[Análisis] Don’t Starve: Nintendo Switch Edition

[Análisis] Don’t Starve: Nintendo Switch Edition

El género survival es interesante porque hay un tema clave que se cierne sobre cualquier juego que pueda clasificarse como tal: la inevitabilidad de la rutina. Tarde o temprano, llega un punto en el que el mundo del juego ya no es misterioso o desconocido y las claves para la supervivencia se vuelven más claras. La exploración pierde repentinamente su tensión a medida que los jugadores buscan todo lo que necesitan para llegar al final del juego metódicamente. Esto no es inherentemente algo malo, ya que cualquier juego debería esforzarse por ser dominado, pero rompe la ilusión del género. ¿Qué más nos queda por hacer después de que la supervivencia esté garantizada?

Aprendiendo a sobrevivir a la oscuridad

Al igual que muchos otros títulos de supervivencia, Don’t Starve promete esa familiaridad inevitable, pero se las arregla para mantener su mundo fresco a través de una total y completa falta de explicaciones. Normalmente, la falta de explicación o información sería algo malo. Es una práctica que se enraiza en la frustración, pero la presentación de Don’t Starve insiste en que este profundo nivel de descubrimiento es necesario para la experiencia en general. Aparte de unas pocas recetas con algunos objetos básicos iniciales para ofrecernos los conceptos básicos de supervivencia, Wilson está completamente solo en el desierto. Sobrevivir después del primer día requiere una comprensión rápida de cómo crafter ítems, cómo cocinar y dónde ir para estar seguro. Una vez que cae la noche, Wilson será acosado por un enemigo invisible y periódicamente atacado a menos que esté cerca de una fuente de luz. Si la oscuridad cae antes de que Wilson pueda alcanzar una fuente de luz o encender una hoguera, no podrá fabricar nada y perecerá antes de que salga el sol.

La mayoría de las primeras partidas terminarán con una pantalla en un negro oscuro como el color de la profunda desesperación, y la comprensión de que algo ha ido terriblemente mal. Tan abrumador como puede ser morir el primer día sin lograr conseguir nada, debe servirnos a modo de advertencia para lo que está por venir. A partir de aquí, se convertirá en algo obvio que se debe construir una hoguera antes de que el sol se ponga por completo. A partir de ahí, la curva de aprendizaje continúa principalmente a través de prueba y error. La muerte se convertirá en algo cotidiano, lo que puede llegar a molestar a más de uno, pero recordad que, después de todo, el objetivo de un juego de supervivencia es sobrevivir el mayor tiempo posible. El objetivo general no cambia, ya que cada partida debe consistir en sobrevivir el mayor tiempo posible, pero los primeros intentos se centrarán casi seguramente en torno al ajuste al ciclo día-noche, la construcción de nuevos elementos y la aventura en los diferentes biomas para familiarizar a Wilson con la flora y la fauna.

Esta falta de dirección permite que los momentos gratificantes se sientan aún más impactantes. Descubrir algo nuevo o desarrollar una estrategia es significativamente más útil en un entorno en el que el juego no nos lleva de la mano, porque significa que lo hemos conseguido nosotros a través de una exploración o experimentación completamente genuina. Sobrevivir el tiempo suficiente para ver el cambio de estación en invierno es una recompensa en sí misma, ya que esto se logra a través de la habilidad y la comprensión de la naturaleza. Puede tomar bastante tiempo para que pase el verano, pero superarlo una vez asegura que las apuestas futuras no serán tan difíciles, ya que la parte más difícil ya se ha logrado. Saber dónde ir, qué hacer y cómo hacerlo es el paso más importante para sobrevivir.

