¿Era este el juego que estaba llamado a crear un antes y un después en la producción de videojuegos en España? Pues lo cierto es que no. The Last Door era un buen juego, de eso no hay duda alguna, pero evitaba establecer un nuevo canon en la industria al presentarse como una aventura gráfica con tintes lovecraftianos. Es un proyecto realmente interesante, y os insto a probarlo, pero nada tiene que ver con el que sería su siguiente título. Blasphemous atrapó la atención de todo el mundo, fueran o no jugadores, por su espectacular utilización del imaginario andaluz y español a la hora de construir un universo de fantasía oscura. El excelente pixel art y el exotismo que esta ambientación transmitía a los jugadores de todo el mundo hicieron que Blasphemous consiguiera unas cifras de venta increíbles para un juego independiente desarrollado en Andalucía. Cabe destacar que este éxito no solo dependió de la dirección artística; su excelente sistema de combate, su pulido diseño de niveles y su narrativa demostraban un nivel muy superior al de otros juegos similares, aunque bien es cierto que aún había mucho que mejorar. En The Game Kitchen siguieron expandiendo el contenido del título con varios DLCs, pero tenían claro que esta no sería la última vez que se recorrería el mundo de Cvstodia. Con la intención de crear una obra completamente distinta, desde cero y con un cambio sustancial en el diseño de niveles, el estudio sevillano se puso manos a la obra con Blasphemous 2, su nuevo y ambicioso título que ya se encuentra disponible en PS4, PS5, Xbox Series X/S, Xbox One, Switch y PC. Tras haberlo completado al 100%, hoy vengo a contaros qué es lo que me ha parecido el título y si está o no a la altura de las expectativas, así como si merece darle una oportunidad independientemente de que se haya jugado la primera entrega. Así que, sin más dilación… ¡Dentro análisis!
Ahondando en los misterios del Milagro
Ambientada mucho tiempo después de los acontecimientos de la primera entrega, la historia de Blasphemous 2 nos vuelve a presentar al Penitente, quien es traído de vuelta para acabar con el Milagro. Este misterioso ser (por denominarlo de alguna forma) se ha presentado en forma de un enorme corazón en la Ciudad del Santo Nombre y, desde aquí, está trastocando la vida de los habitantes de Cvstodia, quienes ven como sus deseos y sus pecados se transforman en criaturas monstruosas. Así, el mundo es un lugar cada vez más peligroso, y nuestro héroe tendrá que enfrentarse incluso a otros penitentes que han sido manipulados por el Milagro. Al igual que ocurría en la primera entrega, la trama del título no se expone de forma directa y constante, si no que una buena parte de esta se va presentando de forma diluida a través de ciertas descripciones o a través de los propios personajes. El título adopta de buena manera la filosofía «enseña, no hables», y aunque bien es cierto que se presentan varias secuencias cinemáticas con un alto contenido de exposición, estas son breves y están bien construidas para que el jugador comprenda de forma orgánica la situación del mundo y el por qué del antagonista. Por estos motivos, lo que no encontraréis en Blasphemous 2 es una historia extensa y repleta de giros de guion, si no más bien una historia mucho más sencilla de lo que podría parecer que se ve complementada por una profunda carga filosófica y ética. Es constante la presentación de temas tan trascendentales como el sentido de la vida, la fe o la confianza, y lo cierto es que todo está mucho mejor construido que en su predecesor: el catálogo de villanos a vencer no solo es mucho más creativo y llamativo, si no que nos deja algunos de los villanos más memorables de la franquicia (solo hay que ver personajes tales como el Afilaor, Orospina, o Eviterno, quien me ha causado auténticas pesadillas con su segunda fase) y la nueva visión de Cvstodia es hipnótica y detallada, siendo una aproximación más interesante al universo de la serie.
Sinceramente, mientras que con la primera entrega sentía que había una cierta ambigüedad con lo que se quería contar, aquí sí que he notado que existía una dirección clara sobre los temas a tratar. El resultado es una historia más pulida y clara, en donde los personajes resultan tanto carismáticos como atrapantes. En este sentido, los secundarios también salen bien parados, destacando figuras tales como el Imaginero Montañés o el Confesor, quienes no solo nos ayudan a mejorar nuestras esperanzas de sobrevivir a la aventura si no que también nos ofrecen pequeñas subtramas que aportan mucho a la construcción del mundo. En general, considero que se ha dado un salto enorme de calidad con respecto a la narrativa vista hasta el momento, presentando así una historia sólida y creativa que da que pensar en múltiples ocasiones. Cabe destacar que, además, el juego llega desde su salida doblado al castellano, contando en su haber con un catálogo de voces sorprendente y de altísimo nivel: Ramón Langa (conocido por ser la voz habitual de Bruce Willis), Humberto Vélez (mítica voz de Homer Simpson en el doblaje latinoamericano de Los Simpson), o Graciela Molina (a quien podéis reconocer por interpretar a Tails en los juegos de Sonic o a Mary Jane en la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi) son solo una pequeña parte del gran equipo de actores de rodaje que presenta el título, uno de los mejores que jamás he visto en la industria.
