[Análisis] After Us

A pesar de haber nacido como un simple entretenimiento, el videojuego ha conseguido desarrollarse como un medio eficiente para transmitir toda clase de mensajes sociales y de concienciación: desde problemas raciales hasta conflictos entre naciones, todos tienen su cabida en la industria. El resultado puede ser mejor o peor, pero siempre es bienvenido el interés de los estudios de desarrollo para hacer del mundo un lugar mejor a través de sus juegos. En relación a esto, uno de los mensajes que más se han potenciado durante los últimos años es el ecologista: planeta solo hay uno, y no podemos vivir en él sin cuidarlo. Esto no solo hace referencia al reciclaje o a la limpieza del entorno, si no al cuidado de los seres vivos con los que convivimos día a día, pues sin los animales la vida no sería la misma. Y, por desgracia, el ser humano es un experto en maltratar a los animales con los que se encuentra. Vale, quizá muchos cuiden de gatos y perros… ¿Pero qué hay de los elefantes que pierden su vida por el marfil, o los monos que son secuestrados para su exposición en zoológicos?

Este tema daría para horas y horas de conversación, pero hoy no vengo a generar debate. O, por lo menos, no en relación a ese tema. Como os podréis imaginar, hoy vengo a hablaros de un juego cuyo objetivo es, precisamente, hacer del mundo un lugar mejor a través de la concienciación social. Os hablo, por supuesto, de After Us, el nuevo juego del estudio catalán Piccolo quienes ya nos sorprendieron con el genial Arise: A Simple Story. Con una premisa algo más cargada de acción y con un estilo único, After Us busca sorprender y enganchar a partes iguales. ¿Lo conseguirá? ¡Dentro análisis!

 

Visitando una tierra en decadencia

La historia de After Us nos traslada a una versión post-apocalíptica y lúgubre de la Tierra, en donde la vida no es más que un triste recuerdo. Nosotros nos pondremos en la piel de Gaia, el espíritu de la vida encarnado en una joven de pelo blanco que tendrá que recorrer el decadente lugar mientras recoge las almas de los últimos animales que han quedado atrapadas en los receptáculos de Madre, la representación de la divinidad en este universo. El objetivo de esto es simple: salvar las almas de estas pobres criaturas para darles una segunda oportunidad. Sin embargo, el camino no será sencillo, pues Gaia tendrá que hacer frente a la temible amenaza de los Devoradores, quienes han expandido la corrupción por el mundo. La idea sobre la que gira la historia del juego es bastante llamativa y creativa, poniéndonos en el papel de una diosa que, al más puro estilo de Amaterasu en Okami, recorre el entorno intentando devolverle la belleza natural de la que siempre hizo gala. La historia plantea un mensaje precioso que cala desde el primer momento, y su breve duración hace que esta no se resienta en ningún momento.

El personaje principal, Gaia, resulta interesante desde primera hora a pesar de que podría haber tenido un mejor desarrollo o una mayor profundidad. Es decir, me gusta lo que se ha hecho con el personaje pero siento que se podría haber ido más allá. Sea como sea, uno de los aspectos que más me han enganchado al título ha sido, sin lugar a dudas, su ambientación. Presentando una tierra estéril y agotada, After Us consigue sumergirnos en una especie de pesadilla distópica en la que actuamos como la única luz de un futuro que parece destinado al fracaso. Su decadencia actúa como un personaje más, y lo que sorprende es que el juego abre la puerta a la reflexión, ya que, en mi caso, tras cada partida he acabado pensando sobre varios de los puntos que plantea el título. Al tratarse de un juego español, este llega a nuestro territorio traducido a nuestro idioma, por lo que esto no debería suponer un problema para ningún jugador.

 

¡Hágase la vida!

Si en lo narrativo el juego funciona realmente bien, quizá en lo jugable se queda algo más corto. Así, nos encontramos ante una aventura de plataformas en 3D en donde tendremos que hacer un poco de todo: recorrer zonas abiertas, escalar secciones de gran altura, superar una secuencia a raíles, otra de desplazamiento lateral… Pero sin tener la suficiente profundidad como para disfrutar al máximo de todas estas mecánicas. Su diseño de niveles es bueno, pero peca de lo querer abarcar demasiado y no terminar de expandir sus ideas principales. El control de la protagonista es ágil, quizá demasiado, lo que hace que en ciertos momento podamos perder el control o no calcular bien ciertos saltos. No es que sea un control injusto o mal planteado, si no que hay que saber pillarle el punto, pudiendo este ser el mayor causante de la dificultad del juego. A fin de cuentas, no nos encontramos ante un título especialmente exigente, puesto que su objetivo es más plantear una travesía que genere reflexión que imponer una jugabilidad exigente.

Uno de los reclamos más interesantes del juego es su capacidad de exploración. No nos encontramos ante una historia lineal, si no que podremos recorrer libremente el entorno de forma inmersiva con el objetivo de ir descubriendo los efectos de la degradación y la situación de la decadente tierra. Esa sensación de descubrimiento, de ir a la deriva hasta encontrar lugares únicos e inhóspitos, es realmente sorprendente y funciona a las mil maravillas, conformándose como uno de los mejores puntos de todo el juego. Además, el juego está plagado de secretos y desbloqueables, recompensando así a los jugadores más avispados y aventureros. Por otro lado, podremos utilizar las habilidades de Gaia para luchar con los enemigos… En un sistema de combate que es excesivamente sencillo, volviéndose repetitivo tras combatir un par de veces. El foco del juego no está en el combate, pero es una pena que no se trabajara más este aspecto.

 

Inundando el mundo de luz y esperanza

Visualmente nos encontramos ante un título realmente atractivo, que hace uso del contraste lumínico y cromático para atrapar al espectador y dar rienda suelta a un universo cautivador. Su dirección artística brilla por encima del resto de apartados, presentando un trabajo mucho más redondo del que se pudo observar en Arise, y en el ámbito gráfico se ofrece un trabajo que, aunque podría mejorarse, consigue ser más que aceptable. Este presenta algún que otro problema en lo referente a las texturas, si bien el resto de elementos brillan con luz propia: los efectos de iluminación son sensacionales, y las animaciones están muy cuidadas. En lo técnico el juego tampoco decepciona, presentando un rendimiento bastante estable y una ausencia de bugs digna de elogio.

En lo referente al apartado musical, encontramos un conjunto de melodías preciosas y memorables que acompañan a la perfección tanto a la ambientación como a la historia. Estas presentan un tono que se podría clasificar como depresivo, casando a la perfección con el carácter decadente que busca transmitir el juego.

 

Conclusión: Una obra que funciona más como objeto de reflexión que como experiencia jugable

After Us es un título de plataformas y acción más que interesante, que aborda una temática social compleja de una forma muy sensata lanzando al jugador a la restauración de un mundo en decadencia. Bajo su genial premisa se esconde un juego que triunfa más por su apartado visual y sonoro que por su jugabilidad, siendo esta algo más floja de lo que debería. Su variedad de situaciones permite que no se sienta repetitivo… A pesar de que su sistema de combate es, cuanto menos, pobre. Un juego que, sin ser una absoluta maravilla, es más que recomendable, pues siempre son bienvenidos los juegos que intentan hacer del mundo un lugar mejor.