[Análisis] Katana ZERO

[Análisis] Katana ZERO

La editora Devolver Digital se ha vuelto una de las empresas más queridas y respetadas en la industria, y no es para menos, pues la mayoría de títulos que publican suelen ser de una calidad bastante buena y únicos en su género, además de que sus presentaciones en las últimas ediciones del E3 han sido las mejores, dignas de la mejor película de serie B. ¿Y por qué comenzar hablando de Devolver? Pues porque el título que hoy toca analizar, Katana ZERO, está publicado por ellos, y puedo decir sin ningún tipo de duda que es también el nuevo bombazo que han editado, siendo de los títulos más interesantes del panorama indie en lo que llevamos de año.

Hablar de Katana ZERO es hablar de su creador y único programador, Justin Stander, quien tras lanzar dos pequeños títulos para PC (Tower of Heaven y OverPowered) bajo el nombre de su estudio, Askiisoft, se puso manos a la obra con la que se puede considerar su mejor juego hasta la fecha, el antes mencionado Katana ZERO, un título que combina una narrativa envolvente con secciones de gameplay 2-D en las que se deberá acabar con los enemigos usando nuestra fiel katana y nuestros poderes. Pero no nos adelantemos, vayamos poco a poco comentando las distintas partes del título.

Comenzando por su narrativa, la historia de Katana ZERO nos pone en el piel de “El Dragón”, una especie de samurai moderno que trabaja como asesino bajo el mandato de una organización secreta, y que cuenta con una serie de poderes relacionados con el control del tiempo cuyo origen evitaré contar para así no haceros ningún spoiler. Con un muy marcado toque neo-noir y cyberpunk, la trama consigue atrapar desde el primer momento gracias a las rupturas de la cuarta pared y a la originalidad de esta, que a pesar de que puede parecer un poco cliché en un principio acaba desmarcándose de esto enseguida, y logra ofrecer una trama única e interesante. Os voy a ser sincero, desde Undertale no había visto un título indie que hubiera involucrado tanto al jugador a la hora de contar la historia y que haya sabido manejar tan bien la ruptura de la cuarta pared.

El protagonista del juego, “El Dragón”, es uno de los puntos clave del título, pues la narrativa gira en torno a él; se busca analizar por qué hace lo que hace, si disfruta las matanzas que realiza o cual es su origen. Todo tiene su respuesta dentro del juego, y su evolución es bastante buena y está bien llevada, además de que la inmersión se vuelve bastante profunda al poder elegir el jugador las frases que este dice. Pero no toda la sección narrativa del título es perfecta, y se pueden encontrar algunos problemas dentro de esta, como el hecho de que su final verdadero es demasiado abierto, dejando al aire muchas preguntas sin respuestas, o que en ciertos puntos puede pecar de rebuscado o complicado. Sea como sea, la narrativa es uno de los puntos fuertes del título, siendo única y mostrando una trama bastante interesante y reflexiva.

 

Pasando ahora a su jugabilidad, esta se basa en niveles 2-D compuestos por varias secciones con desplazamiento lateral en los que deberemos acabar con todos los enemigos para poder avanzar hacia la siguiente sección. Para acabar con los enemigos, y como antes mencioné, se hará uso de la Katana del protagonista y de sus poderes de control espacio-temporal, con los cuales podremos ralentizar la acción (lo que nos permitirá realizar esquives más precisos y reflejar balazos) o desplazarnos en línea recta a una gran velocidad mientras lo cortamos todo a nuestro paso. Además, podremos coger ciertos objetos con la mano izquierda (con la derecha cogemos la katana) para lanzarlos y así acabar con algunos enemigos a distancia. Aunque sí que es cierto que no hay un sistema de progresión del protagonista ni existe la posibilidad de adquirir nuevas habilidades, en ningún momento se acaba volviendo tedioso o repetitivo, ya que el juego busca que dominemos las habilidades con las que contamos desde un principio a la perfección.