Si bien mantener el calor junto al fuego y asegurarse de no salir nunca en la oscuridad total, es sin duda una buena estrategia para mantenerse con vida, hay que tener en cuenta que hay otras cosas que también tenemos que atender. La salud, el hambre y la cordura caerán naturalmente con el paso del tiempo. Buscar comida, crear armaduras, construir armas y encontrar métodos para mantenerse cuerdos son cosas increíblemente importantes. Casi cualquier animal puede ser cazado cuando necesitemos alimento, pero son lo suficientemente rápidos como para obligarnos a construir una lanza si queremos darles caza y mantenerse nutridos durante la noche; hurgar en busca de materiales conducirá naturalmente a artículos más elaborados, pero la construcción de una Máquina de Ciencia debería ser el primer paso importante para cualquier partida, ya que allana el camino para obtener mejores equipos y armas; por último, la cordura puede controlarse comiendo alimentos reconfortantes, durmiendo cómodamente o matando enemigos atemorizantes. Todas las herramientas están presentes para la supervivencia, simplemente no están explícitamente claras.

No hace falta decir que la naturaleza misma de la prueba y error en un juego conduce inevitablemente a la rutina. Cuanto más se produce la muerte, más clara se vuelve la ruta más óptima. Lo que separa a Don’t Starve de otros títulos en el género, con respecto a la rutina, es el alcance de cualquier partida. Dados los mundos generados aleatoriamente, a veces puede ser frustrante redescubrir dónde se encuentran todos los biomas, pero esto a su vez nos asegura que todavía hay un elemento de peligro desde el principio. Aún sobreviviendo, todavía queda mucho por hacer, como matar a los jefes, vengarse de lo que te sigue atacando cada noche y descubrir la puerta de entrada al modo aventura: una versión alternativa del modo de supervivencia estándar, pero con una historia adecuada. La supervivencia siempre está en el centro de la experiencia, pero cada partida puede ser inculcada con una identidad propia.

Los personajes alternativos también se pueden desbloquear cumpliendo los criterios adecuados o subiendo de nivel lo suficiente. Al morir, se otorgan 20 XP por cada día que sobrevivimos. Al acumular suficientes días se desbloquea una buena cantidad de nuevos personajes jugables, cada uno haciendo gala de diferentes peculiaridades y ventajas para diferenciarse de Wilson. El juego base ya tenía un total de nueve personajes jugables, pero todos los DLC, que se incluyen con este port de Nintendo Switch, aumentan este número hasta los dieciséis. Los packs DLC son bastante generosos ​​y añaden una gran cantidad de contenido nuevo a una experiencia que ya tiene mucho que dar de por si. Mejor aún, pueden activarse y desactivarse para permitir que los jugadores progresen a su propio ritmo antes de enfrentarse a Reign of Giants o Shipwrecked.

Su apartado visual, su principal virtud

Por mucho, la mayor fortaleza de Don’t Starve reside en su estética. Desde el arte, a la música, a la atmósfera, esto tiene sus raíces en el horror gótico. El diseño del mundo es simplemente espectacular, con una calidad de libro de cuentos casi de Tim Burton para los modelados. Desafortunadamente, el port de Switch peca de tener algunos errores que oscurecen ciertos sprite. Junto con algunos problemas de música y efectos de sonido, ciertamente no parece estar tan pulido en comparación con el lanzamiento original. A esto, he de sumar que he sufrido alguna ralentización e incluso paradas de 3-4 segundos más o menos, sobre todo cuando hay un autoguardado. Afortunadamente, el juego base es lo suficientemente bueno tal y como es, y Klei Entertainment tiene la costumbre de trabajar en actualizaciones para el título, algunas de las cuales ya están en camino según las actualizaciones oficiales de Twitter. Es una decepción ver tales errores en el lanzamiento, pero no es nada que no pueda arreglarse y que no se solucione.

Conclusión

Sin lugar a dudas, Dont ‘Starve es un título fantástico en lo que respecta al género de supervivencia. Cada partida es una lucha de resistencia mentalmente exigente para mantenerse con vida. Aunque es fácil caer dentro de la rutina unas horas después, el potencial y alcance de cada partida asegura que rara vez hay un momento aburrido. Desafortunadamente, el port para la plataforma híbrida de La Gran N, sufre algunas fallas visuales que hacen que el juego sea más difícil de lo que debe ser para los recién llegados, pero nada tan grave como para que el juego principal se haga injugable, y la mayoría ya están siendo reparados. Oscuro, caprichoso y genuinamente desafiante, con una curva de dificultad gratificante, Dont ‘Starve es una digna adición a la biblioteca de Nintendo Switch.


 

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.