Desarrollado por Woblyware y porteado por Ratalaika Games llega a nuestras consolas Daggerhood, un juego de plataformas con un marcado corte clásico. Daggerhood es frenético, adictivo y desafiante y sabrá tenernos enganchados a la pantalla. El título juega con un elemento que lo define, y que sabe usar como marcada seña de identidad (a pesar de que no es la primera vez  que vemos exactamente esto).

 

Estáis a punto de embarcaros en un viaje junto al famoso ladrón Daggerhood, en su periplo por escapar de las cavernas bajo el reino. Dentro análisis.

El mayor ladrón de todos los tiempos

En esta aventura encarnaremos a Vincent S. Daggerhood, el mayor ladrón de todos los tiempos. Nuestro protagonista ha sido atrapado, y se ha dictaminado su muerte por exilio. Por ello, seremos arrojados a las cavernas bajo el reino, de las cuales nadie ha podido escapar. Sin embargo, Daggerhood no se dará por vencido, y prometerá salir de allí y robar todos los tesoros del rey.

Es una premisa simple, y que desde luego no rompe los esquemas de nadie a estas alturas. La historia, como en muchos juegos de este estilo, busca más actuar como catalizador. Daggerhood no busca ser profundo, ni siquiera interesante a nivel de historia, basando su fuerte y su atractivo en otros puntos.

 

Una jugabilidad desafiante y adictiva

Pasemos al apartado de gameplay, el verdadero hilo conductor y punto fuerte del juego. Estamos ante un título de plataformas en 2D cuyo desarrollo sucede a lo largo de 100 niveles cortos, de una duración de entre 1-2 minutos de media. El juego divide, a su vez, los niveles en grupos de 20, que se reparten entre cinco localizaciones distintas de un mapa. Así, visitaremos las cavernas, el bosque o el desierto por ejemplo. Cada uno de los niveles está planteado como un puzzle, un puzzle que nos exigirá habilidad y rapidez de reflejos. Así, a pesar de ser increíblemente cortas, cada fase nos parecerá realmente satisfactoria una vez superada.

Al completar una zona, además, nos enfrentaremos a un desafío especial, un jefe final. Estos jefes pondrán a prueba todo lo que hayamos aprendido en el juego, así como nuestra habilidad con el mando. Hay niveles muy exigentes, pero nunca se sienten injustos y siempre he querido intentarlo una vez más. Y por cierto, nada de vidas o puntos de salud. Si nos toca un enemigo, o si rozamos algunas de las mortíferas trampas del escenario, tocará reiniciar la fase, perdiendo todo lo que hubiéramos conseguido.

 

¿Los reyes de Lucis?

Pero el verdadero protagonista del gameplay es uno que ya habíamos visto antes, concretamente en Final Fantasy XV. Daggerhood podrá lanzar su daga, lo cual nos permitirá destruir a los enemigos que se crucen en nuestro camino. Pero sin duda, el punto más importante será la habilidad de nuestro protagonista para teletransportarse al lugar donde se encuentre su arma. Con un botón lanzaremos la daga en una dirección del eje X y con otra pulsación intercambiaremos nuestra posición con la del arma. Esto, junto al gran diseño de niveles, hacen de la experiencia de Daggerhood algo dinámico y divertido, que sin duda nos obligará a concentrarnos al máximo.

 

Pero encarnamos a un ladrón codicioso, claramente no vamos a contentarnos con salir con vida de las cavernas. En cada nivel podremos realizar tres tipos de desafíos opcionales que os describimos a continuación:

  • Desafíos de estrellas: Si completamos un nivel en un tiempo determinado recibiremos una recompensa en forma de estrellas (hasta tres) que medirán lo bien que nos hemos desenvuelto en la resolución de esa fase. Conseguir todas las estrellas no será fácil, y tendremos que dominar al máximo las mecánicas de juego para completar esta tarea.
  • Desafíos de tesoros: Encontraremos 5 tesoros en cada fase y será nuestra tarea, como buen ladrón, conseguirlos todos. Para esto podremos tomarnos todo el tiempo que queramos. Los tesoros suelen estar a la vista, por lo que la dificultad radica en llegar hasta ellos (cosa que en muchísimas ocasiones no es moco de pavo) y seguir vivos.
  • Desafío del hada: En cada nivel existirá un pequeño hada, que desaparecerá pasados unos segundos. Tendremos que encontrarla y llegar hasta ella antes de que desaparezca. Dicho así puede parecer la mar de sencillo, pero os aseguro que esta tarea es una de las más complicadas entre los desafíos de coleccionables.

En cuanto a su duración, Daggerhood ofrece entre 8 y 10 horas hasta completarlo al 100%, unas 6 horas de media solo para pasarnos el “modo historia”. Estamos ante un juego con una extensión más que aceptable para un juego de estas características, cuya vida se alarga bastante gracias a su rejugabilidad y a los coleccionables de cada nivel.

 

Apartado visual y sonoro

Daggerhood presenta un apartado visual basado en el pixel art, consiguiendo resultar bonito y encantador. Sin embargo, hemos visto a muchos otros títulos abordar este sistema de maneras mucho más bellas, como el increíble Octopath Traveler o incluso clásicos como Metal Slug. Daggerhood consigue ser resultón, eso sin duda, pero no llega a la altura de lo que podríamos esperar de este estilo visual.

La banda sonora, sin embargo, resulta tremendamente pegadiza. Los efectos sonoros del propio juego, es decir, los que escuchamos al realizarse acciones in game, son sosos, genéricos y de poco nivel, pero las canciones que nos acompañan compensan eso de manera total. Echamos en falta, no obstante, una mayor variedad de temas, pues solo escucharemos unos cuantos (me atrevería a contar 5) que se repiten una y otra vez hasta pasar a la siguiente fase de mapa. Además, en las fases de jefe existe un bug sonoro, por el que la música desaparecerá si morimos una vez, teniendo que aguantar el nivel en completo silencio hasta terminarlo.

 

Conclusión

Daggerhood consigue resultarnos adictivo, desafiante y divertido y sin duda nos hará pasar un buen rato. Sin embargo, su estilo artístico queda a las puertas de algo realmente reseñable y necesitamos más de esos temas musicales tan pegadizos y llenos de ritmo.

No estamos ante una obra maestra de los videojuegos, pero sin duda es algo que los fans del género, e incluso algunos profanos en los plataformas podremos disfrutar.