Bien es cierto que, si hay un género que casa perfectamente con los juegos de cartas individuales, ese es el roguelike. A los hechos me remito: títulos como Slay the Spire o Inscryption no solo han cosechado grandes críticas de expertos y de jugadores, si no que también han conseguido alcanzar el rango de título de culto en tiempo récord, coronándose como dos de las experiencias más divertidas e interesantes de todo el género. Y, sin ser exactamente roguelike, ese maravilloso experimento de Yoko Taro conocido como Voice of Cards ha servido como un soplo de aire fresco sensacional entre los cientos y cientos de RPGs por turnos lanzados por Square Enix en los últimos meses. En este contexto de grandes juegos de cartas aterriza el título que hoy tengo el placer de analizar, Arcana of Paradise – The Tower. Desarrollado por Tasto Alpha y distribuido por Sueisha Games, este título lo tiene todo para ganarse el corazón de los jugadores. ¿Estará a la altura de las expectativas? ¡Veámoslo!
Una torre infinita habitada por… ¿Niños?
La historia de Arcana of Paradise – The Tower nos traslada a la misteriosa Torre, una enorme estructura (cuyo nombre no da pie a engaños) en la que, según dicen las leyendas, se conceden deseos a quienes consiguen llegar a la última planta. Curiosamente, un grupo de niños perdidos se encontrará de bruces con este icónico lugar, y tras superar sus dudas iniciales deciden ponerse manos a la obra para derrotar a quienes se ponga en su camino. ¿El objetivo? Alcanzar el final y pedir un deseo sencillo pero eficaz: Regresar a casa. Como podéis observar, la premisa del título es mística e interesante, proponiendo una aventura sencillita rodeada de un gran misterio. El problema de la trama del título no reside tanto en su premisa si no en su falta de profundidad, puesto que no hay mucho que contar más allá de las historias de algunos de los personajes que vamos encontrando dentro de la torre. Y sí, la torre presenta ciertos misterios que, de primeras, pueden ser muy interesantes… Pero su resolución dista de ser la más adecuada.
Quizá me habría gustado un mayor enfoque en el lore del juego, puesto que hay material más que suficiente para construir un mundo llamativo y rompedor, de esos que se mantienen vivos tras los créditos finales. Esto no quiere decir que no sea divertido explorar la torre, y lo cierto es que la ambientación es uno de los puntos fuertes del juego, pero no se puede negar que a nivel narrativo se podría haber profundizado mucho más en el juego. A fin de cuentas, la mayoría de las ideas que se presentan en el juego no son nada novedosas, y estoy seguro de que ya las habréis visto en otros juegos de fantasía. Un punto positivo (y sorprendente) es que el juego llega a nuestro territorio traducido al español, lo que hace que la barrera del idioma no suponga problema alguno para ningún jugador.
Carta blanca para la destrucción de nuestros enemigos
Pasando a hablar de la jugabilidad del título, nos encontramos ante un roguelike de cartas con combates por turnos y desplazamiento lateral, en el que tendremos que explorar planta por planta el enorme interior de la Torre. Al ponernos en la piel de los niños podremos utilizar sus mazos de cartas, y cada una de estas nos dará acceso a ciertos hechizos y ataques que no solo nos servirán en combate, si no también durante las fases de exploración. El combate cuenta con una premisa absolutamente sencilla, robando una mano al inicio del turno para atacar en base a las debilidades elementales del rival. El toque de RNG que tiene no impide que sea un sistema absolutamente entretenido y adictivo, que engancha mucho más de lo que podría parecer en un principio gracias a la variedad de situaciones que plantea y a la rapidez de cada combate. Esto hace que sea especialmente divertido en Switch, ya que el carácter portátil de la consola hace que siempre queramos echar combates rápidos en partidas breves. Las cartas no se mantendrán iguales durante toda la historia, pues podremos ir mejorándolas poco a poco con los diversos materiales que vamos encontrando durante la exploración. Este es un sistema simple que, aunque no da mucho más de si, aporta algo de profundidad.
El uso de las cartas fuera de los combates es entretenido, pero peca de ser algo especialmente simple. En un sistema que podría haber dado mucho más de si (tanto en creatividad como espectacularidad), el título opta por dejarlas relegadas a simples soluciones de una serie de puzles flojos y un tanto repetitivos. De verdad, la idea sobre el papel es realmente buena, pero no hay duda de que podría haber dado mucho más de si. En cuanto a la dificultad del título, nos encontramos ante un desafío moderado en el que la mayoría de jugadores se encontrarán cómodos. Hay ciertas secciones que pueden parecer algo más complejas, pero en ningún momento hay picos de dificultad absurdos… Aunque hay que tener en cuenta que, si morimos, tendremos que empezar el recorrido desde el principio. Cada partida aporta algo nuevo, ya sea en forma de habilidades o cartas, y esto hace que nos enganchemos a intentar el desafío una y otra vez.
¡Esquivando trampas y derrotando monstruos!
Pasando a hablar del aspecto visual del juego, este es posiblemente uno de los puntos más interesantes y llamativos de todo el juego. En un movimiento que me parece completamente acertado, el título adopta una estética de cuento infantil con elementos dibujados a mano que, la verdad, le sienta de escándalo. El juego es visualmente precioso, y salvo algún detalle menor (como puede ser la falta de detalle en ciertos elementos o las animaciones robóticas) se nota que ha habido un gran trabajo detrás. En lo técnico el juego cumple con creces, evitando errores de rendimiento o de jugabilidad.
Por último, a nivel sonoro nos encontramos una banda sonora musical bastante impresionante y trabajada, que consigue elevar la épica y la emoción de ciertas secuencias. El trabajo general es formidable, destacando además el uso de ciertos efectos de sonido que se amoldan como anillo al dedo.
Conclusión: Un título precioso y adictivo
Arcana of Paradise – The Tower es una agradable sorpresa que triunfa gracias a su mezcla de géneros y a su impresionante estética de dibujo infantil. Si bien es cierto que a nivel de historia se podría haber trabajado mucho más, es innegable que estamos ante un título de calidad, de los que enganchan por su jugabilidad y enamoran por su apartado artístico. Si os gustan los juegos de cartas y los roguelike, no dudéis en darle una oportunidad.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.