Hace un par de semanas, con el lanzamiento de A Quiet Place: The Road Ahead, A Quiet Place ha dado el salto de la gran pantalla a la pequeña pantalla. Así pues, con el desarrollo de Stormind Games y la publicación de Saber Interactive, A Quiet Place: The Road Ahead ya está entre nosotros, con una propuesta muy familiar para cualquiera que haya visto las películas. Un viaje por la supervivencia en un planeta Tierra que ha pasado a estar dominado por nuevos depredadores, unas letales criaturas ciegas pero con un oído muy desarrollado. ¿Conseguirás sobrevivir hasta el final? Solamente el tiempo y tus habilidades para desplazarte lo más silenciosamente posible lo dirán.
Sobreviviendo por el futuro
En A Quiet Place: The Road Ahead, los jugadores asumen el papel de Alex, una joven que ha estado intentando sobrevivir junto a un grupo de personas. Sin embargo, esto se vuelve más difícil después de descubrir que está embarazada (algo que, como puede comprenderse, es especialmente delicado cuando lo que busca darte caza se dedica a guiarse únicamente por los sonidos), lo que significa que hay más en juego y mayores amenazas a las que enfrentarse. Después de todo, los bebés no son precisamente conocidos por ser criaturas silenciosas y, aunque eso no es un factor importante en el juego, significa que Alex debe priorizar la búsqueda de un lugar seguro y secreto para mantenerse a salvo tanto a ella como a su hijo nonato, especialmente sabiendo que su pareja y padre de la criatura tuvo que sacrificarse para salvaguardar la seguridad de ambos. Por cierto, se me había olvidado mencionar un pequeño detalle sobre nuestra superviviente. Algo casi sin importancia, nada, que ha tenido la mala suerte de ser asmática, lo cual, dicho sea de paso, complica un poco las cosas (eh, yo soy alérgico, por lo que también tendría un handicap en este mundo)
Al igual que en las películas, este es un camino plagado de lágrimas, desesperación y miedo. Los guionistas han ideado su propia historia original para A Quiet Place: The Road Ahead, mostrando el conflicto no entre los personajes principales y los supervivientes en decadencia, como en la segunda parte, sino entre personas cercanas entre sí. Alternando entre el presente y el pasado, se muestra el contexto y el desarrollo del conflicto entre Alex y su suegra. En general, se utilizan flashbacks, notas y escenas cinemáticas para contarnos sobre la vida y los sentimientos de Alex, cómo vivían otras personas y qué hacían. Al mismo tiempo, el juego está lleno de sutiles referencias a las películas, por lo que si las habéis visto o veis antes de jugar, mucho mejor.
Despacito y con buena letra
Las comparaciones entre A Quiet Place: The Road Ahead y Alien: Isolation se vuelven inevitables desde los primeros minutos de juego. A fin de cuentas, en ambos juegos, las heroínas deben esconderse constantemente de un alienígena feroz que te acecha, obligándote a ser extremadamente cuidadoso y silencioso con tus acciones mientras evades esa amenaza persistente (sin contar el hecho de que el xenomorfo sí puede vernos). A Quiet Place: The Road Ahead no es una experiencia con mucha acción, sino una en la que debes tomarte tu tiempo al explorar e interactuar con el mundo para evitar hacer ruido. Porque si lo haces, las criaturas alienígenas se abalanzarán rápidamente sobre ti y, si no tienes demasiado cuidado, morirás instantáneamente de forma frecuente. ¿Y eso? Bueno, hay momentos en los que si el ruido es alto, vas a vivir una muerte directa de forma inevitable sin poder evadir la amenaza.
Así pues, en este juego el sonido es nuestro mayor enemigo. Al igual que en el título de SEGA, aquí también se hace uso de un dispositivo especial, un fonómetro que compara el nivel de ruido que emites con los sonidos que nos rodean; hay que asegurarse de que el primero no supere al segundo, de lo contrario, la criatura se alertará de inmediato. Y si la alarma suena dos veces, saldrá corriendo a buscarnos, y basándome en mi experiencia, es muy probable que acabe por encontrarnos. ¿Qué se puede hacer para maximizar las posibilidades de supervivencia? Bueno, a veces es tan simple como caminar sobre terreno más blando como arena o empujar suavemente el joystick del mando hacia adelante y arrastrarte mientras evitas entrar en contacto con cualquier objeto que haya por el camino (una lata que se cae puede suponer nuestro final). Esto se aplica también a la apertura de puertas y rejas, pues abrirlas milimétricamente es la forma más segura, independientemente de que se tarde más en llevar a cabo dicha tarea. La verdad es que es increíblemente intenso, especialmente cuando tienes que explorar tu entorno con cuidado para recolectar elementos, mientras que el juego nunca deja de colocar obstáculos y objetos ridículos en los lugares más inapropiados para mantenerte alerta.
Alex también puede lanzar botellas y piedras para distraer al enemigo, aunque por la razón que sea, esto no siempre sale bien. Es decir, en sendas ocasiones he lanzado algún objeto mientras me escondía y el monstruo venía directamente hacia mí en vez de hacia el sonido. ¿Por qué? No tengo la menor idea. El caso es que, a diferencia de Alien: Isolation, en A Quiet Place: The Road Ahead no tendrás que esconderte en ninguna taquilla ni similar (de hecho, no puedes esconderte per se). Conforme vas avanzando, el juego presenta muchas ideas diferentes para darle vida a la experiencia de sigilo y, aunque hay algunas áreas posteriores en las que la sensación de repetitividad se vuelve patente, nunca llega a resultar aburrido, aunque es posible que sientas que has sufrido alguna que otra muerte injusta y de difícil explicación. Dicho sea de paso y pese a que tiene sentido por la temática, habría agradecido que fuese posible correr, sobre todo si estás a punto de terminar una zona en la que tienes que burlar al monstruo en cuestión y estás cerca de la salida, lo que podría suponer una diferencia en caso de que te detecte a escasos cuatro pasos de la puerta de salida.
