Fecha de Lanzamiento
05/12/2023
Distribuidora
Dear Villagers
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series X/S, Nintendo Switch y PC
Versión Analizada
Steam
Se habla mucho acerca de como la mayoría de los estudios independientes optan por realizar juegos roguelite, pero poco se habla de que, posiblemente, el género más manido por los desarrolladores amateur que trabajan con bajos presupuestos es el del «quirky RPG». Si no conocéis este término no os culpo, pues no se suele utilizar mucho fuera de los círculos de jugadores más cerrados, y se refiere a todos aquellos RPG que se salen de la fórmula convencional y experimentan tanto con sus mecánicas como con la introducción del humor absurdo. El «quirky RPG» por antonomasia es, sin lugar a dudas, Mother, en donde se presenta un universo habitado por criaturas impredecibles y seres que rompen las leyes de la lógica, y su impacto en la industria es especialmente notable al comprobar que ha influenciado en juegos de la talla de Undertale. Sin embargo, el juego del que hoy vengo a hablaros no toma a Earthbound como influencia, si no que toma nota de otro «quirky RPG» producido por Nintendo: Paper Mario.

Las aventuras del Mario de papel se ganaron un hueco en el corazón de miles de jugadores gracias a su cautivador estilo artístico, su genial diseño de niveles (en el que la mezcla de elementos 2D y 3D se hace especialmente palpable) y su excelente sistema de combate, que lleva más allá los clásicos turnos al impulsar una mayor interactividad por parte del jugador. Hacer un juego como los Paper Mario clásicos no es fácil, y ni siquiera la propia Nintendo ha conseguido emular ese nivel de calidad en las entregas más recientes, motivo por el cual me llamaba poderosamente la atención Born of Bread. Desarrollado por el estudio canadiense WildArts, este se trata de un simpático RPG por turnos protagonizado por un pan antropomórfico dispuesto a salvar el mundo de las garras de un mal ancestral. Los ingredientes para hacer de este un RPG memorable y recomendable están ahí, pero… ¿Estará el resultado final a la altura de las expectativas? Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación.

 

¿Qué clase de horno da a luz a un héroe?

La historia de Born of Bread nos transporta a un mágico mundo azotado repentinamente por el resurgimiento de los Embers, un grupo de poderosos maleantes dispuestos a hacerse con el control del reino. Precisamente en el castillo de la reina, un experimentado chef descubre por sorpresa que su más reciente receta no ha salido como quería, pues su harina cobra vida en el horno y da a luz a una suerte de dulce  humanoide. Conocido sencillamente como Pan, el joven gólem de harina tendrá que limpiar el nombre de su padre (acusado de usar magia) al mismo tiempo que reúne las fuerzas necesarias para derrotar a los Embers y recuperar el reino, todo ello mientras forja lazos de amistad con otros inesperados héroes en ciernes. Así, Born of Bread cuenta una historia de héroes inesperados enmarcada en un mundo alocado y absurdo, donde cualquier cosa es posible si se usa la cantidad adecuada de humor. En este sentido, nos encontramos una trama algo arquetípica y sencilla que funciona bien dentro de los cánones clásicos y que plantea un uso del humor eficaz, si bien peca de no tener el trasfondo irónico del que hacen gala los RPG del fontanero.

Es decir, Born of Bread es un juego sorprendentemente blanco, que parece que oculta algo de «mala leche» en su desarrollo pero que en ningún momento la expresa. Al final del día, lo que podría ser una trama con una doble mirada perfecta tanto para los más jóvenes como para los más adultos se acaba quedando en una historia sencilla que disfrutarán los niños pero que quizá se siente algo floja para los jugadores adultos. En esto tampoco ayuda que sus diálogos sean sorprendentemente flojos y expositivos, dando pie a conversaciones carentes de interés y que podrían resumirse en un par de palabras. En un punto algo más positivo, hay que destacar que el juego llega a nuestro territorio traducido al español, siendo el trabajo de localización realizado sorprendente y admirable.