Cumpliendo penitencia con la inestimable ayuda de tres misteriosas armas
A pesar de que a primera vista Blasphemous 2 es un juego algo continuista, no podría haber una interpretación más errónea. El nuevo juego de The Game Kitchen ha buscado alejarse bastante del planteamiento de la primera entrega al sumergirse de lleno en el género del «metroidvania». Pero… ¿No era el primer juego un «metroidvania»? Para nada, pues no presentaba muchas de las características de estos juegos, pudiendo ser relacionado más con un juego de acción y desplazamiento lateral, algo así como una versión hipervitaminada de los primeros Castlevania. En este segundo juego sí que se ha buscado crear una experiencia metroidvania a la altura de los grandes nombres del género, algo que se puede observar especialmente en su diseño de niveles. Este es, a todas luces, el apartado más pulido y brillante de todo el juego, y en el que se observa mejor la enorme evolución del estudio. El enorme mundo de Cvstodia se presenta como un laberinto en el que no hay un camino correcto, si no muchos lugares que podemos explorar y a los que podemos regresar una vez contemos con ciertas habilidades y armas. Esto último es especialmente interesante, pues al inicio del juego tendremos que elegir una entre tres armas, y esto condicionará mucho nuestras primeras horas a los mandos. Estas armas son Sarmiento y Centella, dos espadas con las que realizar ataques débiles y muy rápidos que, además, permiten utilizar espejos para desplazarnos rápidamente; Ruego al Alba, una espada de una mano equilibrada y potente con la que poder realizar ataques que rompen ciertas barreras; y Veredicto, una especie de maza que destaca tanto por su potencia como por su alcance y con la que poder activar unas campanas especiales. En mi primera partida elegí Ruego al Alba, lo que me llevó a explorar ciertas zonas que, en el caso de haber escogido otras armas, no habría podido alcanzar. Esto recompensa mucho la exploración, invitando a recorrer todas las salas del juego para descubrir secretos y encontrar ciertas mejoras. La forma en la que la relación del jugador con el juego cambia en función de las armas es increíble, y no es algo que haya visto antes en la industria. Me parece que no solo es una idea brillante, si no que también está implementada de forma excelente.
También hay que destacar que cada arma es especialmente efectiva contra ciertos tipos de enemigos, por lo que estaremos constantemente cambiando de armas gracias a su genial e instantáneo sistema de cambio. Eso sí, creo que no hay un buen equilibrio entre las tres armas disponibles: mientras que Veredicto permite alcanzar a casi cualquier enemigo y Ruego al Alba aporta un buen parry y un gran daño, Sarmiento y Centella se sienten como armas inferiores que no terminan de ser especialmente útiles durante la partida. De hecho, solo las he utilizado por sus habilidades especiales, evitando usarlas durante los combates. Por suerte, las armas no son nuestro único modo de hacer daño a los enemigos que vamos encontrando, pues podremos utilizar dos tipos distintos de rezos: los versos, que se utilizan pulsando rápidamente el botón A (y son hechizos algo débiles), y los cantos, que se utilizan manteniendo pulsado ese mismo botón (siendo estos hechizos mucho más fuertes y longevos). La variedad de estos es amplia, lo que permite enfrentarse a cada combate con un gran plantel de estrategias. En cuanto al combate, es importante señalar que se ha mejorado considerablemente la velocidad de movimiento del protagonista y su agilidad, lo que hace que los enfrentamientos sean más precisos, dinámicos y frenéticos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que, en resumidas cuentas, el sistema de combate se siente mucho más divertido y consistente que en anteriores ocasiones. Mención especial para los combates contra los jefes, que varían mucho en cuanto a concepto sin dejar de lado en ningún momento la diversión y el plantear un buen desafío. Ah, y es importante señalar que la dificultad está, por lo general, bien llevada, si bien en los últimos compases se plantean unos picos de dificultad algo repentinos y excesivamente elevados.
Sumergido en un mar de pecado y corrupción
El tratamiento artístico de Blasphemous 2 es realmente superior al de la primera entrega, no solo por el hecho de que se presentan más escenarios, enemigos y jefes, si no porque todo se ha realizado desde cero. Esto quiere decir que los diseños de los personajes, el pixel art de los escenarios y de los enemigos o los efectos de los ataques se han creado para la ocasión, y el resultado es un apartado gráfico brillante que hace uso de los píxeles con maestría. Si bien se da la repetición constante de ciertos fondos, el hecho es que nos encontramos ante uno de los juegos en 2D más vistosos de la actual generación de consolas, y solo hay que echar un vistazo a sus increíbles jefes (especialmente el último) para comprender que hay un enorme trabajo detrás. Su diseño de arte sigue siendo excepcional, ofreciendo una modificación retorcida y hermosa de los grandes elementos del imaginario artístico andaluz, y los nuevos personajes presentados cuentan con unos diseños coherentes con el universo e increíblemente creativos.
Eso sí, a nivel técnico encontramos algún que otro problema en la versión de Switch, que es la que he podido jugar. No solo se presentan tiempos de carga algo extensos (sobre todo al iniciar partida), si no que también he encontrado algunos bugs que me han llevado incluso a tener que reiniciar la partida. Estos no han sido numerosos, pero sí que me han llegado a frenar, por lo que considero que un parche debería solucionar estos problemas. Por suerte, el estudio nos confirmó recientemente que se está trabajando en varios parches, por lo que es de esperar que uno de estos mejore la versión de Switch. Por último, cabe destacar el increíble trabajo realizado por Carlos Viola en la banda sonora, una que no solo aporta muchísimo a la ambientación si no que hace de cada combate un desafío épico y decadente (en el buen sentido, por supuesto).
Conclusión: Abrazando el Milagro
Blasphemous 2 no solo es el mejor juego desarrollado hasta el momento por The Game Kitchen, si no que es uno de los mejores títulos desarrollados en nuestro país y uno de los metroidvania más sólidos que nos ha dado el género en los últimos años. Hay muy poco que achacarle y mucho que alabar, como ocurre con su excelente diseño de niveles, su maravillosa banda sonora y su atrapante diseño artístico. Si os gustó el primero, este os gustará. Si no os gustó el primero, este seguramente os gustará. Y si disfrutáis de los metroidvania, ni siquiera lo dudéis: haceos con Blasphemous 2.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.