Aparte de andar de un sitio a otro agachadito e intentando hacer el menor ruido posible, el juego dispone de algunos acertijos simples y poco variados: mover objetos, buscar llaves y códigos para cerraduras, girar válvulas, cambiar fusibles y cosas por el estilo. En este sentido, Alien: Isolation al menos añadía elaboración de objetos y la posibilidad, hasta cierto punto, de defenderte del xenomorfo con armas (pocas cosas producen más placer que apuntar al alienígena desgraciado con el lanzallamas mientras huye despavorido ante el fuego abrasador). Para empeorar las cosas, incluso las tareas más sencillas (como mover tablones o barriles para despejar un pasillo) someten a Alex a un estrés constante. Más aún cuando la criatura pone su cara de pesadilla justo delante de ella o cuando hay mucho polvo alrededor: cuanto mayor sea el nivel de estrés, más probabilidades hay de que la chica sufra un ataque de asma. Esto se puede evitar durante un tiempo mediante un minijuego con sus QTE, pero de lo contrario, Alex comenzará a toser, lo que significa una muerte inminente. El asma se puede tratar con pastillas, que ayudan durante un corto tiempo, o con un inhalador, que alivia el ataque por completo. No obstante, el inhalador también hace ruido, por lo que usarlo si el enemigo está cerca puede costarte la vida.
Hay otros factores a tener en cuenta a la hora de jugar, como el hecho de que la mayoría de los entornos están cubiertos de oscuridad. Por suerte, tienes una linterna, pero ¿adivinas qué? Necesita pilas, lo que significa que tienes que dosificar su uso con cuidado para asegurarte de que esté disponible en algunos lugares desconocidos donde no puedes ver nada por delante. Puede sonar frustrante, pero es increíblemente inmersivo y crea algunos de los momentos más dramáticos del juego. No hay nada más desconcertante que descubrir que las pilas de tu linterna se agotan en medio de una secuencia particularmente intensa de sigilo, pero todo ello aumenta la tensión de la experiencia.
¡Contén la respiración y no tosas!
Una de las particularidades de A Quiet Place era que la mayor parte del tiempo la película era muy silenciosa, hablando de vez en cuando a susurros y poco más, hasta que una alarma de un coche o algo similar motivaba la persecución de las bestias. Aquí pasa exactamente lo mismo, y es que tampoco tendría sentido que fuese diferente. Hay muchos momentos de tranquilidad que solamente son perturbados levemente por los pasos de la protagonista y algún sonido ambiental de fondo. No obstante, la tensión en los encuentros con “las criaturas” aumenta cuando Alex intenta mantener la calma con un ritmo cardíaco más acelerado a medida que se pone más ansiosa y se acerca a un ataque de asma.
Por último, si necesitas un chute extra de adrenalina que magnifique todavía más la experiencia de A Quiet Place: The Road Ahead, puedes activar el micrófono de tu mando, lo que captará los sonidos que tú o cualquier otro ser vivo o dispositivo electrónico hagan en la habitación. Solo tienes que ajustar la sensibilidad del micrófono, de lo contrario, el monstruo solo “escuchará” el juego desde tu consola. Es una experiencia realmente potente y que merece la pena probar, no obstante, si lo hacéis os aconsejaría utilizar auriculares, ya que cuando el monstruo es alertado el juego lanza un sonido estridente para avisarte y claro, eso se replica en el micrófono, lo cual puede dejarte todavía más vendido en una situación ya de por sí complicada.
Conclusión
A Quiet Place: The Road Ahead es una experiencia de terror intensa y emocionante que recuerda en gran medida a Alien: Isolation, no obstante, y si bien gustará a los aficionados de la franquicia, pues captura a la perfección la esencia y ambientación de las películas, no llega a las cotas de excelencia alcanzadas por título protagonizado por el xenomorfo.
La lentitud forzada puede resultar cansina a los menos pacientes, aunque por supuesto, la necesidad de no delatarse frente al monstruo forme parte de la jugabilidad y te oblige a estar muy atento, pero claro, después de unas horas esto puede volverse aburrido. Al principio es interesante jugar en modo sigiloso, pero en los prolegómenos finales y pese a no ser un juego excesivamente largo (entre las ocho y diez horas, dependiendo de la dificultad y la habilidad), es posible que estés deseando llegar a los créditos. Algunas mecánicas, dicho sea de paso, tampoco contribuyen en exceso en este sentido. Asimismo, el Ángelito de la Muerte se ha bugeado en más de una ocasión durante mis horas de juego, quedándose atrapado sin poder avanzar.
Ojo, aunque lo parezca, no creo que A Quiet Place: The Road Ahead sea un mal juego ni mucho menos, pues es sin duda un primer esfuerzo bastante sólido por hacer que la franquicia dé el salto de las películas a los videojuegos. Pese a ello, es difícil no sentir hay mucho potencial sin explotar y cosas por mejorar. Así pues, espero que una secuela se encargue de pulir todo esto y sea capaz de mirar de tú a tú a Alien: Isolation.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.