 

Siguiendo la línea

No hay grandes sorpresas aquí, y eso no es malo. Two Point Museum sigue con el estilo visual de la franquicia: personajes caricaturescos, animaciones exageradas y entornos llenos de color. Pero dentro de ese marco familiar, hay un esfuerzo por detallar más los objetos, las salas y las exposiciones. Es un juego que invita a hacer zoom solo para ver qué hace cada visitante, qué lee en los carteles, o cómo reacciona a ver una momia real en la sala de historia antigua.

El trabajo artístico con las reliquias y los artefactos es especialmente divertido. Hay referencias, parodias y piezas inventadas que parecen sacadas de una noche de borrachera en un departamento de arte. ¿Una estatua que te sigue con la mirada? Claro. ¿Un cráneo con gafas de sol? También.

El sonido acompaña perfectamente. La banda sonora es discreta pero efectiva: música de fondo relajada, con toques lounge, jazz o electrónica suave. Ideal para un juego que no necesita tensión, sino ritmo. Los efectos sonoros, como los pasos de los visitantes, los anuncios por megafonía (“No alimentar a las estatuas, por favor”), y las reacciones de los empleados, están llenos de personalidad. No molesta tener el volumen alto; al contrario, te mete más en el ambiente.

 

Conclusión

Two Point Museum no viene a reinventar la rueda, y tampoco lo necesita. Es una evolución lógica dentro del universo Two Point, que cambia el contexto pero mantiene el corazón: humor, caos y una gestión tan profunda como quieras que sea.

Para fans de la saga, es compra obligada. Para quienes nunca han jugado a los anteriores, esta entrega puede ser una buena puerta de entrada, gracias a su tema más universal y mecánicas mejor pulidas. Eso sí, si no te gusta el humor absurdo, la microgestión o los personajes que se tropiezan con su propia sombra, puede que no sea tu tipo de juego.

¿Lo mejor? Cada partida es una historia distinta. Puedes montar un museo de historia natural lleno de esqueletos de dinosaurio, o un templo del arte moderno plagado de esculturas incomprensibles. O puedes mezclarlo todo, perder el control y ver cómo tu precioso museo se convierte en una feria de horrores… y disfrutar cada segundo.

Un museo donde las reglas se hacen (y se rompen) con estilo. Y si alguna vez soñaste con dirigir un lugar lleno de secretos, caos y momias bailando breakdance, este es tu momento.

Podéis conocer más sobre el juego en su web oficial.

Two Point Museum
Sinopsis
¡Organiza y gestiona museos increíbles! Explora para descubrir reliquias asombrosas. Diseña las salas y mantén al personal contento, a los visitantes entretenidos, las donaciones abundantes y a los niños alejados de las piezas expuestas.
Pros
Buena cantidad de piezas para tu museo
Diferentes mecánicas que añaden más diversión
El humor siempre es bienvenido en este tipo de juegos
Contras
A veces se hace largo esperar a que se cumplan los objetivos para avanzar
No todos los aspectos se pueden controlar tan fácilmente
8.5
Recomendado
Yukop_

He visto más animes de los que puedo recordar. Con un mando entre las manos desde que tengo uso de consciencia. Maestra y futura especialista en Asia Oriental. Tengo demasiados hobbies para el poco tiempo que tengo.