Y es que el título no es para nada sencillo, ofreciendo un desafío con una dificultad bastante elevada, basado principalmente en el ensayo y error. Básicamente, ya que no existe un límite de vidas o algún tipo de penalización al jugador que falle mucho, el jugador deberá repetir una y otra vez las secciones del nivel probando distintas estrategias hasta que consiga encontrar el modo adecuado de superarlo. El ejemplo más cercano a esto podemos encontrarlo en lo que, a mi gusto personal, es uno de los títulos indies más interesantes de la historia, Hotline Miami (y del que Katana ZERO toma cierta inspiración), pues ambos se tratan, en cierta medida, de juegos de puzles que se esconden bajo la fachada de títulos de acción, y que proponen un desafío bastante elevado basado en el ensayo y error. A pesar de que en general esto se podría considerar una dificultad artificial, ya que se ofrece un desafío algo injusto que es muy difícil superar si no se intenta varias veces, aquí funciona gracias a que su jugabilidad y diseño de niveles están realmente pulidos, no llegando a flaquear en ningún momento y alentando al jugador a poder superar los desafíos que se le proponen. Expertos o no, cualquier jugador puede entrar y disfrutar sin problemas del título.

 

Siguiendo con el apartado artístico, el juego cuenta con un estilo pixel-art casi-perfecto que, más que imitar el estilo gráfico de títulos de mediados de los noventa/principios de los 00s, busca llevar más lejos todo esto, y lo consigue sin duda alguna. Al igual que la jugabilidad, el apartado gráfico se encuentra totalmente pulido, ofreciendo un gran nivel de detalle tanto en los personajes como en los escenarios, además de que la gran variedad de movimientos y animaciones de los personajes son clave en el desarrollo de la narrativa del título. Además, el título hace un gran uso del espacio en la pantalla, usando solo una parte de esta para mostrar el nivel cuando es necesario, y dejando el resto a oscuras, pues son partes del escenario que “El Dragon” no puede ver. Por otra parte, el uso del color es más que acertado, mezclando un buen número de colores fríos, como el azul y negro de los enemigos o el púrpura de las múltiples luces de neon, con el rojo de la sangre (de esta veréis mucha a lo largo del juego).

Pero nada sería del apartado artístico de un juego sin su diseño artístico, y es que Katana ZERO cuenta con una serie de diseños espectaculares, como serían los de los personajes con importancia en la trama o el del propio protagonista, aunque sí que es cierto que el resto de diseños de los personajes son algo más simplones y cliché. Pero si ya de por sí el título goza de un buen diseño de niveles, es en su ambientación donde saca a relucir todo su potencial, ofreciendo una serie de paisajes y escenarios únicos e interesantes plagados de pequeños detalles, guiños a otros títulos o, simplemente, escenas que merece la pena pararse a ver.

 

Si los diseños ayudan a mejorar la inmersión en el título, lo que consigue la banda sonora de este está a otro nivel. Compuesta por Ludowic y Bill Kiley, esta se enmarca dentro del synthwave y se establece dentro del título a la perfección, pues cada vez que el protagonista va a comenzar un nivel este se coloca sus auriculares para escuchar una canción, que será la que nos acompañe a lo largo de todo ese nivel (algo muy parecido a lo que hacía el protagonista de la película Baby Driver). Se podría decir que esta banda sonora es la guinda del pastel, pues es cuando comienza a sonar que sientes que la inmersión es total y absoluta, y por lo menos en mi caso cuando comenzó a sonar la canción del primer nivel sabía que el título me había atrapado por completo.

Katana ZERO se trata de uno de los títulos indies más interesantes y completos de los últimos años. Con una jugabilidad adictiva y una dificultad elevada, no hay duda de que la historia de “El Dragón” y el mundo en el que se desarrolla os atrapará por completo. No es un juego perfecto y tiene algún que otro fallo, como es el caso de muy escasa duración, llegando a durar el título un máximo de 5 horas con todos los finales y logros. A pesar de esto, el alto nivel de detalle y cariño con el que ha sido creado el juego, además de lo pulido que está en todos sus aspectos, hace que esta sea una experiencia única e interesante que se debe probar. Además, si os encanta asesinar matones y mafiosos a espadazos, no se a qué estáis esperando; pillad el juego cuanto antes.

 

Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.