De esta forma estamos siendo testigos de como varios de los títulos exclusivos de PlayStation o Xbox están llegando, por suerte, al resto de sistemas, evitando el encarcelamiento de éxitos pretéritos como Bloodborne. Uno de estos casos, como ya lo fuera la llegada a Switch de las maravillosas aventuras de Ori, es este As Dusk Falls que, nacido bajo el sello de Xbox hace un año y medio, aproximadamente, ahora aluniza en sistemas PlayStation, intentando que su narrativa toque el corazón de nuevos jugadores ávidos de experiencias diferentes.
Dos árboles a enderezar
Para todos aquellos que no le hayan seguido la pista o disfrutado previamente, As Dusk Falls nos sitúa frente a un drama narrativo donde dos familias ven como sus destinos se entrelazan por una maldita casualidad.
Por un lado tenemos a la familia de Vince, una tradicional familia americana que viaja por carretera en búsqueda de éxitos profesionales, y por otro a los Holt, una familia sureña a los que la vida podría haber tratado mejor. Este cruce de caminos acontece en Two Rock, un pequeño condado de Arizona, y en él se dan cita temas como la unidad familiar, los “pecados del padre”, el suicidio, la violencia, la salud mental, la corrupción… en definitiva, un batiburrillo bastante cargado pero lleno de humanidad, algo que da fuerza al conjunto y que dota a la aventura de interés. Este interés se ve reforzado por las imágenes llenas de emoción y tensión que contiene el primero de los libros que lo forman, y pierde todo el fuelle en el segundo, desembocando en una recta final bastante decepcionante, principalmente afectado por el desarrollo de ciertos personajes.
La fórmula en la que Int./Night nos traslada al desierto es colocándonos en la piel de varios protagonistas, destapando sus motivos, decisiones y pasado, presentando de forma muy convincente a ambas familias y dejando cierto poso en el jugador a la hora de tomar decisiones. Porque sí, lo que principalmente llevaremos a cabo en As Dusk Falls es cargar con las suertes de Jay o Zoe, entre otros, apoyándose en qué camino queremos escoger.
Elige tu propia aventura
Durante el juego, tendremos que lidiar con diferentes situaciones a través de, a mayores, 3 formas de jugar. La primera y principal de ellas serán los diálogos. Tendremos varias líneas entre las que escoger y dotar de “cuerpo” a la mentalidad del personaje que estemos manejando en ese momento, siempre diferenciadas por matices propios de según qué tipo de rasgo de personalidad y/o valores queremos desarrollar. Estos rasgos de personalidad se podrán comparar con los del resto de la comunidad al final de cada capítulo.
Dentro de estas opciones, en momentos puntuales, el juego nos indicará que nos encontramos frente a una encrucijada trascendental para el desarrollo de nuestro camino y cuyas consecuencias serán irreversibles. En estos momentos es cuando la tensión del juego, sobre todo la primera vez que lo jugamos, alcanza su clímax, pese a que en varias oportunidades el juego nos invite a ser más heroicos y bondadosos de lo natural.
La segunda propuesta a los mandos que nos encontramos son los eventos temporales, ya sean mediante elección de acción o mediante la resolución de QTEs (¿recordáis aquella época en la que todos los juegos los tenían?). Tendremos tiempo de sobra para decidir qué hacer en los primeros casos y, en los segundos, quizá pensando también en hacer más accesible el juego para los máximos jugadores posibles, no nos enfrentaremos a grandes maniobras y podremos resolverlos únicamente con el stick izquierdo. As Dusk Falls, por último en lo relativo a lo que tendremos que hacer controladores mediante, también cuenta con secciones de exploración del escenario.
Esta sencillez denota claramente que el juego está orientado a jugarse en compañía, como si se tratara de visualizar una serie en grupo teniendo la capacidad de decidir entre todos qué va a ocurrir a continuación. Tanto es así que el juego establece un sistema democrático de elecciones, pese a que también puede ejercerse un derecho a veto por parte de cada usuario en la que su opinión personal prevalecerá sobre la de los demás. Dicho esto, hay que destacar que el juego en solitario también funciona, aunque gane enteros si se juega con varios amigos o familiares.
Si bien la versión de PlayStation 5 cuenta con los agradables añadidos de la respuesta háptica y el panel táctil del DualSense, es loable el esfuerzo del estudio de permitir dispositivos inteligentes para disfrutar del juego en compañía sin necesidad de que todos necesiten un mando licenciado.
Crisis de identidad
En el apartado visual nos encontramos, sin grandes alardes, ante una propuesta con bastante personalidad y que casa muy bien en lo estético con lo que quiere enseñar, sabiendo cuándo mostrarse oscuro y cómo potenciar cada una de las localizaciones que recorremos con los protagonistas. El aire cómic en movimiento, muy del estilo de las escenas de juegos como Max Payne, le sienta realmente bien. La información en pantalla se muestra de forma muy eficiente, dejando claras las posibilidades de las que disponemos de un vistazo.
Por contrapunto tenemos un apartado sonoro que no funciona y que no ha mejorado un ápice desde su lanzamiento en los sistemas de Microsoft. Las voces para el doblaje en castellano son correctos en buena parte, pero algunas interpretaciones resultan más forzadas que la presencia de Lola Índigo en Space Jam. Además de estos problemas de “personalidad sonora”, si se permite la expresión, las mezclas fallan en más situaciones de las que deberían fallar, llegando a evitar que el jugador se entere de lo que ocurre en primer plano o cortando frases enteras, dejándolas inconexas, al menos en lo que respecta al idioma Español-Castellano. El fastidio es total si tenemos en cuenta que al elegir según qué líneas de diálogo los protagonistas expresan una cosa distinta, pocas, pero varias veces.
Conclusiones
As Dusk Falls es una propuesta interesante sin duda, pero con no pocas reservas. Pese a ser disfrutable en solitario, jugando con amigos es muy divertido ver de qué pasta está hecho cada usuario y es donde el título encuentra su hábitat perfecto. La primera mitad de su historia es francamente buena, manteniendo al jugador en tensión, pero la segunda acaba aburriendo hasta al más purista de las aventuras narrativas. Además, nuestras decisiones no son todo lo respetadas que deberían ser, jugando con algunas trampas y saltos de fe un tanto anticlimáticos. En el apartado audiovisual no pasa de claroscuro, grato a la vista pero infame al oído, aspecto este último que viene arrastrado desde sus primeras versiones.