[Análisis] Destiny 2

[Análisis] Destiny 2

Preparad las armas, tened lista la súper y defended la luz, Destiny 2 ha llegado para continuar el legado de su predecesor en esta épica epopeya de guardianes, espectros y siervos de la Oscuridad.

Segundas partes pueden ser buenas

Destiny se concibió en su día como una IP que durase muchos años y que mantuviese unidos sus títulos tanto por historia como por mecánicas, es por ello que esta nueva entrega no puede comprenderse ni analizarse si no se toma en cuenta su relación con el primer juego, que dicho sea de paso, es bastante significativa. Pero vayamos al grano: ¿Qué es Destiny 2, y por qué debería interesarme?. Bueno, si bien es cierto que el título está posiblemente más enfocado en atraer a los jugadores del original, lo cierto es que su carácter más accesible incita a que cualquier amante de los shooters y de las experiencias cooperativas se adentre a conocer los peligros y heroicidades de este mundo envuelto en su propia mitología.

En lo tocante a los rasgos principales que definen al juego y a su forma de entender este género FPS-MMO que Bungie ha creado nada ha cambiado. Esta última frase por desgracia la veremos con frecuencia y es que lo primero que puede decirse de Destiny 2 es que es sin duda un título muy conservador. Volviendo a las características principales, el juego sigue basándose en las premisas de shooter online con componente cooperativo, y donde el  aliciente máximo es el botín o loot. ¿Qué significa esto?. Significa que Destiny 2 es un título muy centrado en la jugabilidad, en su contenido y en las misiones, de las que hablaremos después.  La historia desde luego ha mejorado con creces, pero no esperéis que este sea el plato fuerte del juego porque no lo es. De nuevo la campaña vuelve a estar casi como un tutorial al resto de lo que ofrece el título.

Una historia de revancha

La historia es realmente buena, Bungie ha sabido volver a sus raíces en este aspecto. Se disfruta mucho más si eres un veterano de la saga porque inicia con la destrucción por parte de los Cabal (sí, esos enemigos grandotes que parecen elefantes y que en el Destiny original no tuvieron gran peso en el guión, ni en la historia principal ni en las siguientes expansiones) de la Legión Roja de nuestra querida Torre, el bastión principal de los guardianes y el centro social. El Viajero, fuente de la Luz de los Guardianes y principal  protector de la Última Ciudad no corre mejor destino pues es capturado por la Legión. Tras esto comienza una historia de guerrillas y revanchismo en la que deberemos derrotar al primer enemigo en la saga que realmente ha puesto en jaque de verdad a la humanidad y los guardianes.

El antagonista principal es el Dominus Ghaul, y es el mejor y más carismático de los villanos que ha aparecido en la saga, aunque el listón en este aspecto no estaba muy alto pues apenas han tenido diez líneas de diálogo en todo Destiny, sumando las de todos. Su objetivo es apoderarse de la luz del Viajero para que su imperio se expanda como nunca antes. A partir de este punto arranca el juego con una historia mejor explicada, con grandes cinemáticas y con mejor guión que el primer juego. Muchas de las caras que veremos ya son conocidas: Zabala, Ikora, Cayde-6, Lord Shax…pero también veremos nuevos personajes muy carismáticos como la humana Suraya Hawthorne.

Aquí podéis ver uno de los grandes momentos de la historia, como recuperamos nuestra luz:

Jugabilidad conservadora, resultado pulido

Como ya comentábamos antes, Destiny 2, pese a gozar de una mejor historia, tiene mucho más que ofrecer, pero siempre desde un punto familiar y esta vez más accesible. Y es que su jugabilidad es prácticamente la misma que la de su predecesor, para bien o para mal, pero simplificando algunos conceptos menores relacionados con el HUD o el armamento.

