Imagina ser el dios y señor de un prado lleno de adorables ovejas. Imagina ahora que ese prado es un lugar idílico, lleno de sonrisas, color y alegría, y que nada puede estropear esa felicidad. Pues este es, básicamente, el argumento de Clouds and Sheep 2.

El juego, que viene de la mano de HandyGames propone un entretenimiento tan simple que dudamos que pueda interesar a los más exigentes. Sin embargo, este juego puede hacer las delicias de los más pequeños de la familia que lo pasarán en grande cuidando de su rebaño.

 

Poco más que ovejas

El juego no tiene su  baza en la historia, de eso podéis estar seguros. El desarrollo argumental de Clouds and Sheep 2 es básicamente nulo. Nuestro cometido, como un dios todopoderoso, es el de cuidar de nuestro rebaño. No esperéis absolutamente nada más de trasfondo en este juego. De vez en cuando nuestras ovejas nos darán consejos o nos dirán cosas que les gustaría tener, pero no veremos más personajes aparte de ellas.

 

Más simple que una madeja de lana

La jugabilidad de Clouds and Sheep 2 no se queda atrás en cuanto a desarrollo. Empezaremos ejerciendo como pastor para una sola oveja, pero no pasará mucho tiempo hasta que nos den una segunda. El juego se desarrollará en dos dimensiones, pudiendo jugar también con la profundidad, pero no con la tridimensionalidad.

El único cometido que encontraremos en el juego es el de cuidar de nuestro rebaño. Para este propósito, tendremos que atender en todo momento a las necesidades de nuestras amigas ovinas. Si pasan mucho tiempo al sol necesitarán algo de agua para refrescarse, o si se mojan durante un largo periodo tendrán frío, por lo que tendremos que comprarles una bolsa de calor. También podemos jugar con nuestras ovejas, lo que supondrá más felicidad para ellas. Podemos lanzarlas por los aires o hacerlas rodar tirando de su cola, ampliando estos juegos con algunos de los juguetes disponibles.

 

Economía ovina

Para obtener nuevas ovejas, tendremos que hacer que dos de nuestras compañeras lanudas se enamoren. Para ello, tanto el macho como la hembra deben comer pétalos de flor, y luego pasar algo de tiempo juntos. De esta unión obtendremos un corazón, que podremos mezclar con una esponjosa nube para formar una pequeña oveja. Dejo constancia de que estoy siendo literal con estas frases, lo que me pareció bastante gracioso.

 

Para poder realizar todas estas acciones, en el juego manejaremos algunos recursos básicos. La moneda básica serán las estrellas, y las conseguiremos manteniendo contentas a nuestras ovejas. Con las monedas podremos comprar semillas, con las que plantaremos pasto o árboles para recoger madera. Una vez que tengamos un buen puñado de estos materiales podremos expandir nuestro prado, aumentando el número de ovejas a las que podemos cuidar. Es un sistema muy sencillo y con cierto encanto, pero una vez más peca de una profundidad inexistente.

Para hacer algo más loca la fórmula, podemos adquirir un montón de objetos o características cosméticas especiales. Podemos vestir a nuestro rebaño con multitud de sombreros, o hacer que den lana de distintos colores. También podemos comprarles juguetes como por ejemplo un trampolín o una canasta.

Además, la acción no se desarrollará solo en el prado, sino que podremos desbloquear algunos parajes diferentes donde jugar.

 

Una experiencia diseñada para ser táctil

Hay que destacar esta característica. Clouds and Sheep 2 ha sido pensado teniendo muy en cuenta el juego con controles táctiles. Y se nota. Desde el primer momento el juego pide ser jugado de esta manera, y poco tiempo después te das cuenta de que, efectivamente, así es. Es mucho más cómodo ejercer como el pastor de nuestro rebaño utilizando las funciones táctiles de Nintendo Switch, mientras que el control mediante botones se antoja mucho más lento, impreciso e incluso molesto.

 

Más encanto que portento

El apartado artístico acompaña totalmente al tono del título. Los diseños de los parajes, los objetos, los recursos o las ovejas son de lo más cuco (y monótono) posible. La variedad la crearás tu con tu ingenio, pues todos los objetos y animales del juego son idénticos entre sí dentro de su especie. Los dibujos, sin embargo, son bastante pintones y saben transmitir dulzura, inocencia y buen rollo.

 

Los efectos, como la lluvia, el sol y  los truenos son bonitos a su vez, siempre dentro de la tonalidad cartoon del juego. No esperéis ningún portento o revolución gráfica, porque Clouds and Sheep 2 no pretende ofrecer esos conceptos.

La banda sonora es simpática, alegre y tremendamente repetitiva. Sin embargo, en ningún momento molesta al jugador, siempre está de fondo, acompañando nuestras partidas y nunca sentiremos que ejerce como elemento discordante.

Conclusión

Clouds and Sheep 2 es un juego que puede llegar a hacer las delicias de los más pequeños de la casa. No obstante, si buscas un entretenimiento mínimamente profundo, este no es tu juego. El título consigue su objetivo; es una explosión de alegría, sonrisas y colores…razón por la que no creo que esté enfocado a un público general.

 

Su extremada simpleza, sin llegar a ser terriblemente aburrido hace de este juego algo que no puede ser disfrutado por todos en ningún caso. Si buscas entretener tiempos muertos de vez en cuando puede llegar a apañarte, pero creo que hay una multitud demasiado grande de ofertas mejores.