[Análisis] Children of the Sun

Si por algo triunfa en el mercado Devolver Digital es por la enorme libertad que otorga a los desarrolladores con los que trabaja, lo que les permite contar con un catálogo de videojuegos tan variado como original. Así, mientras que otras compañías más populares cuentan con bibliotecas de juegos orientados a un determinado tipo de público y enmarcados dentro de un par de géneros concretos, Devolver consigue presentar títulos de toda índole orientados a todos los públicos, ya sean jugadores jóvenes que solo buscan pasar un buen rato hasta fans experimentados que buscan disfrutar de la experiencia más violenta y descarnada de sus vidas. Y ojo, porque a pesar de que los géneros varían la calidad rara vez se ve afectada: Enter the Gungeon, Hotline Miami, The Messenger, Inscryption, Return to Monkey Island, Weird West, The Talos Principle… Todos son grandes proyectos creados por estudios pequeños que consiguen alcanzar a los grandes exponentes del género en cuanto a valoración de crítica y público se refiere. Es por este sencillo motivo que jamás se deben dejar de lado los anuncios de la compañía, sean o no más atractivos visualmente y estén o no creados por grandes estudios, pues incluso los equipos más pequeños pueden dar forma a grandes proyectos.

Si no creéis esto último, tan solo tenéis que echar un vistazo al bueno de René Rother, un desarrollador independiente que ha dedicado los últimos años a juguetear y experimentar con Unity, dando forma a sus ideas más ambiciosas y, por qué no decirlo, retorcidas. Un breve vistazo a su página en itch.io nos muestra proyectos de toda índole que difícilmente podrían ser aprobados por una gran productora… Salvo que hablemos, claro está, de Devolver Digital. Así, la compañía estadounidense ha unido fuerzas con el desarrollador alemán para lanzar en PC el enigmático Children of the Sun, un irreverente juego de acción, estrategia y venganza en el que los jugadores deberán usar su mejor puntería para acabar con los miembros de una inquietante secta. Su anuncio hace unos cuantos meses generó un gran hype entre los jugadores asiduos a la compañía, pero… ¿Está realmente el título a la altura de las expectativas? ¡Veámoslo en el análisis completo, que como viene siendo costumbre podéis leer a continuación!

 

Ante las sectas religiosas, un buen balazo entre ceja y ceja soluciona cualquier problema

El subtítulo con el que abro este párrafo es quizá el mejor resumen que se podría hacer de la historia del juego, pues esta gira en torno a la venganza obsesiva de una chica contra toda una secta. La Chica, que es como se llama la protagonista del juego, ha dejado de lado su humanidad para convertirse en una suerte de espíritu de venganza movido únicamente por la sangre y la violencia. Su travesía le llevará a recorrer toda clase de campamentos y zonas afines al culto mientras acaba con sus miembros uno a uno. Por suerte, la Chica cuenta con una habilidad especial tan atípica como atrapante, pues puede desplazar la bala tras acertar en un objetivo para así encadenar varias muertes. Así, el juego plantea una historia increíblemente simple que prescinde de presentar antagonistas complejos o incluso de mostrar diálogos, narrándose todo a través de las imágenes y de las acciones. Más allá de algunos flashbacks que aportan contexto y trasfondo, no encontramos nada realmente memorable en lo que se cuenta, siendo una recreación de tropos y clichés vistos hasta la saciedad tanto en el cine como en los videojuegos.

Quizá lo que sí que resulta verdaderamente interesante es cómo se cuenta la historia, presentando una ambientación cruda y onírica que nos hace sentir en una suerte de viaje astral potenciado por distintos tipos de drogas y químicos. La historia del juego es una historia de violencia, siendo esta la verdadera protagonista tanto en las cinemáticas como en elementos menos llamativos como los textos en los menús y la configuración de la UI. Me gusta mucho esa ambientación rural y psicodélica de la que hace gala el juego, haciendo que este se sienta verdaderamente creativo y distinto, si bien creo que la historia podría haberse desarrollado algo más, pues a ratos se siente como si fuera la de un mero proyecto de estudiantes. Los antagonistas podrían resultar algo más carismáticos, y se podría haber potenciado algún que otro giro de guión. Sea como sea, se agradece que el título llegue a nuestro territorio traducido al español, siendo una constante de los juegos de Devolver Digital que no se puede obviar.

 

La teoría de la bala mágica

Si os soy completamente sincero, hablar de Children of the Sun es hablar de un juego realmente sencillo, tanto para lo bueno como para lo malo. El nuevo proyecto de René Rother sufre de una historia realmente floja y simple, pero gana enteros al presentar un planteamiento jugable tan sencillo como adictivo. Así, el título se estructura en distintos niveles en los que tendremos que seguir un recorrido similar: movernos alrededor del mapa para encontrar a los enemigos, marcarlos con nuestro rifle y disparar. Aunque solo tenemos una bala por nivel, esta cuenta con la capacidad especial de continuar con un nuevo recorrido tras haber dado en el blanco, lo que nos permite seguir hasta acabar con todos los enemigos de la zona. El diseño de cada nivel está especialmente cuidado, haciendo que cada uno de estos sea una especie de puzle en el que tenemos que realizar varios intentos hasta dar con la mejor manera de acabar con todos los enemigos. Esto me ha gustado mucho, pues no solo invita a experimentar con la ruta a seguir, si no que también ofrece un buen puñado de mecánicas y novedades que hacen que el juego no acabe aburriendo en ningún momento. El principal problema que le veo es que el juego es realmente corto, pudiendo completarse en un par de horas, y más allá de mejorar nuestras marcas para subir puestos en la clasificación global, no hay mucho más que hacer una vez terminamos la historia principal.

En lo visual vuelvo a la idea que os comentaba en el apartado narrativo, pues el título apuesta por un estilo artístico que busca potenciar ese ambiente psicodélico y onírico. El uso de trazos irregulares, diseños de personajes y entornos retorcidos y el tratamiento desigual de la iluminación hacen que cada escenario se sienta como una pesadilla, lo que resulta tan original como memorable. Las animaciones están bien cuidadas y el uso del color es acertado, guiando al jugador de forma sutil hasta sus objetivos. Lo único que me chirría es que todos los escenarios se sienten realmente iguales y que los límites de estos no están nada escondidos, lo que resulta un tanto cutre. En lo técnico destaca un rendimiento excelente y una falta notable de bugs y errores, mientras que en lo sonoro el trabajo es encomiable al presentar una dirección de sonido sólida que aporta aún más al susodicho ambiente onírico.

 

Conclusión: Una pesadilla que engancha como pocas

Children of the Sun es una experiencia sorprendente y muy adictiva, que hace uso de un planteamiento jugable sencillo y de una personalidad arrebatadora para atrapar a cualquier tipo de jugador. Si bien se echa en falta una historia algo más compleja, lo cierto es que el juego de Rene Rother es de esos que te dejan enganchado al mando de principio a fin, presentando una premisa jugable que difícilmente podremos encontrar en cualquier otro juego.