Comenzamos el juego seleccionando una clase para nuestro Guardián, un poderoso guerrero forjado por la luz, y personalizando su apariencia, esta elección de clase es bastante importante, ya que define mucho nuestro rol en batalla de cara a los Asaltos e Incursiones, y también nuestro rendimiento en el multijugador, algo que tal vez el titulo debería advertir a quien no haya jugado antes a Destiny, aunque siempre podemos crear más de un personaje. Y sí, el juego diferencia entre novatos y veteranos, teniendo estos últimos algún pequeño regalo por la fidelidad, que se traduce en una serie de imágenes antes de empezar el juego que nos recuerdan nuestras viejas hazañas en el primer título y poder mantener la apariencia física del personaje.

Sin duda una recompensa muy pobre por parte de Bungie, que había prometido que nuestros personajes serían jugables entre todos los títulos de la saga, dando a entender mayores posibilidades. Volviendo a las clases, estas son las originales: Titán, Cazador y Hechicero.

La variación en la jugabilidad que ofrece cada una de ellas puede parecer insignificante para el que no esté familiarizado con las mecánicas de Destiny, pero es mayor de lo que pueda aparentar. El tipo de salto de cada una ya es una diferencia muy notoria, sobre todo en las partes más verticales y plataformeras del juego, los tipos de ataque cuerpo a cuerpo también. Pero donde radica la personalidad de cada una es en los poderes y súper habilidades, esas técnicas definitivas que podremos usar al acumular suficiente luz para asolar a nuestros enemigos. Estas han variado y no son exactamente las mismas que ya conocíamos, lo cual se agradece.

La navegación y los procesos de de pasar de un planeta a la órbita o viajar a otros sistemas se han simplificado para que no resulte tan engorroso. Además ahora hay nuevos mapas que explorar porque los planetas que conoceremos son nuevos, a excepción de la Tierra.

En lo referente al armamento sí que se ha producido un cambio notable, y es que las categoría de las armas ya no está relacionada con su clase (antaño las armas pesadas eran exclusivamente lanzacohetes, ametralladoras y espadas y las especiales escopetas, rifles de fusión y de francotirador), sino con su verdadera eficacia. Esto es un gran acierto, posiblemente el mayor de todos, porque permite mucha versatilidad en el juego y que cada jugador se lance al combate con una configuración más personalizada. Además se han incluido categorías nuevas como la de subfusil. También da gusto volver a ver armas clásicas de del Destiny original como la famosas Multiherramienta MIDA.

El equipamiento y el sistema de niveles tampoco ha sufrido variaciones. El nivel máximo es el 20 y a partir de ahí lo que diferencia a los jugadores en progresión es el poder (la vieja luz), que es una media entre el ataque y la defensa que nos proporcionan las armas y la armadura respectivamente.

Aventuras sin fin

La modalidad de juego principal de Destiny 2, como en su predecesor es el de Jugador contra Entorno (PvE de aquí en adelante). Junto con el modo historia, en esta vertiente destacan los ya conocidos Asaltos e Incursiones. Los primeros son misiones exclusivamente cooperativas  con una duración prolongada y un boss esperando al final. Puede parecer una descripción sencilla y rápida pero los Asaltos tienen bastante que ofrecer. Cuando Bungie los introdujo en Destiny no eran muy llamativos porque eran bastante fáciles y realmente simples. Desde El Rey de los Poseídos, la tercera expansión de este título, la compañía los ha ido mejorando cada vez más y ahora casi se pueden considerar mini incursiones. Tienen varias modalidades con dificultades añadidas, y si se superan las recompensas también serán mayores, siendo la de Ocaso la más popular (y difícil) y que vuelve en Destiny 2 para alegría de los fans.

