Y más de uno se estará preguntando… ¿Quiénes son Rideon? No os preocupéis, no os habéis perdido nada; De hecho, yo soy el primero en admitir que no había escuchado hablar nunca de este estudio. Eso sí, cuando miré su historial de producciones caí en la cuenta de que estaba ante los creadores de la serie Mercenaries, una franquicia de culto dentro de la estrategia por turnos que había cautivado a una buena parte del público japonés. La verdad es que esto me dio bastantes esperanzas con respecto a Cross Tails, su nuevo juego de rol y estrategia que, curiosamente, es el título del que vengo a hablaros. Gracias a la distribución de KEMCO, el título llega ahora a todas las plataformas modernas para atrapar a los jugadores con su minimalista estilo gráfico y con su dinámico sistema de combate, así como con una historia que promete sorprender y emocionar. ¿Queréis saber qué tal está el juego? ¡Pues dentro análisis!
Dos caminos que se cruzan en la senda del destino
Uno de los aspectos que más llaman la atención nada más ponernos a los mandos de Cross Tails es la división de su historia en dos vertientes, cada una de estas protagonizadas por un personaje distinto. Así, por un lado tendremos la historia de Felix Aren, un soldado canino que ha sido ascendido a líder de su propio escuadrón, y por otro lado la de Shaimaa Jerbi, una felina hija de una de las figuras más poderosas de la República de Hidiq. Ambas historias cuentan con un toque bastante intimista, estando centradas principalmente en el desarrollo de ambos personajes en una especie de “coming-of-age” de fantasía. Como os podréis imaginar, ninguno de los dos recorrerá a solas su camino, y a lo largo de los casi 40 capítulos de historia irán conociendo a múltiples personajes: unos se unirán a su bando, mientras que otros buscarán acabar con la travesía de nuestros héroes. Quizá lo que más resulta interesante de ambas historias es la forma en la que estas conectan, dando pie a ver ciertos eventos desde distintos puntos de vista, así como a poder conocer mejor el universo en el que se ambienta el juego.
Y es que su worldbuilding es uno de los puntos más trabajados del juego, situando la acción en un mundo en crisis debido a la guerra entre la antes citada República de Hidiq y el Reino de Ravenfurt, en cuyo ejército lucha el bueno de Felix. No pretendo desvelar mucho acerca de la trama debido a la importancia que esta tiene y a que sus giros son constantes, pero como podréis imaginar, nada es lo que parece. El tono del juego no es excesivamente oscuro, y su inmersión en el ámbito de la fantasía es bastante más liviano que el de la mayoría de títulos del género, haciendo que sea una opción bastante válida para cualquier novato dentro del género. Eso sí, sus diálogos son algo flojos, pecando de tener una enorme sobreexposición, mientras que hay ciertos capítulos que, claramente, están de relleno, lo que afecta hasta cierto punto al ritmo del título. Por otro lado, el juego nos llega por completo en inglés, y la falta de traducción le afecta de manera negativa: hay mucho que leer en este título, por lo que si no se te da bien este idioma, mejor ni lo intentes. Además, la traducción al inglés ya de por sí es bastante floja, por lo que hay mucho que arreglar en este aspecto.
La experiencia en el campo de batalla es fundamental para sobrevivir a cada asalto
Pasando a hablar del tratamiento jugable del título, cabe destacar que nos encontramos ante un JRPG de estrategia realmente clásico, que no oculta en ningún momento la herencia de la serie Mercenaries ni de otras franquicias tales como Fire Emblem o Final Fantasy Tactics. Esto quiere decir que tendremos que hacer frente a un sinfín de niveles divididos en cuadrículas en los que tendremos que colocar a nuestros personajes turno a turno en el lugar más adecuado para dañar a los enemigos y evitar sus ataques. Es decir, ir a lo loco no sirve de nada; tendremos que pensar muy bien los movimientos, pues cada mapa está planteado como una especie de reto a superar en donde se ponen a prueba nuestros conocimientos sobre el título. Podremos elegir las acciones de cada personaje en orden según su nivel de velocidad, y como viene siendo habitual, cada unidad contará con su propia clase y sus propias estadísticas. El conocer a la perfección a cada uno de nuestros personajes y su rol dentro del campo de batalla es esencial para triunfar. Aunque, bueno, creo que no os estoy descubriendo nada nuevo, ¿No?
Y es que Cross Tails peca de presentar una jugabilidad excesivamente similar a la presentada por otros juegos, lo que quizá pueda decepcionar a más de uno… A pesar de que el juego consigue emular de forma brillante a los mejores exponentes del género. Así, aunque las novedades sean mínimas, destacando principalmente el sistema de Odio (que determina el personaje al que la IA atacará según sus acciones) y el aprendizaje de habilidades a través de la compra, lo cierto es que en líneas generales el título funciona a las mil maravillas. Es, sin lugar a dudas, un juego de estrategia por turnos bastante competente y divertido, en donde su diseño de niveles y su variedad de personajes brilla con especial fuerza.
Como perros y gatos
A diferencia de los juegos anteriores del estudio, Cross Tails sorprende por presentar un estilo artístico minimalista y detallado en donde los entornos en 3D brillan con fuerza. El pixel art se ha dejado a un lado, y la decisión no podría haber sido más acertada: el apartado gráfico del título no es perfecto, pero tampoco necesita serlo, pues consigue representar de forma adecuada los geniales diseños de sus personajes al mismo tiempo que presenta unas animaciones decentes y unos fondos detallados. No os va a volar la cabeza, pero no hay duda que es de lo mejorcito que ha presentado KEMCO a nivel gráfico.
En cuanto al rendimiento técnico del título en Nintendo Switch, cabe destacar que presenta una fluidez y una estabilidad notables tanto en modo portátil como en modo sobremesa. Eso sí, durante mis sesiones de juego he encontrado algún que otro bug, y no se pueden obviar sus notables dientes de sierra. En cuanto al tratamiento sonoro del juego, su banda sonora no es especialmente memorable, presentando un conjunto de melodías que, sí, consiguen adentrar al jugador en el campo de batalla, pero no terminan de emocionar.
Conclusión: Una guerra condenada al fracaso
Cross Tails es un juego de estrategia que goza de una jugabilidad adictiva y una construcción de mundo coherente. A pesar de que no está a la altura de los principales exponentes del género, no hay duda de que se trata de un RPG de estrategia más que recomendable, en donde se nota la experiencia del estudio tras trabajar en la serie Mercenaries. Su estilo artístico es precioso, y su tratamiento gráfico es eficaz. Si os gusta el género, no os lo penséis: es de lo mejor que nos ha dado KEMCO en los últimos años.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.