Dragon Ball es una franquicia incombustible. Sin ir más lejos, hace pocos días se estrenó Dragon Ball Daima, un nuevo arco del anime en el que disfrutaremos de nuevo de las aventuras de Goku y sus amigos (aunque en una versión más joven a lo que nos tenían acostumbrados). Por supuesto, la longeva historia creada por Akira Toriyama allá por 1984 no ha sido ajena al mundo de los videojuegos, dejándonos auténticas joyas como Dragon Ball FighterZ, entre verdaderas infamias como Dragon Ball Final Bout, todo sea dicho. Corría un 4 de octubre de 2007 cuando Dragon Ball Z: Tenkaichi 3 hizo las delicias de los fans de la franquicia, proponiendo un juego accesible a la par que profundo y contando con un roster que aún a día de hoy sigue siendo la envidia (al menos en cantidad) de los juegos de nuevo cuño, acostumbrados a sangrar al jugador para poder acceder a todo el plantel de personajes.
Estos últimos días y por cortesía de los chicos de Bandai Namco, hemos estado pegados a la pantalla dando buena cuenta de este DRAGON BALL: Sparking! ZERO que nos ocupa, a través del acceso anticipado del juego. El título vuelve a esas mecánicas de los Dragon Ball Tenkaichi, aunque aportando diferencias que elevan la calidad general de lo visto en PS2 o Wii. Para no dar más rodeos y tras innumerables combates, desde ya os decimos que estamos ante todo un homenaje a aquellos que desde niños soñábamos con volar y hacer las técnicas de la raza Saiyan.
Una aventura grande, llena de emoción
Si perteneces a la generación Millennial, a poco que no hayas vivido en una cueva, conoces la historia de Son Goku. Esto, trasladado al mundo de los videojuegos, hace que siempre que destapamos un nuevo juego protagonizado por el Saiyan de la Tierra encontremos una parte de apetencia y, por contrapunto, una parte de hastío. Como comentamos antes, ya existen innumerables juegos que tratan la historia de Dragon Ball con mayor o menor profundidad y DRAGON BALL: Sparking! ZERO obviamente no podría ser menos. Sin embargo, pese a ser el modo troncal del juego, esta vertiente en la que se narra la historia canónica de la marca, dividida en diferentes bloques con distintos protagonistas, estará centrada en los combates que la forman, lo que hará que sea más ágil que lo visto en juegos como Dragon Ball Z: Kakarot.
Como es lógico, los puntos clave del anime estarán presentes, pero, y aquí comienza lo bueno, se han incorporado escenas «What if…» que podemos ir desbloqueando con nuestro avance. Pero eso no es todo: también se ha añadido una suerte de modalidad en la que podremos crear nuestras propias OVAs, con secuencia de inicio de capítulo y todo, en las que se pueden añadir modificadores narrativos que, sumados a las curiosas (y cuidadísimas) interacciones entre según qué personajes, consiguen que en no pocas ocasiones esbocemos una sonrisa. Como es lógico en los tiempos que corren, estos capítulos inventados se podrán compartir online, convirtiendo a DRAGON BALL: Sparking! ZERO en un juego prácticamente infinito en lo que a combates para un jugador se refiere. Es cierto que a veces algunas introducciones y diálogos quedan un poco regulín, pero aun así, las posibilidades que se abren ante un roster de más de 180 personajes son para poner muy en valor el trabajo que ha hecho Spike Chunsoft. Además, en solitario podremos acceder a modos de entrenamiento para perfeccionar nuestra técnica y familiarizarnos con los controles u organizar nuestros propios Torneos Mundiales con reglas al gusto.
Estos Torneos Mundiales también podemos disfrutarlos en su vertiente online, así como combates estándar, donde podremos limitar el máximo de puntos por equipo, elevando el nivel de estrategia y evitando que todos los equipos estén conformados por los luchadores más fuertes del Universo. Hay que dejar claro que estas variantes online cuesta trabajo verlas para el competitivo, por lo que los jugadores más casual podrán disfrutar de ella sin tener que pasar horas en el «Training«. Por último, destacar también que podremos «inflarnos a collejas» en pantalla dividida, algo que siempre es de agradecer, sobre todo para los que ya vamos peinando canas.
Volando, volando, siempre arriba
Metiéndonos en harina jugable, DRAGON BALL: Sparking! ZERO repite la fórmula ya vista de los Tenkaichi, permitiendo al jugador emplear los ejes X, Y y Z para desplazarse por los escenarios y derrotar a sus contrincantes, aunque añadiendo la posibilidad de intercambiar luchadores durante los combates. Así, tendremos botones y combinaciones para atacar, defendernos, esquivar, usar habilidades, recargar Ki o lanzar las famosas técnicas que se han visto durante todos estos años en la serie. Dentro de este sistema, podremos elegir entre un esquema moderno que facilita un poco (bastante) las acciones defensivas y otro para más veteranos, donde tendremos que trabajar en nuestra capacidad de reacción.
