La idea de tratar una guerra mediante un juego de estrategia y gestión se basa en una idea sencilla: mientras que en un juego de acción (por lo general) solo controlas a un soldado de un pelotón, en un juego de estrategia puedes llegar a controlar a todo el ejército. La inmersión es increíble y absoluta, y pocos juegos han alcanzado una mezcla de acción, inmersión, estrategia y épica tan eficaz como la serie Company of Heroes. Creada en 2006 por Relic Entertainment, la primera entrega de esta serie destacó por presentar una visión de la guerra algo más realista de lo normal, que ponía el foco en el control de las tropas y el territorio. El título fue un éxito entre los fans de la estrategia, y no es para menos: Relic es una experta en el género, capaces de crear juegos rompedores como la serie Homeworld. Este éxito aumentó a unos niveles insospechados con el lanzamiento de una secuela, Company of Heroes 2, título que hasta hace bien poco ha ido aumentando su contenido con expansiones y actualizaciones. Este juego es enorme, e hizo que las expectativas con respecto a una tercera entrega crecieran de forma desmesurada. Así, tras más de 10 años Relic y Sega por fin han dado luz verde al lanzamiento de Company of Heroes 3, la nueva entrega de la serie que nos traslada, una vez más, al conflicto clave de Europa. ¿Queréis saber qué tal ha salido el título, y si merece o no la pena darle una oportunidad? ¡Pues adelante, soldado, lancémonos al análisis completo!
¿Comenzamos por África, o por Italia?
En Company of Heroes 3 nos volvemos a trasladar a la 2ª Guerra Mundial, aunque lo hacemos acercándonos a dos frentes que no han sido tan abordados en la industria del videojuego. Lejos quedan las frías tierras de Rusia o el hostil territorio de Alemania, pues en este título podremos disfrutar del desértico paraje del norte de África y del agradable clima del Mediterráneo. Así, esta entrega presenta dos campañas distintas que nos plantearán dos fases de la guerra totalmente opuestas: en una nos pondremos en la piel de unos soldados del Eje, cuyo objetivo será repeler a las fuerzas aliadas y mantener sus posiciones en el Norte de África, una de las campañas más importantes y poco conocidas de la guerra, mientras que en la otra nos pondremos al mando de los pelotones ingleses y estadounidenses encargados de recuperar el control de Italia a mano de las tropas fascistas. Por supuesto, en este último podremos contar con el apoyo de los partisanos, fuerzas revolucionarias que fueron clave en la recuperación del país. Ambas historias nos permiten disfrutar de un punto de vista único de la guerra, que se siente fresco y original incluso dentro de su propia franquicia. La ambientación juega un papel clave dentro del juego, y lo cierto es que da gusto disfrutar de un juego ambientado en la 2ª Guerra Mundial que se arriesga al desplazarse a lugares no tan “populares” entre los jugadores.
Ahora, una cosa es que la ambientación funcione, y otra muy distinta es que la historia termine de cuajar. La trama nunca ha sido un punto fuerte dentro de esta serie, pues si bien esta sirve como un complemento ideal a las distintas batallas que tenemos que librar, esta nunca ha conseguido impactar ni calar en los jugadores. Quizá es porque se establecen como historias excesivamente generales, o porque el tratamiento del cliché es demasiado básico, pero está claro que no terminan de ir más allá. En este juego ocurre algo similar: la historia que se cuenta es decente, e interesa especialmente desde un punto de vista histórico, pero no es una que termine de enganchar. No te hace simpatizar con ningún personaje, ni va más allá de lo fundamental dentro de una historia de este tipo. Su mayor punto fuerte es la fidelidad histórica y la ambientación, pero más allá de eso no encontraréis nada que no hayáis visto antes. Eso sí, el juego llega a nuestro territorio traducido al español, lo que es un detalle positivo muy a tener en cuenta.
¡En pie, soldados!
