Se podría decir que esta clase de juegos ganaron una enorme popularidad con la serie Simcity, una veterana franquicia que nació en PC y que se extendió por toda clase de consolas, destacando su especial importancia dentro de las de Nintendo. Esta permitía edificar la ciudad de nuestros sueños con un nivel de detalle que, como viene siendo lógico, iba aumentando entrega tras entrega. El “fracaso” de Simcity 2013, última entrega de la serie hasta el momento, llevó a que el género quedara huérfano, lo que llevó a que nuevos estudios intentaran hacerse con el trono de la gestión de ciudades. La que consiguió ganar un mayor prestigio fue, sin duda alguna, Colossal Order, un estudio finlandés que enganchó a toda una nueva generación de jugadores con Cities: Skylines. Tras ser porteado a las principales consolas de la generación y tras recibir un sinfín de expansiones, el título distribuido por Paradox Interactive se consolidó como el rey de los gestión, un puesto que su propio estudio quería arrebatarle con una nueva entrega. Así, tras años de espera por fin llega a Steam Cities: Skylines II, un juego que apuesta por una renovación de su motor y sus mecánicas a costa de perder gran parte del contenido. ¿Podrá superar a su predecesor? ¡Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación!
No visites la ciudad, constrúyela
Como os comentaba en la introducción, la gracia de Cities: Skylines II es permitir a los jugadores construir su ciudad soñada paso a paso, comenzando desde una pequeña aldea conformada por cuatro casas y un par de fábricas hasta alcanzar una urbe de proporciones gigantescas que ríete tú de Nueva York. Como es normal en el género, no encontramos una historia que guíe nuestros pasos, si no que seremos nosotros mismos los que iremos construyendo nuestra propia historia, observando la vida de quienes habitan nuestra ciudad como si fuéramos una especie de dios. Tal tarea requiere vigilar toda clase de datos y sugerencias, lo que puede resultar abrumador para todos aquellos que se ponen por primera vez a los mandos del juego. Como es habitual en los títulos distribuidos por Paradox Interactive (los reyes de la estrategia y la gestión modernas), el juego cuenta con un muy intuitivo tutorial que va enseñando paso a paso todos los requisitos necesarios para dar forma a nuestra ciudad. Sí, puede que de primeras abrume, pero lo cierto es que el juego hace un enorme esfuerzo para hacer comprender hasta al jugador menos avispado el funcionamiento de sus principales características. Y ojo, porque no son pocas: tendremos que controlar la electricidad, el agua, la contaminación, el ruido, la economía, las diversas industria, el crecimiento demográfico, el nivel de calidad de vida y de educación de nuestros habitantes, la calidad de los servicios sanitarios, el funcionamiento de las redes de autobús y de los servicios funerarios, las relaciones con otras ciudades… Vaya, que no nos quedaremos quietos ni por un momento, por lo que es todo un logro conseguir enseñar tanta información de forma tan transparente y orgánica.
Al inicio, lo más importante para poder dar forma a la ciudad son las carreteras, pues permiten la entrada de nuevos habitantes al mismo tiempo que abren paso a las zonas en las que se pueden edificar casas y edificios. El sistema de construcción y gestión de carreteras se ha visto bastante mejorado, dotando al jugador de una mayor libertad a la hora de darles forma al mismo tiempo que se maneja a través de un control mucho más intuitivo y cómodo. Este último punto es una constante durante todo el juego, pues el manejo del título se ha mejorado para hacerlo mucho más accesible. Si eres un jugador novato y no sabes con qué juego empezar, seguramente Cities: Skylines II sea la mejor opción… A pesar de sus múltiples defectos. Pero ya hablaremos de eso en el siguiente apartado, ya que antes de eso me gustaría aclarar que, como viene acostumbrando Paradox desde hace ya unos cuantos años, el juego llega a nuestro territorio con una más que decente traducción al español, permitiendo que ningún jugador tenga problemas con la barrera del idioma.
Edificando ladrillo a ladrillo
Ahora sí que es hora de hablar del contenido del juego, que se trata por varios motivos del punto más polémico del juego. O, mejor dicho, de los más polémicos, pues no es el único problema que arrastra el juego. El contenido de Cities: Skylines II es bastante limitado, en tanto a que tenemos pocas opciones de edificios de ocio o de casas, por poner algunos ejemplos. Sí que hay una buena variedad de parajes, pero el resto de elementos se sienten algo escasos en comparación a lo visto en otros juegos, como ocurre con su antecesor: las comparaciones son odiosas, y bien es cierto que resulta injusto comparar un juego recién salido con otro que tiene múltiples expansiones, pero si uno tiene que elegir juego en base al contenido… Quizá la primera entrega sea una mejor y más económica opción. A fin de cuentas, no hay tantas novedades como uno podría esperar: la base jugable es similar, y se han profundizado algunos sistemas, como los cambios climáticos, la IA de los habitantes o la conexión con otras urbes, pero bien es cierto que por el camino se han perdido algunas cosas. De nuevo, si lo vemos por si mismo no cabe duda de que nos encontramos ante un título de gestión sólido y muy accesible, que ofrece un buen número de herramientas para crear cualquier tipo de civilización moderna, aunque se echan en falta más opciones. Mención especial para la modificación del paisaje, que sí que aporta una mayor capa de profundidad al conjunto.
El otro gran problema que encontramos en el título, y posiblemente el más grave, es el del rendimiento. Ya lo avisaban desde Colossal Order hace un par de semanas, pero no esperaba encontrar tantos problemas: el equipo de desarrollo no ha alcanzado los objetivos mínimos de rendimiento del juego, y esto se refleja en caídas de frames constantes que impiden manejar bien la cámara. Conforme la ciudad aumenta, el rendimiento empeora, haciendo que la mayoría de ordenadores sufran en las sesiones de juego más avanzadas. La optimización del título es desastrosa, y requiere urgentemente una actualización y algún que otro parche para hacer que funcione de forma más eficiente. Esto es una verdadera pena, pues impide disfrutar de un juego que, a todas luces, goza de un buen apartado visual en donde destaca especialmente su iluminación y su nivel de detalle, pudiendo observar sin problema alguno el movimiento de los coches o las fases de construcción de los edificios. Donde el juego ha salido mejor parado es en el sonido, puesto que los efectos elegidos son muy realistas y las canciones que van sonando conforme jugamos dan un buen toque a las sesiones.
Conclusión: Más libertad, menos contenido
Cities: Skylines II es un buen juego de gestión que, aunque no reinventa la rueda, consigue profundizar en las mecánicas de la franquicia y ofrecer una experiencia perfecta tanto para jugadores veteranos como para novatos. Eso sí, el juego cuenta con múltiples problemas que requieren de una solución urgente, siendo el más notable su nefasta optimización. Si os gustó el primero os gustará esta nueva entrega, a pesar de que cuenta con un contenido mucho más limitado. Si queréis probar un juego de estas características y no sabéis cual probar, no os lo penséis dos veces: este es vuestro juego.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.