Los controles responden bien, tanto offline como online, al menos en las partidas de las que hemos disfrutado. Esta modalidad en línea, ahondando en el hecho de que se nos antoja difícil considerar a Sparking! ZERO como un juego diseñado para el competitivo, no tiene ROLLBACK, pero, como decimos, aun así, los controles en las partidas contra los adversarios de Xbox Live (no tiene juego entre plataformas) han funcionado correctamente.
Es una realidad que el juego no es tan purista como lo puede ser el anterior título de la franquicia, desarrollado por Arc System Works, estando orientado a un público menos familiarizado con las mecánicas y «basics» de los juegos de peleas más exigentes. Ojo, esto no quita que tengamos que aprender a dominarlo, sin embargo, resulta complicado que un jugador nos convierta en su piñata personal como si ocurría en Dragon Ball FighterZ cuando existía diferencia de nivel. Lo que también es evidente es que la IA de la CPU, tanto en campaña como en combates sueltos, mejora a la de FighterZ, donde directamente no había resistencia más allá de los niveles más altos de dificultad del modo Arcade. Si algún combate se nos atraganta, podremos bajar el nivel de dificultad de estándar a novato, aunque aconsejamos tratar de conseguir las victorias con el primero de ellos.
Y ahora es cuando viene una cuestión que muchos de los jugadores de los anteriores Tenkaichi estarán esperando: ¿son los 182 luchadores una amalgama de clones donde únicamente encontraremos 10 o 12 tipos de peleador? Buenas noticias, no. Vaya, no al menos en los que hemos probado. Mentiríamos si dijéramos que hemos probado a todos, pero, al menos que recordemos en comparación con Tenkaichi 3, los diferentes personajes, incluso partiendo del mismo protagonista, están diferenciados en características, habilidades o formas de emplear los recursos de Ki o niveles de poder, encontrando en Sparking! ZERO más motivos que en aquel para probar diferentes combinaciones que se adapten más a nuestra forma de afrontar las batallas. Algunos personajes están desbalanceados, hay que contar con ello, algo que importa un poco menos si, como no nos cansamos de repetir, no creemos que este Sparking! ZERO vaya a tener mucho recorrido en eventos como EVO.
La fuerza de Dragon Ball nunca morirá
Sparking! ZERO apuesta por Unreal Engine para hacernos rememorar los sumamente icónicos momentos de Dragon Ball, consiguiendo un resultado en modelados y animaciones que hacen olvidar rápidamente a lo visto anteriormente, donde todo parecía demasiado de cartón piedra, con la salvedad del sobresaliente trabajo de ASW. Los juegos de luces y explosiones consiguen que los escenarios, totalmente destructibles, pero con menos nivel que los protagonistas, luzcan mejor de lo que realmente son, optimizando un conjunto que se siente vivo y representa con el mayor de los aciertos el mundo creado por Toriyama. Salvo algún artefacto o bug en la cámara, nada numerosos, todo se mueve con mucha fluidez, e incluso los combos e intercambios de golpes más rápidos son apreciables. Por su parte, la información en pantalla es la suficiente como para saber a qué tenemos acceso en todo momento.
Con respecto al apartado sonoro, encontramos las ya clásicas voces en japonés o inglés y, como no podía ser de otra forma, podremos añadir subtítulos en idiomas como el castellano. Musicalmente hablando, se echan en falta melodías clásicas de la serie, que contrariamente al desbloqueo de personajes, se ha apostado por añadirlas vía DLC de pago. Aun así, dentro de las que incorpora el propio juego accederemos a alguna melodía reconocible, pero hubiera sido todo un puntazo disfrutar de los acordes que acompañaron el combate en Namek o la llegada de Cell.
Conclusiones sobre DRAGON BALL: Sparking! ZERO
DRAGON BALL: Sparking! ZERO es el deseo videojueguil que le habríamos pedido a Shenron cuando éramos niños. Un homenaje colosal a todos los fans de la franquicia creada por Akira Toriyama, no solamente por haber incorporado el enorme elenco de luchadores del que hace gala, sino por lo cuidado de todos los detalles, desde el recorrido por los menús hasta las interacciones entre los combatientes, pasando por la estética y representación de los combates y de los escenarios donde hemos crecido. Más allá de la nostalgia, la cantidad de contenido para un jugador, lo espectacular de las batallas y el despliegue audiovisual de luz y color que pone en liza son motivos más que suficientes para su compra, plantándonos ante un juego que debería batir todos los récords entre los fanáticos del anime por motivos propios.