Es por ello que con el tiempo aprendí a no cerrar puertas a nada y mucho menos a menospreciarlo, por lo que ahora cojo cualquier juego con una mentalidad neutra, donde no espero absolutamente nada de él ni para bien ni para mal, de esta misma forma mi criterio se basa en hechos y trato de dejar fuera de mis análisis tanto como puedo el factor «expectativa», aunque alguna vez es inevitable pecar de ello. Al final, nunca sabes qué te deparará el camino, pues este puede estar lleno de alegrías, lágrimas, ambas o ninguna, y eso es parte de la magia. Conste que soy consciente de que el hecho de que tú, como lector, estés leyendo este análisis juega en contra de mi discurso inicial pues estoy creando en ti una expectativa, pero al final tú entras aquí en busca de ella y yo he de ser todo lo objetivo que me sea posible, por lo que esta suerte de paradoja se resuelve de manera sencilla.
Hoy os vengo a hablar de Anomaly Collapse, juego de RocketPunch Games y Spiral Up Games del que no tenía ningún conocimiento previo y eso me ha ayudado a disfrutar más el juego.
Hay algo que no entiendo
Normalmente acostumbro a dejar esto para el final o ni mencionarlo cuando se trata de juegos indie, pero este es un caso particular que quiero comentar. En Anomaly Collapse únicamente tenemos el juego disponible en inglés y lenguas orientales, lo cual, como digo, no es necesariamente malo y es comprensible al tratarse de un juego indie; el problema viene cuando te enteras de que la demo de hace más de medio año sí contaba con traducción al castellano. No consigo comprenderlo, entendería que fuera al revés pero ¿por qué eliminar un trabajo ya hecho? ¿O por qué no terminarlo y no haber «malgastado» dinero en la demo? Es un movimiento que no solo no me parece lógico a nivel económico ya que el gasto ya estaba hecho, es que además te cierras ventanas innecesariamente tanto por la no presencia del idioma como por aquellos castellanoparlantes que tras la demo tuvieran intención de hacerse con el juego final y ahora vean que su idioma ha desaparecido.
Me encantaría poder encontrar una razón lógica para esto pero al menos yo no logro encontrarla. En este apartado que, como digo, quizás ni hubiese mencionado si no hubiera habido castellano desde el principio, han decidido pegarse un tiro en el pie y posiblemente boicotear su éxito alrededor del mundo.
Sin mucha historia pero con mucha acción
En Anomaly Collapse, aunque puede no parecerlo al principio, nos encontramos con un roguelite con combates por turno en el que no existirá una historia per se por no decir que ni existe, a secas, pero contamos con un mundo de ficción que permite formar historias en torno a él sin contar con una narrativa extensa, priorizando la sensación de aventura y de avance en esta. Es así que el único interés argumental será comprender de dónde nacen la enorme cantidad de anomalías que están llegando a este mundo y cómo acabar con ellas de manera definitiva.
Esto no será demasiado importante más allá de dar un contexto a lo que realmente nos interesa: el gameplay, y debo decir que mis sensaciones han sido más positivas según más tiempo pasaba a los mandos. Primero de todo, en este videojuego se nos presenta un mapa inicial donde tendremos «iconos» y deberemos decidir a cuáles queremos ir en cada turno; estos tienen duración variada por lo que el orden en el cual accedamos hará que podamos perdernos cosas, aunque esto no es un problema en las primeras fases de la partida pues aparecen de 2 en 2 o de 3 en 3 con los tiempos suficientes para ir saltando sin fallar a ninguno, pero poco a poco iremos teniendo que decidir entre intentar recuperar vida, obtener un objeto poderoso o farmear experiencia y puntos de investigación (necesarios para enfrentarnos al boss de zona), aunque esta última opción no suele ser la prioritaria.
Esta aventura será llevada a cabo por tres héroes furros animaloides de los cuales tendremos que elegir uno para empezar la partida, aunque los otros dos se unirán al poco tiempo; hay bastantes más personajes disponibles pero estos se desbloquean al llevar a cabo distintos logros relativamente asequibles y que, en su mayoría, se completarán de forma no intencionada al ir jugando partidas.