La Incursión (o Raid) de Destiny 2 es Leviatán. Se trata de un nivel especial para 6 jugadores sin matchmaking donde la coordinación y el trabajo en equipo son absolutamente fundamentales. Como ha sido siempre, está estrechamente relacionado con la historia, porque es la oportunidad de ponerle el broche final y derrotar de una vez por todas a la amenaza de cada momento. En esta ocasión Leviatán nos lleva a un inmenso palacio Cabal lleno de pruebas que van desde el sigilo y el plataformeo hasta la lucha a muerte con enemigos y jefes finales. Si se supera en sus cuotas de dificultad más altas el botín será extraordinario, el más alto del juego junto con el de Las Pruebas de los Nueve.

 

Solo puede quedar uno

El Crisol y las Pruebas de los Nueve son la vertiente PvP de Destiny 2 y es algo que da mucho sabor a un título por lo demás centrado en la parte PvE.

Con respecto a las partidas básicas no hay muchas novedades en lo jugable, pero tampoco es que hiciesen mucha falta. La principal es la reducción de número de jugadores, que ahora pasa a ser de cuatro por equipo; esto hace que los enfrentamientos sean a menor escala y tal vez más tácticos, una decisión que puede gustar más o menos pero que tiene una ventaja: homogenizar la experiencia de juego con la de las Pruebas de los Nueve. Las partidas resultan bastante entretenidas, con una curva de aprendizaje moderada y al no verse afectado por el nivel de poder de los guardianes se mantiene cierto equilibrio, que como siempre se puede romper con determinadas armas demasiado poderosas o un desbalanceo de algunas súper habilidades, como el que existía en la beta del juego con la súper del Titán (nombre).

Las Pruebas de los Nueve vienen a sustituir las viejas Pruebas de Osiris, y aquí el cambio se nota mucho más. Para empezar son enfrentamientos de 4vs4, como en el Crisol, y el equipamiento está bloqueado (adiós a comprobar que llevaba el enemigo antes de empezar la partida para anticiparte). El poder aquí sí que afecta al daño así que como siempre habrá que intentar acumular experiencia antes de adentrarse en las Pruebas. Logrando siete victorias seguidas se podrá acceder a las recompensas de la Espira Triple, un espacio social para vencedores.

Creando el universo. Gráficos y sonido

En el apartado audiovisual, el tema que más da que hablar es el de la banda sonora. La salida de Marty O’Donnell de Bungie fue algo que se antojaba muy negativo para la compañía de vistas al futuro, y no había muchas expectativas por parte de los fans de que se volviesen a alcanzar esas cuotas de calidad en lo musical. Sin embargo, Bungie lo ha logrado, demostrando así que para ellos este es un apartado crucial en sus títulos. Y es que esta nueva banda sonora es realmente épica y acompaña muy bien a las misiones y cinemáticas, todo un acierto.

En lo referente a gráficos, no puede decirse que Destiny 2 haya sido una gran salto o una revolución, y más teniendo en cuenta que viene capado a 30 fps en consolas, pero la ambientación siempre ha estado ahí para socorrer a Destiny, y es que gracias a la variedad de planetas y ecosistemas del título, y las espectaculares imágenes que nos dejan el resultado es de muy buen agrado.

Conclusiones finales

Mucho se podría decir de Destiny 2, porque sin duda es un título grande en contenidos, como siempre debió haber sido su primera parte. La experiencia de que te toque un objeto excepcional, derrotar a ese boss que os ha costado a ti y a tus amigos 5 horas de juego sin pausa intentándolo, vencer en las Pruebas de los Nueve…cosas ya conocidas pero muy satisfactorias. Y tal vez esto sea el principal problema del juego: Destiny 2 es la versión definitiva, pulida y mejorada de Destiny, pero no aporta grandes novedades. Los enemigos son los mismos, la forma de jugar también, los tipos de misiones…Cosas que sin duda alegrarán al fan, pero que tampoco pueden dejarle indiferente. Con todo, el contenido base sin expansiones es bastante amplio, y en caso de estar jugando en PS4 o Xbox One, solo es necesario estar suscrito a PS Plus o Xbox Gold para entrar al crisol, cosas que mejoran el producto final.