A nivel jugable nos encontramos con una clara evolución de la exitosa fórmula presentada por Relic en las dos entregas anteriores, y que tan bien funciona tanto en modos de juego individuales como multijugador. En la historia principal, cada misión nos presentará objetivos lineales que tendremos que seguir al pie de la letra para avanzar, teniendo que utilizar tropas ya formadas para capturar objetivos, derrotar pelotones enemigos o realizar avanzadillas para apoyar a la resistencia local. Cabe destacar, además, la inclusión de la pausa táctica, una maravillosa habilidad que nos permite parar la acción para pensar con calma el movimiento de las tropas. Este estilo de misiones es entretenido, además de que se establece como una necesidad para los jugadores más novatos debido a que sirve como un largo tutorial en el que estos pueden aprender todos los sistemas de juego del título. No es un juego especialmente complicado de aprender, pero sí que es cierto que al principio puede llegar a abrumar el ver tantos elementos en pantalla, por lo que se agradece el tratamiento de ambas campañas. Hablando de estas, si bien os comentaba que el título presenta dos campañas principales, lo cierto es que sería injusto compararlas. A fin de cuentas, la campaña de África es una “clásica”, que no apuesta por nada nuevo, mientras que la campaña de Italia supone una interesante revolución dentro de la serie.
La premisa de la campaña de Italia ya adelanta la mayor novedad del juego: como se centra en la conquista de Italia, entre escaramuza y escaramuza tendremos que liderar a las fuerzas aliadas mientras se conquistan, a nivel general, los principales territorios de la península itálica. Esto se ve reflejado en un cambio radical del modo de juego, pasando a presentarse un sistema que recuerda a juegos de gestión militar y estrategia más globales, como Hearts of Iron (salvando las distancias, por supuesto). La apuesta por incluir este modo de juego me parece todo un acierto, pues no solo impulsa la inmersión del título (el conquistar el territorio de forma general, al mismo tiempo que se lideran las tropas en combates concretos, es maravilloso) si no que le da un matiz absolutamente especial. Por otro lado, el juego apuesta una vez más por un multijugador absolutamente pulido, donde deberemos ir conquistando diversas zonas de un mapa mientras hacemos frente al ataque de las tropas enemigas. Así, la clave estará en mantener el control de ciertas zonas y liderar de forma adecuada a nuestros soldados, además de que podremos conseguir suministros y edificios para aguantar más tiempo con vida. Es un modo de juego adictivo como pocos y en el que, si bien no se innova mucho (más allá de la presentación de nuevas tropas y escenarios), se puede notar que es donde está el corazón del juego.
Un nuevo tono en la guerra
A nivel gráfico Company of Heroes 3 sorprende gratamente debido a su nivel de detalle y a su uso del color. Como ya os decía antes, lejos quedan las frías tierras rusas vistas en la entrega anterior, y aquí nos encontramos unos parajes mucho más cálidos y, por qué no decirlo, vistosos. La ambientación está perfectamente aprovechada gracias al uso del color y a la fidelidad visual con respecto al territorio original. Elementos tales como la destrucción de estructuras, la calidad en las texturas del terreno y los diversos elementos del escenario, y las animaciones de los pelotones demuestran que hay una enorme apuesta por la calidad gráfica y por la espectacularidad. Es un juego que triunfa en lo gráfico, pero que no termina de funcionar en lo técnico: los tiempos de carga son excesivamente largos, y el juego sufre de ralentizaciones esporádicas. Una mejora técnica no le vendría nada mal, pues no se entiende que un título creado específicamente para una plataforma pueda presentar tales problemas.
Por último, en lo sonoro nos encontramos una de cal y una de arena. El doblaje del juego funciona a la perfección, y la dirección de sonido es absolutamente brillante: los diversos efectos de sonido está seleccionados a la perfección, y nos permiten sumergirnos en la propuesta del juego. Sin embargo, la banda sonora musical me ha parecido algo floja, y no termina de destacar durante las dos campañas.
Conclusión: Guerra mediterránea
Company of Heroes 3 es un RTS militar realmente completo y entretenido, que cumple en su cometido de mantener el nivel con respecto a la entrega anterior. Su apuesta por un nuevo sistema de juego en la campaña de Italia le sienta de lujo, y si bien se echan en falta un mayor número de novedades en el multijugador, difícilmente ningún fan quedará insatisfecho con la propuesta del juego. Un título completo y entretenido, perfecto tanto para expertos como para novatos y que nos permite disfrutar de uno de los pasajes más olvidados de la 2ª Guerra Mundial.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.