En cuanto al combate, siendo esto lo verdaderamente interesante del título, se nos presenta una cuadrícula en línea recta de longitud limitada donde deberemos actuar por turnos teniendo en cuenta dos tipos distintos de puntos: los que nos permiten movernos e interactuar y los que nos permiten realizar ataques. Como todo buen juego de turnos, en la parte superior de la pantalla podremos ver la planificación de los turnos siguientes para así poder organizar las tropas y tomar decisiones y, sí, sacrificios puntuales; esto último es posible ya que los enemigos nos mostrarán cuál será su siguiente movimiento, permitiéndonos jugar alrededor de eso… pero no es necesariamente algo que facilite la partida.
Porque si piensas que puedes simplemente ir esquivando y pegando a los enemigos en un combate de desgaste estás muy equivocado, pues el juego penaliza (como debe ser) estas estrategias añadiendo cada pocos turnos a una nueva anomalía en el campo de batalla para que si optamos por ello, cada vez tengamos menos casillas sin peligro. Esto implica que, como he mencionado, haya que hacer sacrificios, y es interesante ver cómo no siempre utilizaremos al tanque para ello pues es muy probable que el juego nos presente momentos en los que no podamos pasar de determinadas casillas o simplemente necesitemos que este contenga a otro enemigo porque…
El mapa es peligroso, no solo nos irán apareciendo enemigos constantemente para entorpecer nuestra partida sino que además también se añadirán elementos con los que interactuar como barriles explosivos o inhibidores, o algunos no interactuables como fugas de gas tóxico o un meteorito dirigido a nuestra cabeza (o la enemiga). Todo esto hará más relevante aún el ya mencionado posicionamiento en casillas, pues podemos colocar a todos nuestros héroes distribuidos por ellas o en una sola, lo cual implica mayor peligro pero también lo recompensa, pues aunque un personaje sea melee o a distancia, si comparte casilla con otro que use un ataque, este siempre le hará «eco» logrando así un mayor daño para bajarnos a enemigos poderosos. Además, contaremos con distintas «anomalías» (objetos equipables) que facilitarán el progreso para también aumentar a buen ritmo la curva de dificultad.
Apartado audiovisual
Anomaly Collapse nos presenta por un lado un diseño de personajes heroicos de lo más simpaticón y que jamás pensarías que fuera capaz de hacer daño a nadie (a excepción de Regel, el lobo, que no deja de ser el típico bully japonés), aunque con una clara inspiración en otros juegos (Sonic, Zelda Botw, Star Fox entre otros); esto contrasta brutalmente con el diseño de enemigos que trata de no dejar ningún atisbo de duda en cuanto a su maldad, siendo estos «mocos mutantes», «robots corruptos», «insectos mutantes y corruptos» y similares.
Personalmente, aunque agradezco que hayan dedicado un cuidado a todos los diseños siendo que no hay ninguno que considere malo, creo que el propio estilo de los dos bandos es demasiado distinto en cuanto a trazo pues los protagonistas tratan de ser simpaticones mientras que los enemigos tratan de ser repelentes, y esto es fruto de arriesgar para lograr el mejor resultado posible, y aunque hay más cosas a favor que en contra del resultado final de los diseños, por momentos parece que sean un crossover de dos juegos diferentes.
A nivel sonoro no contaremos con doblaje, los personajes hablarán como en Animal Crossing, pero sí podremos disfrutar de una banda sonora relativamente corta pero a la altura de la propuesta jugable, pues esta mantiene una progresión adecuada en cuanto a intensidad y «epicidad» para que notemos como cada vez nos hacemos más fuertes y cada combate es más difícil, destacando las piezas de jefes finales.
Conclusión
Anomaly Collapse queda lejos de ser un referente del género tanto estratégico como roguelite y no es comparable a los grandes títulos de estos, pero sí es cierto que han logrado juntar ambos de manera efectiva tornándose un juego recomendable (eso sí, principalmente para los aficionados a la estrategia por turnos y casillas) que difícilmente decepcionará a quien le dé una oportunidad, pues el sistema de combate, siendo este el factor principal del título, logra resultar lo suficientemente atractivo y desafiante como para no cansarte del juego al poco rato como sucede con muchos indies del estilo.
Aun así, teniendo en cuenta que el mercado de ambos géneros está repleto de títulos y no hace más que aumentar constantemente, en caso de estar interesado optaría por esperar a una rebaja del título que, por su propia naturaleza, dudo que tarde mucho en llegar.