 

Espera tu turno para hornea- digo, para atacar

Pasando a hablar del apartado jugable del título, tal y como os comentaba en la introducción nos encontramos ante un título absolutamente heredero de los RPG de Mario, lo que se refleja tanto en su componente de exploración, su diseño de niveles y su sistema de combate. El juego nos lleva a recorrer un amplio reino de forma lineal que se divide en diversas zonas o niveles. En estas nos desplazaremos de forma sencilla sorteando obstáculos, saltando a través de ciertas plataformas y golpeando distintas clases de objetos. Los niveles resultan interesantes gracias a esta combinación de mecánicas, si bien no es algo que no hayamos visto previamente en otros juegos y con un movimiento algo más cómodo (ya que el de este juego resulta poco intuitivo e incluso se corta en seco al dejar de correr). Donde el título más funciona es, sin lugar a dudas, en su excepcional sistema de combate, en el que cada movimiento viene acompañado de una suerte de minijuego del que depende el daño que realizamos y donde encontramos un detallado sistema de debilidades y fortalezas. Cada uno de los personajes cuenta con su propio set de movimientos y habilidades, lo que hace que en ningún momento los combates se sientan aburridos y que estemos deseando de enfrentarnos a más y más enemigos. Mención especial para los jefazos, que elevan el nivel general del juego y presentan desafíos a la altura que ponen en práctica todo lo aprendido hasta el momento. La curva de dificultad de la que hace gala el juego es sólida, pues no presenta picos repentinos y ofrece un desafío accesible para cualquier clase de jugador. ¡Ah, y mención especial para la funcionalidad «streamer», que hace que nuestros combates sean vistos por un público ficticio con el que podremos interactuar!

La influencia más evidente de Paper Mario en Born of Bread se encuentra en su apartado visual, pues el título de WildArts Studio apuesta por una curiosa mezcla de personajes planos localizados en entornos tridimensionales. Esto, en conjunción con su genial trabajo de iluminación y sombreado, da pie a un juego sorprendentemente vistoso que no parece ser independiente. Los diseños de los personajes y de los escenarios son realmente llamativos y coloridos, manteniendo un nivel de calidad y de cohesión sorprendente. Born of Bread es un título realmente vistoso y bonito, que atrapa desde primera hora y que embelesa con su cuidado estilo artístico. En lo técnico el juego también cumple, pues no solo hay pocos bugs y errores si no que también se mantiene un rendimiento estable y muy cuidado. Eso sí, la banda sonora me ha terminado de convencer en ningún momento, sintiendo que la mayoría de composiciones están poco inspiradas y no tienen el protagonismo que deberían tener.

 

Conclusión: ¿Pan, o papel?

Born of Bread se trata de un «quirky RPG» muy divertido y ameno, cuya dificultad e historia hacen que sea especialmente recomendable para los más jóvenes de la familia. Si bien su historia, su banda sonora musical y su movilidad podrían ser mejores, no hay duda de que WildArts ha conseguido forjar un RPG sólido y entretenido que, además, hace gala de un excepcional sistema de combate que no aburre en ningún momento. Si os gustan los Paper Mario, os gustará. 

Sinopsis
Born of Bread es una aventura RPG alocada y alegre de combate por turnos. Jugarás como Pan, un gólem de harina que descubre un mundo encantador lleno de humor junto a su coloridos amiguillos.
Pros
Genial trabajo de localización al español
Excepcional sistema de combate, que resulta vibrante y divertido durante todo el juego
Gran trabajo visual y artístico
Contras
Su historia es demasiado sencilla y transparente, contando además con diálogos poco llamativos
El movimiento del protagonista es algo defectuoso, y el diseño de niveles, aunque funcional, no innova en nada
Banda sonora más que mejorable
8
Recomendado

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.